Hace ocho décadas que Elena Osipova (1942) nació en el asedio a Leningrado (actual San Petersburgo) que se extendió durante 900 días sobre la antigua capital del Imperio Ruso y una de las ciudades más importantes de la Unión Soviética. Durante años, la familia de Elena cargó con las heridas de aquel episodio del horror nazi. Hoy ha sido arrestada por las fuerzas de seguridad de la Federación de Rusia. Así informa Fontanka, un periódico local, que asegura el arresto de otras 285 personas en las últimas horas.
La pintora rusa estaba concentrada con pancarta a favor de la paz y la destrucción de las armas nucleares. La activista fue ya arrestada hace dos años, en abril de 2020, cuando salió a protestar por los cien años de represión en Rusia, criticando al NKVD y al FSB, soviético y ruso, respectivamente. Igual que en aquella ocasión, la policía rusa justifica las detenciones con el pretexto de la pandemia de covid-19. Con ella, ya son más de 7.000 las personas detenidas en diferentes ciudades rusas como Moscú o San Petersburgo.
Por otro lado, la presión de los oligarcas rusos a Putin contra la guerra de Ucrania aumenta y ya son varios los magnates que se han posicionado por la paz. Hoy se ha podido conocer las impresiones del llamado Rey del Aluminio. El multimillonario ruso Oleg Derispaska, uno de los más ricos del país, ha afirmado que es una "locura" demorar un alto al fuego. "La paz es muy importante. Demorar las negociaciones es una locura", escribió en Telegram, advirtiendo además del riesgo que suponen las centrales nucleares ucranianas en la guerra.
El peligro no asusta, sin embargo, al gobierno de Putin. De hecho, Serguei Lavrov, el ministro ruso de Exterior, se ha dirigido a Joe Biden para decirle que la única alternativa a las sanciones contra Rusia es una Tercera Guerra Mundial: "Sería una guerra nuclear devastadora".