Las imágenes de Ashli Babbitt, de 35 años, cayó desplomada al suelo tras ser tiroteada tras adentrarse en el Capitolio junto a otro grupo de exaltados trumpistas han dado la vuelta al mundo este jueves. La mujer, que residía cerca de San Diego (California) y era veterana de la Fuerza Aérea de EEUU, con 14 años de servicio, perdía la vida en la turba insurrecta que asaltó el Congreso, este pasado miércoles en Washington.
?? Momento en que un Policía del Capitolio disparaba a una manifestante que trataba de acceder a la Cámara. Ashli Babbit, que murió por el disparo, era un veterana de la Fuerza Aérea con 14 años de servicio. pic.twitter.com/pkkFUvVJbI
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) January 7, 2021
Al igual que cientos de personas fanáticas que viajó hasta la capital estadounidense para apoyar a Trump, antes de su trágica muerte Babbit tuiteó: “Nada nos va a parar, la tormenta está aquí y llegará a Washington en menos de 24 horas. De la oscuridad, a la luz”. "Excombatiente" y "libertaria", según su perfil de esta red social, su suegra no se podía creer que hubiera participado en el asalto: "Estoy devastada", declaraba al New York Post su suegra, Robin Babbitt, "nadie nos notificó su muerte, nos enteramos por televisión".
Su marido explicó al Washington Post que Babbit estuvo destinada en Afganistán, Irak y Kuwait en los 14 años en los que prestó servicio en las Fuerzas Armadas, donde se conocieron. Se separaron en 2019 y se reconciliaron y volvieron a casar recientemente. “Era muy firme en sus opiniones, pero también estaba llena de amor y era cariñosa”, aseguró su pareja, en declaraciones recogidas por El País.
Tras la bochornosa jornada en la historia de Estados Unidos, finalmente el Congreso pudo retomar su sesión tras el intento de golpe de estado y certificó el triunfo electoral de Joe Biden, que será el 46 presidente norteamericano. Trump acabó finalmente reconociendo su derrota, aunque insistiendo en el "robo" electoral y en que seguirá "luchando". La turba que instigó ha provocado cuatro muertes y casi dos decenas de agentes heridos, por lo que ya incluso se hablá de un proceso de destitución —impech— que acelere su salida de la Casa Blanca.
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