En plena Avenida Alcalde Álvaro Domecq de Jerez se esconde un rincón que es un auténtico oasis de la lengua y la cultura chinas. Allí se aprenden la gramática, el vocabulario, los caracteres, pero también la música o rituales culturales tan importantes como la ceremonia del té.
La tarde de un día cualquiera, Xinyu Li, o Lulu para sus alumnos, proyecta sobre la pantalla de su clase los ejercicios que van a realizar, y los niños repiten, atentos. En una de sus plantas, una auténtica réplica de la Gran Muralla China da la bienvenida al visitante.
Se trata del Aula Confucio, en el IES Padre Luis Coloma, una iniciativa que pasa desapercibida para buena parte de la población. Este programa educativo busca, desde 2011, integrar el chino para su estudio como lengua extranjera, a raíz de un acuerdo de colaboración entre la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía y la Oficina Nacional de Promoción Internacional de la Lengua China, un organismo no gubernamental que depende del Ministerio de Educación de China.
Cada provincia tiene un Aula Confucio, de la que dependen el resto de centros que ofrezcan el chino como lengua optativa para su estudio. "Las Aulas Confucio se encargan de la difusión de la lengua y la cultura china", explica Cipriano Egido, responsable de este programa en el instituto Coloma. Las clases curriculares se dan por la mañana, como una asignatura optativa más del currículo educativo. Por la tarde, se imparten las clases extracurriculares, abiertas a cualquier persona, de cualquier edad (a partir de los seis años), y no es necesario ser alumno o alumna del Coloma. "Es un servicio que se ofrece a toda la ciudadanía, y además con matrícula completamente gratuita", apunta Egido.
"A las extracurriculares se matriculan unos 100 alumnos, aunque luego se van produciendo caídas a lo largo del curso", señala el responsable. Además de las clases, son centro examinador, por un acuerdo que tienen establecido con la Universidad de Granada. En ese caso, solo se paga el derecho a examen, como en cualquier otra certificación. Así, los alumnos pueden hacer el examen en el Coloma, sin tener que desplazarse a Granada para ello, siempre que haya una matrícula mínima de alumnos (entre 20 o 30, según explica Egido).
A las clases extracurriculares, por las tardes, también acuden hijos de personas de origen chino a mantener el nivel en esta lengua. Habitualmente, se les colocaba en los niveles correspondientes, pero "este año ha sido la primera vez que hemos organizado un grupo con nivel nativo, por hacer una atención a la diversidad lo más eficaz posible", aclara Egido. "En esos procesos de evaluación de alumnos vimos que teníamos una comunidad china relativamente numerosa que demandaba ese tipo de enseñanzas, y quisimos tenerlo en cuenta", puntualiza.
El equipo docente está formado por cinco profesoras nativas, que hacen exámenes a los alumnos para colocarlos en el nivel que les corresponda, aunque para hacer los grupos también tienen en cuenta, cuando es posible, el criterio de la edad, para formar grupos compatibles.
Xinyu Li (Lulu) es la responsable del 'puente' de coordinación entre el organismo chino y el Aula Confucio de este centro. Ella imparte clase a seis niveles por la mañana y seis por la tarde, y su estructura depende mucho del nivel en cuestión. "Con los más pequeños, les enseñamos conocimientos generales y también algunas clases musicales para captar su interés. Para el nivel más alto, les damos también clases culturales, información sobre instrumentos musicales… Son dos tipos de clases: de lenguaje y culturales", explica esta profesora.
Gonzalo Martínez es uno de los alumnos de los niveles más altos (HSK 4, equivalente a un B2). "Empecé en cuarto de Primaria, y al principio era algo raro, porque lo piensas y dices: chino… Al principio era ni hao, cómo te llamas y poco más. Pero ya en primero de ESO vi a mis amigas que estaban estudiándolo y me llamó la atención. Y me di cuenta de que no es algo tan complicado, y que al final los caracteres es como si estuvieras dibujando y transmites algo, y de ahí puedes sacar muchas cosas. No es como cualquier otro idioma, los caracteres lo hacen más difícil, pero también más bonito. Cada una de esas cosas es lo que le da variedad y personalidad al chino", explica.
Junto a él, se encuentra Ángela Segura. Unos días atrás, acaba de certificarse con HSK 3 (equivalente al B1). Es una de las tres alumnas de esta Aula Confucio, junto a Andrés del Camino y María Toscano, que han participado en la final nacional del concurso 'Puente a China', promovido por la Embajada del país en España, celebrada el 25 de mayo en Granada entre todas las Aulas Confucio del país. En ella, Andrés ha conseguido el segundo premio y María el tercero en la fase de Primaria, mientras que Ángela también ha conseguido el segundo premio en la categoría de Secundaria.
Amor por la lengua y por la cultura chinas
Los responsables del programa enfatizan notablemente el componente cultural que tiene el Aula Confucio. "No es solo lengua, es cultura, es enseñanza de la lengua y la cultura china", explica Moisés García, director del centro. Dentro de ese enfoque, una de las iniciativas que explican con más emoción es las traducciones que realizan las profesoras de obras breves de autores locales.
"Las profesoras hacen una primera traducción y el autor viene a una de las reuniones que tenemos de coordinación del Aula Confucio, y le consultan dudas. Siempre es un autor local y no puede ser un libro muy largo ni muy complejo", explica Cipriano Egido, debido al nivel de español básico que tienen las docentes. "Es una experiencia magnífica, de las mejores cosas que salen del Aula Confucio", apunta.
Posteriormente, lo editan, y presentan la obra, junto al autor y las traductoras, durante la Semana Cultural China que celebran cada año en el mes de abril. "Es un esfuerzo muy importante de nuestras profesoras, y una aportación a la cultura de Jerez", relata Egido.
Además de la Semana Cultural, tienen otros hitos culturales en su calendario. "Tenemos tres actos durante el año centrados en el chino: la inauguración del curso, en octubre, a la que se invita a la comunidad china; el Año Nuevo Chino, que es lo más importante, en febrero; y el último, la Semana Cultural China, que esta ya es la sexta y ha estado dedicada a la Gran Muralla China", explica Moisés García. Además, también se involucran colaboradores del centro, como la Escuela de Arte de Jerez, y los tres centros de Primaria adscritos al Aula Confucio del Columela, Gloria Fuertes, Isabel La Católica y Pío XII, y los dos centros de Cádiz, IES Columela e IES San Severiano.
En esos actos, los alumnos participan; por ejemplo, Gonzalo hizo de presentador en este Año Nuevo Chino. "Así tenemos la oportunidad de expresar y mostrar lo que hemos aprendido", relata.
Alumnos y padres parecen estar encantados con esta iniciativa. "Yo lo valoraría como una experiencia maravillosa", expresa Susana Muñoz, madre de dos alumnos del Aula Confucio. En su casa tuvieron una 'au pair' china, y luego, al irse, estuvieron buscando clases de chino para los pequeños, hasta que dieron con la del IES Coloma. "Muchas veces nos quejamos de que Sevilla se lo lleva todo, y tenemos esto, que es una suerte", expresa.