El presidente de Argentina, Javier Milei, ha generado una nueva polémica, aunque en esta ocasión ha tenido efectos económicos para cientos de usuarios. Milei no tuvo otra idea que promocionar el 14 de febrero en sus redes sociales, con casi 4 millones de seguidores, invertir en una criptomoneda llamada $LIBRA. De entrada, no daba mucha seguridad esta inversión.
"¡La Argentina liberal crece! Este proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos. El mundo quiere invertir en Argentina", dijo el presidente latinoamericano. El mensaje, eso sí, duró poco tiempo porque como se podía intuir, era una estafa.
Hace unas horas publiqué un tweet, como tantas otras infinitas veces, apoyando un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna.
— Javier Milei (@JMilei) February 15, 2025
No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole…
Sin embargo fue suficiente para que cientos de argentinos y algunos extranjeros decidieran apostar por esta nueva criptomoneda. El mensaje de Milei hizo que el valor pasara de 0,3 centavos de dólar hasta los 5,54. Pero la caída fue más fulminante. A la hora estaba en 1,05 y poco después a 0,18. Mientras tanto, la empresa responsable de la criptomoneda hizo una serie de movimientos que sonaban raro. Los inversores iniciales no tardaron en retirar dinero, cerca de 90 millones de dólares.
Milei tardó en pronunciarse, pero lo hizo con un nuevo mensaje. "Hace unas horas publiqué un tweet, como tantas otras infinitas veces, apoyando un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna. No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole difusión (por eso he borrado el tweet). A las ratas inmundas de la casta política que quieren aprovechar esta situación para hacer daño les quiero decir que todos los días confirman lo rastreros que son los políticos, y aumentan nuestra convicción de sacarlos a patadas en el culo". Se estima que 40.000 personas cayeron en la trampa.