El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se encuentra en una encrucijada respecto a la guerra en Ucrania, enfrentando la decisión de avanzar militarmente o aceptar una tregua propuesta por Estados Unidos y Ucrania. Este pasado jueves, en una conferencia de prensa junto al presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha declarado que tiene "reservas" sobre el alto el fuego de 30 días en la guerra de Ucrania propuesto por Estados Unidos, afirmando que no está claro cómo se desarrollaría la situación en Kursk y otros lugares si se aprobara.
Consideró la idea de Washington como "excelente y correcta", y aseguró que probablemente llame al presidente Donald Trump, que no ha descatado volar hasta Moscú. Entre las preguntas que plantea el presidente ruso está la incógnita sobre quién verificará ese alto el fuego en la guerra a las puertas de Europa.
Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha propuesto un alto el fuego de 30 días y espera una respuesta pronta de Moscú. En los últimos meses, Rusia ha logrado avances significativos en el conflicto, recuperando territorios clave. Putin debe decidir si consolidar estos logros militares o fortalecer las relaciones con Washington, lo que podría implicar mantener el control sobre el 20% del territorio ucraniano y poner fin al aislamiento internacional impuesto desde 2022.
Aceptar la tregua también significaría alinear la política rusa con la propuesta de Trump, lo cual representa una oportunidad diplomática para poner fin a la guerra bajo términos más favorables para Rusia. Sin embargo, esta decisión podría generar tensiones con los sectores nacionalistas rusos que abogan por una continuación de la ofensiva militar.
Mientras tanto, el presidente Trump ha confirmado que Estados Unidos ha discutido con Ucrania los territorios que Kiev podría perder en un eventual tratado de paz con Rusia. Durante una reunión con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, Trump mencionó específicamente la planta eléctrica de Zaporiyia, capturada por Rusia. Ucrania, tras los últimos acontecimientos a raíz de la tensa reunión donde Trump humilló ante el mundo al presidente Volodímir Zelenski en la Casa Blanca, ha aceptado un alto el fuego de 30 días, y una delegación estadounidense se encuentra negociando en Moscú.
Diálogo sin Ucrania
Por su parte, Rusia ha expresado su disposición a dialogar con Estados Unidos sobre el acuerdo de tregua con Ucrania. Tras contactos telefónicos recientes entre ambos países, Steve Witkoff, representante designado por Trump, ha llegado a Moscú para discutir las propuestas. Sin embargo, Rusia limita el diálogo a Estados Unidos, excluyendo a Ucrania de las conversaciones directas.
Right now, we have all heard from Russia Putin’s highly predictable and manipulative words in response to the idea of a ceasefire on the front lines—at this moment he is, in fact, preparing to reject it.
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) March 13, 2025
Of course, Putin is afraid to tell President Trump directly that he wants… pic.twitter.com/SWbYwMGA46
En el ámbito internacional, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha calificado la propuesta estadounidense de alto el fuego como un avance significativo e insta a Putin a aceptar la tregua. Starmer subraya que ahora Rusia debe permitir avances hacia una paz duradera. Paralelamente, el secretario de Defensa del Reino Unido se ha reunido con sus homólogos europeos para fortalecer la disuasión contra Rusia y crear una fuerza de seguridad internacional para Ucrania.
En el terreno, las fuerzas rusas han lanzado un ataque subterráneo inusual en Kursk, avanzando a lo largo de un gasoducto fuera de servicio para sorprender a las tropas ucranianas. No obstante, Ucrania sostiene que no fue sorprendida y logró contraatacar con misiles y artillería, infligiendo pérdidas significativas a las fuerzas rusas. La operación ha sido criticada por algunos sectores rusos debido a la falta de planificación adecuada, incluyendo insuficiencia de agua y ventilación.
Crimea
Mientras tanto, en Crimea, Ucrania ha intensificado sus ataques, alcanzando bases aéreas y navales rusas. Estos ataques forman parte de una estrategia más amplia para debilitar la presencia militar rusa en la península y recuperar territorios ocupados.
La comunidad internacional sigue de cerca estos desarrollos, con la esperanza de que las negociaciones conduzcan a una resolución pacífica del conflicto. La decisión de Putin en los próximos días será crucial para el futuro de la región y las relaciones internacionales.