El calvario del periodista español Pablo González continúa en Polonia. La Justicia debía decidir este martes si prolongaba o no la prisión provisional del periodista a la espera de que se celebre el juicio. Finalmente, el tribunal regional de Przemyśl, en el sureste del país, ha decidido prolongar por otros tres meses su detención. En total, González acumula seis meses en prisión después de haber sido arrestado el pasado 28 de febrero.
Según describe la Agencia EFE, el tribunal ha coincidido con la Fiscalía polaca en la mayoría de premisas para alargar el encierro del periodista que estába cubriendo el flujo migratorio entre Ucrania y Polonia en la frontera cuando fue detenido acusado de ser un espía ruso que trabajaba para el Kremlin. La Fiscalía había justificado su petición en "una bien fundada preocupación por un fraude de procedimiento, temor de ocultamiento o fuga y el hecho de que sobre González pesa un riesgo de una pena elevada si es condenado".
Semanas antes de ser detenido por la policía polaca, también fue interrogado por las autoridades ucranianas. El entorno de González ha manifestado en varias ocasiones que la comunicación del periodista con su familia es mínima. De hecho, tuvo que reclamar un abogado de oficio en Polonia después de que se le denegara hacer uso del suyo, Gonzalo Boye. El Gobierno español defiende que el periodista ha recibido la atención de consulado, pero Boye lo niega. Recientemente han presentado su situación en una Comisión del Parlaento Vasco. Su mujer denuncia que apenas le dejan contactar con él.