Friedrich Merz será el nuevo canciller de Alemania. El partido conservador CDU/CSU ha logrado imponerse con alrededor del 29% de los votos y volverá a gobernar. Merz sucederá al socialdemócrata Olaf Scholz, tras un difícil periodo de cuatro años. El partido de Angela Merkel vuelve así al poder. Pero lo tendrá que hacer con un ojo puesto en la ultraderecha, que como pronosticaban los sondeos, ha recabado uno de cada cinco apoyos, es decir, aproximadamente el 20%.
Los sondeos a pie de urna, que gozan de credibilidad en Alemania, han hecho que Merz ya haya salido a hablar a felicitarse por la victoria. "Vamos a formar Gobierno tan pronto como sea posible". Y ahí está el asunto.
La AfD, la ultraderecha alemana apoyada de forma casi enfermiza en redes por Elon Musk, no ha logrado superar su ya alta expectativa. Y no será, como pronosticaba el magnate, primera fuerza. Es la segunda posición y el mayor apoyo a una formación ultra desde Adolf Hitler. Un partido que hace gala de su rechazo a la migración y a lo que vienen a llamar cultura woke, toda vez que su líder es una mujer lesbiana que tiene hijos adoptados.
Pero, sobre todo, en Europa se mira con recelo el antieuropeísmo de la AfD. Meloni, en Italia, de la misma cuerda, no ha mostrado ese tono desde que asumió el Gobierno. En Francia, la eterna presidenciable Le Pen es más bien una reformista de la Unión. La AfD es mucho más dura. Por eso, estas elecciones eran escrutadas al máximo por Bruselas. El proyecto europeo continúa porque ese euroescepticismo en Alemania está representado por la segunda fuerza, pero no por el resto.
Ahora, la CDU debe mirar con quién pactar. Los liberales han pasado del 11 y roza el 5%, aunque no llega, cifra mínima para acceder al Bundestag. Ni aun cuando entre tiene capacidad para sostener el Ejecutivo. Los socialistas son el socio más natural, a pesar de la extrañeza que eso pueda generar. Un pacto imposible en otros países, pero no en Alemania. El SPD encaja un resultado históricamente malo tras quedar primeros en 2021. Tercera posición y casi 10 puntos menos que entonces: del 25,7% al 16%.
Tampoco es descabellado un acuerdo de la derecha con Los Verdes, con el 12,3%, cuyo desarrollo no es asimilable a los partidos ecologistas de otros países, como España. Los Verdes se muestran favorables a pactar. De hecho, han pactado gobiernos en regiones. Una triple coalición es posible con el SPD.
El nuevo partido BSW está también rondando el 5%, una escisión de La Izquierda, que mejora también en resultados. Entre ambas formaciones representan un 13,5% del voto. Entre los cuatro partidos de izquierdas suman más que la CDU, pero esa alianza amplia no se va a dar. Todo será con la CDU.
A pesar del apoyo de Musk por la AfD, Donald Trump ha celebrado la victoria de la CDU en un mensaje en sus redes sociales: "Parece que el partido conservador en Alemania ha ganado las muy importantes y muy esperadas elecciones. Al igual que en Estados Unidos, el pueblo de Alemania se había cansado de la agenda sin sentido común, especialmente en energía e inmigración, que ha prevalecido durante muchos años. Este es un gran día para Alemania y para los Estados Unidos de América bajo el liderazgo de un caballero llamado Donald J. Trump. ¡Felicidades a todos! ¡¡¡Muchas más victorias por venir!!!". O sea, que se baja del barco de la AfD y acepta a la CDU como socio. A la vez, la AfD alababa a Trump y Musk en su reacción a los resultados.