"Si hace cinco años no hubiera cogido mis maletas y dejado mi vida, probable y literalmente habría salido en las noticas y estaría muerta. Ahí entendí que la vida en España valía dinero. Hoy me han puesto un cinco en un examen que rozaba la perfección", se queja Mery Carrasco, opositora en la categoría de Inglés de Primaria.
"España ha acabado con mi economía y salud mental. Y no han acabado con mi vida porque he tenido dos cojones. Yo no pienso formar parte de esta corrupción ni un segundo más", se queja, muy decepcionada tras el resultado de las oposiciones.
"He empezado a movilizarme a través de redes sociales porque me han puesto un 5 en un examen que rozaba la perfección y los motivos que me han dado no corresponden a mi examen", abunda Mery, quien cuenta su historia: "Dejé mi trabajo fijo en un privado y la oposición me ha llevado por delante. Estoy actualmente medicándome por depresión y ansiedad (tengo diagnóstico médico). Llevo meses sin poder comer porque vomito automáticamente por los nervios".
"Me han arruinado por llevar un baremo de 6,2. El dinero ya es lo de menos... Lo que me importa es que ahora no tengo fuerzas para levantarme de la cama. Mi examen rozaba la perfección. Supuesto práctico de TDAH porque mi sobrino sufre de ello y lo he mamado en casa. Las anotaciones no se correspondían al contenido de mi examen, solamente una palabra de las que me dijeron", relata la opositora.
El de Mary no es el único caso. En la última semana, muchos maestros opositores de Andalucía han mostrado su malestar con un sistema que consideran injusto y subjetivo, además de no contar con un temario oficial. "Todavía sigo en shock con los resultados de mi examen de oposición", confesaba Estefanía Nogales a lavozdelsur.es, una docente opositora que, tras realizar un examen perfecto, recibe un 6,2 de nota y en el supuesto, el caso práctico de la segunda parte de la prueba, un 3,2.
"No sé si reclamar, seguir en llanto porque llevo años que por lo que se ve no se compensa o no presentarme más. En 2019 iba sin preparar, hice el tema con una mezcla de tres porque lo llevaba con pinzas y en el supuesto improvisado saqué de resultado un 7,3518", comentaba Estefanía. "Este año me he dejado la piel, salí del examen con la sensación de haberlo dado todo y el resultado es defraudador".
O el caso de María Marfil García, una maestra que se queja de que "el sistema de acceso a maestros de la Junta de Andalucía me ha ganado la batalla. Varias oposiciones aprobadas por las que trabajo desde hace seis años, pero este proceso sin fin no me ha permitido disfrutar como debemos de nuestra intervención tan específica como es la de mi especialidad como maestra en Pedagogía Terapéutica (PT)".
María confiesa que una y otra vez tiene que dedicarse a la misma preparación quitándose tiempo para crear materiales y recursos en al aula. "Los interinos somos aptos para tener y realizar las mismas funciones y responsabilidades que el resto de compañeros funcionarios, rellenar los infinitos documentos que nos piden, coordinarnos con las familias, en nuestro caso adaptarnos a cualquier circunstancia extraordinaria que pueda ocurrir en el aula, como crisis de todo tipo que se desencadena en el día a día con nuestro alumnado. Pero no, después de aprobar varias veces las oposiciones, la implicación como el resto de compañeros y la responsabilidad que conlleva, no, no somos aptos. Debemos seguir demostrando una y otra vez que sabemos intervenir como ya lo hacemos".