Los jóvenes son parte del problema, pero también de la solución. Ante las situaciones de violencia escolar en las aulas no pueden ser cómplices mirando hacia otro lado. En sus manos tienen el poder del camino hacia la deriva que lleva esta sociedad en la que cuatro jóvenes sin alma son capaces de mostrar todo su odio y dolor contra un adolescente de 16 años con parálisis cerebral.
Las imágenes de la brutal agresión a Antonio en el instituto Leonardo Torres Quevedo de Santander siguen danto de que hablar por la inacción del centro ante una situación de indefensión de la que ya había avisado previamente la familia del menor cruelmente agredido.
Condena la actitud del instituto
Mientras que los cuatro agresores reflejan lo peor de la juventud, ejemplos como el de Lola, una alumna que estuvo el año pasado en el citado instituto, devuelven de alguna forma la esperanza. Esta joven ha ofrecido un valiente testimonio en redes sociales condenando el salvaje ataque a un chico vulnerable.
"La dirección del centro se excusa en que los agresores son amigos de la víctima y que en los recreos juegan con él, llegando a decir que los fines de semana jugaban a la Play e iban a ver al Racing de Santander juntos. No sé si eso es o no cierto, pero lo único que sé es que es lo único que está diciendo el centro", ha comentado Lola.
La joven también ha añadido: "Ciertos alumnos del centro educativo no actúan como tienen que actuar. Algunos cuantos de alumnos hicieron un grupo para hacer una huelga o sentada y hacer ver que querían justicia y aclarar que la víctima no es la que se tiene que ir del centro".
Querían silenciar el problema
Desde el instituto se ha intentado "no tapar este problema, pero sí silenciar". Al respecto, Lola afirma: "Como alumna, el año pasado tuve que ir a dirección porque llevaba varios días viendo a una niña sola en el recreo. Mis amigas y yo fuimos a intentar hacer eco de que había un problema. Lo único que nos dijeron es que muchas gracias por avisar y que era problema de niños".
También ha querido aclarar que "no sé cómo es posible que ese vídeo se haya podido grabar. En el centro están prohibidos los teléfonos y en los recreos no se puede estar en los pasillos ni en las aulas. La dirección del centro es pésima. No me atrevo a poner nombres porque dentro de este centro educativo hay mucha mierda. Espero que se haga justicia".
Visiblemente emocionada, Lola ha concluido reseñando que "hago esta denuncia pública para que esto no se quede en el olvido y que se sepa que no todos somos iguales. Antonio es una persona que tiene que enseñar mucho a esta sociedad".
Concentración suspendida
Por otro lado, el sindicato de estudiantes tenía previsto organizar una concentración hoy a las puertas del instituto, pero "ante las amenazas impartidas hacia los agresores y la agresividad en el ambiente, que no compartimos desde el sindicato, nos vemos en la obligación de mantenernos al margen de estas actitudes. Jamás apoyaremos una manifestación violenta que ponga en peligro la integridad física o mental de ninguna persona. La violencia no se responde con violencia y, mucho menos, en un ambiente de estudios donde acuden en su totalidad menores de edad".
"De igual manera –añaden–, seguiremos condenando cualquier tipo de acoso y abuso hacia cualquier persona, y creemos que deben de ser amonestadas y castigadas duramente". El referido sindicato ha anunciado que próximamente realizarán una convocatoria “legalizada y pacifica para manifestarnos en contra del acoso escolar y la violencia en las aulas”.