Ucrania está resistiendo más de lo que esperaba Vladimir Putin. Cuando se cumple un mes de guerra, las tropas rusas todavía no han logrado conquistar Kiev, que resiste, junto a otras ciudades ucranianas, a las ofensivas del ejército invasor.
Y además de resistir, Ucrania ha pasado al contraataque. Las autoridades ucranianas han confirmado que han destruido un buque de la armada rusa ,el Orsk de la Flota del Mar Negro, que se encontraba atracado en el puerto de Berdiansk, al sur del país.
Una zona que está controlada por el ejército ruso y que está siendo utilizada como punto estratégico para las diferentes maniobras de transporte de municiones y llegada de militares.
Al margen del derribo de este navío, los bombardeos del ejército del Kremlin no cesan. La OTAN, a través de su secretario general, ha lanzado una advertencia a Rusia tras los últimos movimientos. "Cualquier uso de armas químicas cambiaría enormemente la naturaleza del conflicto. Sería una flagrante violación de la ley internacional y tendría consecuencias generalizadas y severas".