Arias y Núñez dirigen el Grazalema y el Guadalete
Mónica Arias tiene más de dos décadas de experiencia en la empresa, en la que ahora ejerce como directora del colegio Grazalema de El Puerto de Santa María. Antes, lo fue en el centro de Jerez. Fernando Núñez es el actual director del colegio Guadalete, un profesional que ha ocupado cargos de responsabilidad en el Ayuntamiento de Jerez, desde gerente de empresas municipales hasta director del Museo Arqueológico. Ambos dirigen unos centros que son dos en uno. Un referente que se basa en el modelo educativo de Attendis, es decir, en la pedagogía personalizada, ya que todos los alumnos y alumnas son únicos. Así lo entienden ellos.
Mónica Arias: El objetivo siempre ha sido claro: formar personas íntegras y preparadas para afrontar los desafíos del mundo, tanto académicos como humanos. Queríamos que los alumnos adquirieran una educación sólida, que los capacite para liderar con criterio e inspirados por valores cristianos, impactando de manera positiva en sus entornos.
Fernando Núñez: ¡50 años dan para mucho! El proyecto surgió con la idea de transformar la sociedad desde la familia, inspirados en las enseñanzas de San Josemaría. Queríamos formar personas comprometidas, no solo en lo profesional, sino en lo humano. No se trataba sólo de enseñar conocimientos, sino de hacer crecer en todos los aspectos a nuestros alumnos, dándole herramientas y competencias útiles en lo personal y profesional y un norte moral en un mundo complejo y cambiante.
M. A.: Nuestra combinación de rigor académico y formación en valores ha permitido a muchos de nuestros alumnos destacar en diversos ámbitos. A menudo, vemos a antiguos alumnos liderando en sus profesiones con un enfoque ético y humano. Eso refleja el verdadero legado del colegio.
F. N.: Nuestro mayor logro es haber formado personas con un fuerte sentido del servicio. Muchos de ellos no solo sobresalen en lo profesional, como dice Mónica, sino que son padres y madres de familia comprometidos en hacer de este mundo un mundo mejor. Suena muy grande pero es que lo es.
F. N.: La colaboración con las familias es esencial para nosotros. Somos un colegio de familias para familias. A través de las tutorías, que son como “reuniones de trabajo” con las familias, nos aseguramos que la formación académica esté en sintonía con los valores familiares, creando así un desarrollo integral que perdura en cada alumno. La educación es un trabajo en equipo en el que padres, profesores y alumnos deben de ir todos a una, con ilusión y sana ambición.
M. A.: Para nosotros, el éxito académico está íntimamente ligado a un entorno familiar que refuerce esos mismos valores que trabajamos cada día con los alumnos en las tutorías y en el plan de formación en valores humanos y cristianos. Implicamos a las familias en todo el proceso educativo, creando un vínculo que asegura coherencia y una formación sólida tanto en casa como en el colegio.
M. A.: La tutoría es nuestra herramienta para conocer a cada alumno de forma individual. Nos permite trabajar de cerca con las familias para que el desarrollo académico esté alineado con el crecimiento personal y humano de cada una. Acompañamos a las familias en este proceso formativo, y cada día es una oportunidad para fortalecer valores que queremos que lleven a sus hogares y, de ahí, a la sociedad. Buscamos que el colegio sea una extensión de la educación que los padres desean para sus hijos.
F. N.: Es el núcleo de nuestro enfoque. La tutoría permite acompañar de cerca a cada alumno, asegurándonos de que crezca con una visión clara de su propósito y con virtudes sólidas que le darán estabilidad y proyección. Creamos un ambiente que cultiva el esfuerzo, el respeto y el compromiso, aspectos que también valoran las familias. Con una exigencia cariñosa, inculcamos virtudes que dejan poso en nuestros alumnos de por vida.
M. A.: La metodología IB es una extensión natural de nuestro enfoque, que permite a cada alumna desarrollar al máximo su potencial. Además de la excelencia académica, fomenta el pensamiento global, preparándolas para los desafíos de un mundo cada vez más interconectado.
F. N.: El IB complementa nuestra misión de formar integralmente, exigiendo un compromiso académico y humano en los alumnos. Esta formación global se combina con la cercanía y el rigor que cultivamos, brindando una preparación sólida para liderar con responsabilidad en cualquier contexto.
M. A.: La innovación pedagógica en Grazalema-Guadalete se enfoca en preparar a nuestros alumnos para un mundo en constante evolución. Combinamos herramientas tecnológicas avanzadas, incluyendo el uso de Inteligencia Artificial (IA), para personalizar el aprendizaje y adaptarnos al ritmo de cada estudiante. Así, desde los 3 hasta los 18 años, los alumnos desarrollan no solo competencias digitales, sino también la capacidad de entender y aplicar la IA de manera ética y responsable, como un recurso al servicio de su desarrollo integral.
F. N.: Incorporamos la IA como una herramienta de apoyo que, utilizada con un propósito claro, puede enriquecer el aprendizaje. Sin embargo, en nuestro colegio la IA y otras tecnologías están al servicio de la persona. Fomentamos un uso equilibrado, enseñando a los alumnos a emplear estas herramientas con criterio, creatividad y responsabilidad. La tecnología, incluida la IA, refuerza nuestro compromiso con una educación innovadora que combina formación académica de vanguardia con valores humanos sólidos.
M. A.: En Grazalema-Guadalete ofrecemos una combinación de excelencia académica y formación en valores que prepara a los alumnos para un futuro global. El IB les abre puertas en todo el mundo, mientras que nuestro compromiso con las familias asegura un desarrollo integral, adaptado a los retos del siglo XXI.
F. N.: Aquí, más que formar excelentes estudiantes, formamos personas íntegras y líderes responsables. Nuestro enfoque combina cercanía y exigencia para que cada alumno crezca seguro y preparado para alcanzar sus metas, dejando una huella positiva en la sociedad.
F. N.: En Grazalema-Guadalete, cada alumno es una historia única. Nuestra misión es formar jóvenes con propósito, capaces de iluminar y mejorar la sociedad. Es un privilegio caminar junto a ellos.
M. A.: A las familias que confían en nosotros, les digo: aquí tienen una segunda casa, un lugar donde sus hijos crecerán en conocimiento y en valores que les acompañarán toda la vida.
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