De impactar contra la Tierra, el shock por su devastación podría ser 500 veces más potente que la bomba nuclear de Hiroshima. La NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) han incrementado recientemente las estimaciones de probabilidad de impacto del asteroide '2024 YR4' contra la Tierra. La NASA sitúa ahora esta probabilidad en un 3,1%, mientras que la ESA la estima en un 2,8%. Aunque el riesgo sigue considerándose bajo, estas cifras representan el nivel más alto registrado desde que se inició la monitorización de objetos celestes hace dos décadas.
Descubierto en diciembre de 2024, '2024 YR4' tiene un diámetro estimado entre 40 y 90 metros. Según las proyecciones actuales, podría impactar la Tierra el 22 de diciembre de 2032, con potencial para causar daños significativos.
El corredor de riesgo identificado abarca desde Colombia, Venezuela y Ecuador, atravesando África occidental, hasta llegar a regiones densamente pobladas de India y Bangladés. Esta trayectoria también incluye amplias zonas marítimas del Pacífico oriental y el Atlántico.
En caso de colisión, se estima que la energía liberada sería equivalente a 8 megatones de TNT, suficiente para devastar áreas urbanas o, si el impacto ocurriera en el océano, generar tsunamis capaces de afectar extensas zonas costeras. No obstante, los científicos instan a la calma, ya que es probable que futuras observaciones permitan ajustar estas probabilidades a la baja. Josep Maria Trigo, investigador del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC, señala, en declaraciones a RTVE, que "la órbita todavía se está mejorando con base en el seguimiento que se está realizando con grandes telescopios".
El Telescopio Espacial James Webb desempeñará un papel crucial en la refinación de estos cálculos. Gracias a su capacidad para detectar longitudes de onda en el infrarrojo cercano y medio, podrá seguir al asteroide incluso cuando esté fuera del alcance de los telescopios terrestres, proporcionando datos más precisos sobre su tamaño y trayectoria. Trigo añade que, con estas nuevas observaciones, "probablemente se decida si hay que implementar un impactador cinético para desviarlo".
Aunque la probabilidad de impacto ha aumentado, es común que estas estimaciones se ajusten con el tiempo
Aunque la probabilidad de impacto ha aumentado, es común que estas estimaciones se ajusten con el tiempo. Un caso similar ocurrió con el asteroide Apophis, que en 2004 presentaba una probabilidad de impacto del 2,7%, pero posteriores observaciones permitieron descartar cualquier riesgo de colisión a corto y medio plazo. Trigo recuerda que "la mejora de su órbita ha permitido descartar su impacto".
La comunidad científica internacional, incluyendo a la ONU y diversas agencias espaciales, está coordinando esfuerzos para monitorear de cerca la evolución de '2024 YR4'. Se están considerando posibles misiones de desviación en caso de que las probabilidades de impacto se mantengan o aumenten. Sin embargo, por el momento, no se han tomado decisiones definitivas al respecto.
Es importante destacar que, aunque las probabilidades actuales representan un récord en términos de riesgo de impacto, el porcentaje sigue siendo relativamente bajo. Los expertos enfatizan que, con el avance de las observaciones y la mejora en la precisión de los datos orbitales, es probable que estas cifras se reduzcan en los próximos meses.
Mientras tanto, las agencias espaciales continúan recopilando información y planificando posibles estrategias de mitigación. La colaboración internacional y el uso de tecnología avanzada, como el Telescopio James Webb, son fundamentales para abordar este tipo de amenazas potenciales de manera efectiva.