La vuelta al cole y... la vuelta al desastre de los comedores. Si el año pasado ya hubo infinidad de quejas en los comedores de los centros públicos, el curso no ha empezado mejor en muchos de ellos en cuestión alimentaria.
Cuando pensaban que la situación iba a cambiar, vuelven los problemas del año pasado. Comidas de dudosa calidad e insuficiente en muchos casos para el número de niños que acuden a los comedores escolares.
Con problemas ha empezado el CEIP Guadaluz de Guadalcacín, donde la comida ha tenido prácticamente que sortearse entre el alumnado. Habichuelas, ensalada y yogur era el menú previsto hoy para los 60 alumnos (estudiantes del CEIP Tomasa Pinilla, sin comedor, también van al comedor del Guadaluz).
Pues bien, los platos de habichuelas se han tenido que servir al raso porque no había suficiente comida. La ensalada de lechuga y tomate también escaseaba. Y para el postre, sorteo. Había únicamente 36 yogures para 60 niños. Además, había una barra de pan para cada diez niños, cuando lo establecido es que cada alumno tenga un bollito.
El malestar es total con la empresa Aramark que se encarga del catering del centro. "No podemos tolerar esta situación. Estamos moviéndonos para intentar que esto no vuelva a pasar", destaca un grupo de madres a lavozdelsur.es.