Madrid, con 1.300,55 euros de inversión por habitante, y Andalucía, con 1.388,86, serán las comunidades autónomas españolas que menos inviertan en sanidad pública en este 2022. Euskadi, Asturias y Navarra ofrecen la otra cara de esta estadística, recopilada y elaborada por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp).
La inversión en sanidad respecto al resto de comunidades es de 1.991,21, 1.932,83 y 1.915,56 euros, respectivamente. La media nacional de inversión se fija en 1.679,26 euros, por lo que tanto Madrid como Andalucía están bastante lejos de alcanzar al menos ese estándar.
"Reclamamos un aumento de 1.000 euros per cápita, eso significa que seguiremos estando por debajo de la media de los países de la Unión Europea en gasto sanitario y muy por debajo de los países del euro", sostienen desde la federación, que así las cosas, zanja: "No se ha producido el refuerzo de la Sanidad Pública a pesar de lo que se prometió en la primera ola de la pandemia''.
En el caso andaluz, hay que matizar que la pandemia ha multiplicado un gasto que tocó suelo hace cinco años, cuando alcanzó los 1.110 euros por habitante, el más bajo de España. De hecho, el Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla viene defendiendo en todo este tiempo que nunca antes se había hecho un esfuerzo inversor en la sanidad andaluza como hasta ahora. La previsión para este 2022 era aumentarlo en unos 1.000 millones más, pero la falta de apoyos políticos para aprobar las cuentas del ejercicio en curso han impedido llegar al final de la legislatura con un gasto pér capita en sanidad pública bajo frente a la media nacional, pero histórico para lo que ha solido desembolsar la administración autonómica.
En todo caso, los profesionales sanitarios y los usuarios no tienen esa percepción. El estrés y la fatiga de casi dos años de pandemia corroe a unos sanitarios mermados en efectivos, mientras que los usuarios trasladan día sí, día también sus quejas por la falta de atención o los tiempos de espera. El Sindicato de Enfermería, Satse, ha afirmado estos días que la sanidad pública andaluza tendrá "serias dificultades" durante este año "para hacer frente a las necesidades sanitarias" de los ciudadanos y también "para mejorar las necesidades de medios y recursos" al no haberse aprobado los Presupuestos de la Junta planteados para 2022, lo que "ha impedido disponer de 1.100 millones de euros adicionales al presupuesto de 2021 que eran vitales para fortalecer" la sanidad pública.
En el debate político, es evidente que el de la sanidad pública será el gran caballo de batalla nuevamente en el escenario preelectoral que ya se barrunta en Andalucía. Una vez pasen las autonómicas en Castilla y León será el turno de las andaluzas y en toda la contienda electoral la sanidad será un eje discursivo clave. En marzo próximo, además, está previsto que no se renueven a los otros 12.000 profesionales sanitarios de refuerzo por la pandemia y que sí resistieron la primera escabechina de finales de octubre pasado. En total, en el primer semestre de este año Andalucía podría tener unos 20.000 sanitarios menos de los que mantenían el sistema un año antes.
Moreno Bonilla ha sido muy criticaso por la oposición tras, pese a todo, ofrecer un mensaje de fin de año "triunfalista y condescendiente, mientras en la comunidad hay récord de contagios de covid y la sanidad pública está colapsada", como le reprochaban desde las filas del PSOE-A. Hasta la presumible candidata a la presidencia de la Junta por Vox, Macarena Olona, cargaba contra el Ejecutivo de PP y Cs por no reforzar a tiempo la sanidad pública.