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El terror de un momento a otro: así se vivió el terremoto desde la piscina infinity de un rascacielos

Los países afectados superan ya el millar de muertos, una tragedia que deja imágenes que resultan anecdóticas pero impresionantes entre tanta devastación

Un momento del terrorífico momento del terremoto.
Un momento del terrorífico momento del terremoto.
29 de marzo de 2025 a las 10:17h

Las piscinas infinity son toda una experiencia. La relajación completa frente a vistas privilegiadas, maravillosas. A veces, justo frente al mar, o frente a paisajes de montaña espectaculares. Tienen algo, será por esa idea de que es algo especial, que las hace atractivas para mucha gente. Un momento que parece propio de quienes viven entre lujos. En realidad, no es más que una piscina, pero puede ser un momentazo.

Muchas de esas piscinas no valen para personas con vértigo. Porque tienen cristalera a un lateral y casi bajo el agua se puede ver cómo es la caída. Es el caso de las que se ubican en las plantas altas de rascacielos.

En el terremoto de Tailandia y Myanmar (antigua Birmania), en zonas turísticas de grandes ciudades se han producido escenas aterradoras. Turistas que estaban tranquilamente bañándose en esas construcciones que se han puesto de moda.

La anécdota dentro de la tragedia histórica

En solo un segundo, pasan de la relajación al terror. Porque el agua empieza a moverse con fuerza. En esos momentos, uno no puede más que pensar en que está ocurriendo algo terrible, un terremoto verdaderamente fuerte. Con miedo seguramente a que el edificio se caiga. Cuanta más altura, más se nota, porque los rascacielos cuentan con sistemas antiterremotos que precisamente hacen que se muevan más, si bien en realidad es una forma más segura de construir.

Pero en ese momento, desde la piscina, lo normal es pensar en el verdadero riesgo de ser expulsado del agua directamente hacia el vacío. La cámara de seguridad de un hotel grababa a esos turistas huir despavoridos hacia el interior, con miedo a caer desde gran altura y perder la vida. De hecho, se ve cómo la valla de cristal se rompe y caen a la calle las colchonetas.

Es solo la anécdota dentro de una tragedia enorme. A estos turistas no les ha pasado nada. En la zona, en varios países, pero especialmente en Tailandia y Myanmar, es una tragedia histórica. Superan en 24 horas el millar de muertos. Un golpe que viene directamente de la tierra, que es inevitable porque es algo natural, pero que siega la vida en un momento de tanta gente.

Sobre el autor

Juan Antonio Carrasco

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