Tras cuatro días detenido e incomunicado, finalmente el Gobierno de Polonia ha emitido un comunicado informando sobre la situación de Pablo González, periodista español nacido en Rusia que fue detenido en una ciudad de la frontera con Ucrania el pasado 28 de febrero mientras cubría la llegada de los refugiados ucranianos para el diario Público.
Su abogado, Gonzalo Boye, escribía en la noche del jueves en su cuenta de Twitter que "después de 4 días, acabamos de ser informados por el Consulado de España en Polonia que a Pablo González le acusan de un delito de espionaje del artículo 130.1 del Código Penal polaco y que se encuentra en prisión provisional en la cárcel de Rzeswów".
El comunicado del Gobierno polaco es más preciso y señala que Pablo González "fue identificado como agente de la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa (GRU). Realizó operaciones en beneficio de Rusia, beneficiándose de su condición de periodista". La condición de periodista, según Polonia, le permitió viajar libremente y obtener información que habría sido utilizada por los servicios rusos y "podría haber tenido un impacto negativo directo en la seguridad interna y externa de Polonia, así como en la defensa polaca".
El hecho del que se le acusa tiene el Polonia un castigo de diez años de prisión. De momento, estará arrestado los próximos meses por decisión del tribunal.