Dos años después de comenzar la pandemia, los casos de problemas mentales se disparan, especialmente entre los más jóvenes. A sus 27 años, el profesor de Educación Física cordobés Fran Domínguez, natural de Montalbán y graduado por la Universidad de Málaga, no ha escapado a estos problemas. Opositó en 2019 y cuando iba a comenzar a trabajar en 2020, perdió el trabajo por culpa de la dichosa covid. Ahora ocupa por fin una vacante, en el CEIP Virgen del Rosario (Las Pajanosas, Sevilla), y aprovecha para abordar estas cuestiones con su alumnado que, como él mismo cuenta, fija plenamente su atención ante cuestiones como la salud mental y emocional.
"Me gustaría compartir una experiencia con vosotros. Soy maestro de Educación Física en un colegio. Hoy, hablando de la salud, hemos estado hablando de los tipos de salud. Les he mostrado que además de la salud física, está la mental, emocional, interior… Poco a poco se iban interesando por lo que les contaba. Sobre todo, al escuchar la palabra “psicólogo” y al decirles que su profe Fran, desde hace un par de años, acude a gente que le ayuda a tener herramientas para entender la mente e intentar vivir en paz", ha escrito el docente en un grupo de Facebook.
En su experiencia diaria, asegura, "he visto (como nunca había visto antes) su atención puesta plenamente en mí (quizá también por la edad que tienen y esos problemillas, complejos…que les empiezan a surgir), y he seguido ahondando con/en ellos. Les intenté hacer ver con un ejemplo muy práctico, que nosotros no manejamos nuestra mente. Que son nuestros propios pensamientos lo único que nos puede hacer daño. Que sin esos pensamientos, sin viajar al pasado o al futuro, sin comparar, sin creernos las imágenes mentales que surgen en nuestra mente, estando en el presente, hay paz, solo queda lo que es, el presente, sin drama, sin historias".
"Increíblemente —abunda en su publicación—, vi en sus caras una sonrisa difícil de definir. Quizá habían entendido algo a sus 11-12 años de edad que yo entendí hace muy poco. Tal fue que al acabar la clase, en privado, varios de ellos vinieron a contarme pensamientos que les hacían daño y que llevaban con ellos varios años. Lo demás es historia".
En este contexto que él mismo ha narrado, y que se ha viralizado entre sus compañeros y compañeras, el docente sostiene lo "necesario que es educar nuestra mente, saber porque pensamos lo que pensamos, conocer que la paz siempre está dentro de nosotros, y que nada ni nadie puede hacernos daño". "Y con respeto, es algo que nunca se habla en un colegio. Y lo entiendo, porque ni nosotros, los mayores, sabemos hacerlo con nuestra mente. Tampoco nos enseñaron cuando fuimos pequeños a hacerlo. Soy consciente que a la mayoría de personas esto le puede sonar a chino. Y lo asumo. Hasta el momento, ha sido el día más feliz que he vivido como docente con mucha diferencia, y, paradójicamente, no les enseñe nada que me marcara el currículum…".