El final del verano conlleva el inicio del curso escolar. Apenas faltan diez días para que los niños andaluces se reencuentren con sus compañeros y profesores. Sin embargo, a pesar de lo poco que queda para el regreso a las aulas, ni niños ni profesores tienen claro aún cuál será el contenido que les toque estudiar este año. El motivo es simple: la Junta no ha publicado todavía el decreto que adapta el currículo educativo (de Infantil, Primaria, Eso y Bachillerato) a la nueva ley de Educación, la 'Ley Celaá'.
Andalucía no está sola en esto ya que otras comunidades, algunas de distinto signo político, también se encuentran en la misma situación: Canarias, Galicia, Castilla y León, Euskadi, Murcia y Cataluña. A pesar de la variedad, tienen en común que ninguna de ella es del PSOE. El Gobierno andaluz está en el grupo de las que esgrime falta de tiempo por la tardanza del Gobierno central en la aprobación de la nueva normativa. Aun así, para los cursos pares seguirá en vigor la normativa anterior, mientras que ya en junio pasado la Consejería publicó unas instrucciones para este próximo curso en junio. La incertidumbre, en todo caso, no se ha despejado.
La Junta de Andalucía lleva semanas sin pronunciarse sobre esta cuestión. Además, el Ejecutivo andaluz vivió cambios recientes por la configuración del nuevo Gobierno. Anteriormente, ya había sufrido modificaciones en la consejería de Educación por el fallecimiento de su titular, Javier Imbroda, aunque en el Gobierno autonómico se dejó claro que el equipo era el mismo y la línea de trabajo sería continuista. Su sustituto fue Manuel Alejandro Cardenete, que llegaba de la consejería de Turismo.
Precisamente, en abril, el equipo de Cardenete, en concreto las viceconsejera María del Carmen Castillo, señaló que Andalucía no cambiaría los manuales para el curso que comienza próximamente y que, por lo tanto, mantendría los de la ley ya derogada por falta de tiempo para actualizar los contenidos. En estas declaraciones, Castillo se refería a los cambios como "precipitación" y hablaba de los libros como "un recurso más para los docentes", pero no el único ni definitivo.
La nueva consejera de Educación, en esta ocasión Desarrollo Educativo, Patricia del Pozo, debe enfrentarse ahora a la confusión y descontento que tienen los libreros andaluces. La Federación Andaluza de Libreros ha emitido esta semana un comunicado en el que lamenta que "no va a haber renovación de los libros", recayendo toda la responsabilidad sobre los docentes.
Para el sector se intuye un curso complicado y así lo ha manifestado el presidente de esta federación, "no hay derecho y pido a la Junta que tenga un poco mas de respeto a las librerías, que no somos solo agentes culturales o sociales, somos parte importantísima en la educación de Andalucía". Sin embargo, sí que ha querido señalar que los libros de primero y segundo de primaria sí serán renovados "dado que son fungibles".