Marcos, que cumplirá 14 años en noviembre, no podrá asistir al IES El Convento, el único en Bornos. No hay plazas para él en este centro educativo en el que desea entrar tras haber pasado su etapa escolar en el CEIP San Isidro Labrador del Coto de Bornos, pedanía donde vive con su familia.
Este adolescente, alumno con necesidades especiales, nació prematuro, padece leucomalacia periventricular (LPV), una lesión cerebral; hipotonía, que le provoca debilidad muscular y tiene retraso madurativo y discapacidad intelectual reconocida del 52%. A los once años, le diagnosticaron síndrome kabuki, una enfermedad rara que afecta múltiples órganos y sistemas del cuerpo y que se caracteriza por rasgos faciales distintivos.
Hasta ahora, en el colegio donde se ha formado, ha contado con su PTIS, y ha visto atendidas sus necesidades educativas. “Por ley, se les deja repetir hasta dos años para que vayan madurando. Han pasado esos años y ahora, cuando toca ir al instituto, me encuentro con la sorpresa, de que no hay plazas para él en Bornos”, explica su madre, María José Real a lavozdelsur.es.
La bornense vive una situación complicada, su padre ha fallecido recientemente y su madre, de 77 años, es dependiente al tener los dos brazos y una pierna fracturada. María José esperaba que su hijo pudiese seguir formándose en su pueblo. Sin embargo, en este instituto solo hay un aula específica con seis plazas que ya están ocupadas.
Allí podría estar hasta los 18 años y, posteriormente, realizar un ciclo formativo hasta los 21. Pero la madre observa que los dos más mayores tiene 18 años y otros acaban de entrar. “Ahí no va a poder entrar ningún niño, ya no solo el mío, sino otro que venga detrás, por lo menos en tres o cuatro años”, lamenta.
Al no haber plazas disponibles en Bornos, a Marcos le han asignado una en un colegio de Villamartín, a más de 11 kilómetros de su vivienda. Desplazarse a otro municipio es la única opción que le da la Administración. “Podría haber acabado en cualquier parte de la Sierra de Cádiz, me pregunto cómo va a ser, estos niños son los que más necesitan no moverse de su círculo”, comenta la madre.
Marcos pertenece a la Asociación de personas con discapacidad PER-AFÁN de Bornos, que siempre le ha prestado ayuda y en la que participa en distintas actividades.
Ella no duda de que en el instituto que le han dado vaya a ser desatendido, pero le preocupa cómo afrontaría su hijo este cambio tan abrupto para él. “Su círculo es Bornos, es donde nosotros nos movemos. Él aquí se siente protegido, tiene a sus compañeros del pueblo. Para estos niños es muy difícil salirse de su zona de confort. Allí en Villamartín no conoce a nadie. Él me dice, ¿y si me quieren pegar?”, expresa María José, que también alude al desplazamiento que implica. “Para mí es un desavío, y para él, sacarlo de su zona, también”, dice.
Ante esta situación, la madre ha removido cielo y tierra para que Marcos pueda quedarse en Bornos. Ha enviado un recurso a la Delegación de Educación de la Junta solicitando ampliar la ratio. No obstante, su petición ha sido denegada. Por ello, ha pedido ayuda a los partidos políticos.
Izquierda Unida ha presentado una declaración institucional sobre la falta de plazas en el aula específica del IES El Convento y el pleno del Ayuntamiento la ha aprobado por unanimidad. Así, el Consistorio pedirá a la Junta de Andalucía que revise esta decisión que afecta a Marcos.
“Si la Junta no posibilita su incorporación se verá obligado a desplazarse a otro centro educativo en otro municipio no pudiendo continuar en su siguiente etapa educativa con la confianza que le aportan sus actuales amigos y, hasta ahora, compañeros de clases. Todo nuestro apoyo a este menor y su familia. Izquierda Unida siempre en defensa de una Educación Pública y de calidad”, añade IU.
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