El director de TicketmasterUK, Andrew Parsons, defendió ante el Comité Selecto de Negocios y Comercio del Parlamentobritánico la política de precios de la compañía, asegurando que las entradas tienen "un precio muy razonable". Su comparecencia se produjo después de que los aficionados criticaran el uso de "precios dinámicos" en la última gira de reunión de Oasis, celebrada el verano pasado.
Ticketmaster es una de las grandes tiqueteras del mundo y, por ejemplo, en España es habitual que comercialice entradas para espectáculos de muchos espacios escénicos, como el Teatro Villamarta en Jerez o la plaza de toros de La Maestranza, en Sevilla.
Parsons explicó que Ticketmaster no fija los precios de las entradas, sino que estos son determinados por los organizadores antes de salir a la venta. "Cuando se ofrecen diferentes niveles de precios, es una decisión del organizador del evento", afirmó. "Vender una pequeña cantidad de entradas a un precio más alto parece bastante razonable".
Sin embargo, muchos seguidores de la banda aseguraron haber pagado significativamente más de lo esperado, con entradas que llegaron a costar hasta 350 libras, alrededor de 200 libras más de lo anunciado inicialmente. A pesar de las quejas, Parsons negó que los precios fluctuaran durante la venta general de entradas.
Durante la sesión parlamentaria, el directivo insistió en que Ticketmaster trabaja estrechamente con los organizadores para vender las entradas al precio que estos determinan. "No hay ningún cambio en esos precios impulsado por la tecnología", subrayó. "Son los precios que los humanos han acordado. No hay ningún ordenador ni bot detrás de esto".
Incluso los propios miembros de Oasis se desmarcaron de la polémica, asegurando en un comunicado que las decisiones sobre la venta de entradas y sus precios dependen completamente de sus promotores y representantes. Sin embargo, Parsons defendió el modelo de precios, argumentando que, de no aplicarse ciertos ajustes, las entradas serían acaparadas por revendedores. "Si no somos capaces de capturar ese valor, entonces ese dinero simplemente se irá y las entradas serán devoradas por revendedores", advirtió.
El Comité Selecto evitó referirse específicamente a la venta de entradas de Oasis, ya que la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) mantiene abierta una investigación para determinar si Ticketmaster ha violado la ley de protección al consumidor.
Durante la sesión, el diputado Charlie Maynard pidió a la CMA que investigara la "cuota de mercado dominante" de Live Nation, empresa matriz de Ticketmaster y el mayor promotor de eventos en vivo del mundo. No obstante, Parsons defendió la independencia operativa de ambas compañías y afirmó que el mercado británico de venta de entradas es "tan competitivo como cualquier otro en el mundo".
En el contexto del debate sobre la reventa de entradas, Ticketmaster UK también se pronunció sobre la consulta pública del Gobierno, que propone limitar los márgenes de reventa hasta un 30%. Parsons se mostró a favor de establecer un límite, aunque advirtió que ese porcentaje aún permitiría que los revendedores siguieran obteniendo beneficios significativos. La secretaria de Cultura, Lisa Nandy, anunció el mes pasado medidas contra los especuladores que compran entradas al por mayor para revenderlas con grandes sobreprecios.