Una doctora para tratar un desánimo severo
Llega con una puntualidad escandinava, saca las llaves y abre la sede de Izquierda Unida desde la que se ve el Ayuntamiento de Puerto Real, apenas a 30 pasos. Allí prepara la entrevista entre banderas republicanas, grandes fotos del Ché Guevara -también médico- o cojines lilas, rojos y amarillos. Su coalición, llamada Por la Gente el pasado 28 de mayo, con ecologistas y sin Podemos, fue la lista más votada. Ocho concejales. A tres de la mayoría absoluta. El PSOE de la alcaldesa Elena Amaya retrocedió en dos y se quedó en cinco. Cuatro tiene Andalucía x Sí.
La lógica dice que le toca ser alcaldesa a esta doctora en Medicina pero se confiesa prudente, casi desconfiada. En cambio, no le intimida gobernar en minoría, discutiendo cada punto de cada pleno, cada acuerdo en cada conflicto. Aurora Salvador Colorado (Puerto Real, 1969) sabe lo que cuesta recorrer esos 40 metros desde el balcón en el que celebró la victoria hasta el bastón de mando, hasta la Alcaldía. Pueden ser cuatro años. Reivindica, con frecuencia, la figura de José Antonio Barroso, histórico alcalde de Puerto Real. Ahora pretende retomar aquella trayectoria.
Ejerce la Medicina desde 1996 y en la primera trinchera del dolor, en Urgencias. Se licenció en 1994 pero con una hija, paró 24 meses antes de ejercer para "verla crecer y estar con ella". Decidió conciliar cuando esa palabra ni existía. Luego comenzó una carrera que la ha llevado por centros sanitarios de Barbate y Jerez, en periodos cortos. Casi todo ese tiempo, en el Hospital Universitario de Puerto Real. Muy joven, antes de comenzar su labor médica, desarrolló una intensa pasión asociativa, solidaria, en grupos de ayuda, de padres de alumnos, siempre a la izquierda.
Ahora le llega el momento, si no media un giro inesperado, de gobernar un pueblo por el que siente devoción y al que diagnostica depresión severa. Tiene un discurso firme envuelto en formas serenas, infrecuentes en política. Se muestra reservada, pone distancia, relativiza. Confiesa una notable timidez superada con un ejercicio de voluntad. Elude el ataque a sus oponentes. Cree en otra forma de hacer, en escuchar y perseverar. Es lo que ha practicado durante décadas como estudiante y facultativa. Lo vivido en su trabajo le impide calificar de grave o urgente muchos asuntos que sacarían de quicio a cualquier otro dirigente político. Está orgullosa de ser ajena a la vida institucional común pero insiste en decir que su programa electoral es un contrato con su pueblo. Hasta el sábado, afirma, no sabrá si le dejan cumplirlo. O intentarlo.
¿Hay que felicitarla por ser la nueva alcaldesa de Puerto Real? ¿Lo será este sábado?
Soy una persona muy prudente. Si dependiera de mí, lo diría pero como no depende sólo de mí… Por ahora parece que sí pero hasta el mismo sábado no lo voy a poder decir.
¿Teme alguna estrategia para desbancarla pese a encabezar la lista más votada?
No, no quiero insinuar nada, ni levantar sospechas. Es que, de verdad, no lo sé. Hablo para mi gente. No quiero crear falsas expectativas. No me gusta. Quiero tomarme a las personas en serio. Como a los pacientes. Cuando uno me pregunta algo que cree de vital importancia, tengo que ser lo más sincera posible. Porque sé que cuando alguien pregunta es porque quiere saber la verdad. Entonces siempre soy muy prudente. Durante toda mi vida he sido así. Esta situación no se va a aclarar hasta el sábado, creo. Entiendo que poco margen hay de negociación con el PSOE y también con AxSí. Parece que los contactos seguirán pero no van por buen camino.
¿Las negociaciones con PSOE y AxSí no han servido para salir de dudas ni para cerrar un pacto?
Esta mañana [por el lunes 12 de junio] nos reunimos de nuevo con el PSOE y seguimos queriendo gobernar en minoría. Con el Partido Socialista, por ahora, no tenemos intención de hacer ningún pacto. Se lo hemos dicho. Los concejales del PSOE creen que no podemos gobernar sin ellos, que es una fuerza importante y que es primordial que pactemos. Pero yo entiendo que si la gente nos ha votado a nosotros y no a ellos es porque quiere que gobernemos. Si pactamos con ellos ahora es como si la gente que nos ha votado nos dijera ¿entonces para que nos preguntáis? ¿para qué hacéis que votemos?
"Con el Partido Socialista no tenemos intención de hacer ningún pacto. Seguimos queriendo gobernar en minoría"
¿Y la opción de Andalucía x Sí que también sumaría una mayoría absoluta?
Hablamos con ellos. Apenas a las 48 horas de las elecciones, hablamos. También les dijimos cuál era nuestra intención: gobernar en minoría por si ellos tenían algún problema, si iban a poner alguna traba pero informarles de que esa era nuestra tendencia, lo que queríamos hacer. Hemos tenido la Feria de Puerto Real y eso sí que ha sido como una encuesta de verdad. La gente me decía ‘Aurora, no vayas a pactar con el PSOE’ o ‘Aurora, no vayas a pactar con Andalucía x Sí’. Andalucía x Sí ha gobernado con el PSOE durante estos cuatro años menos los últimos meses. Yo quiero que el partido que pacte con nosotros se quede hasta el final. Tiene una responsabilidad. No con nosotros, sino con su pueblo. Y si tiene alguna desavenencia con nosotros, eso se arregla, se tiene que arreglar. Más cuando estás por una responsabilidad. Y la verdad es que luego, a nivel de ideario y de programa, tenemos que buscar a alguien que tenga el programa más parecido al nuestro, el más similar. Porque ese es el contrato con tu pueblo. Si somos coherentes, que creo que es lo más importante que tiene que tener un político, tenemos que buscar aliados que tengan un programa muy parecido y Andalucía x Sí no lo tiene.
Escuchándole parece que ninguna de las dos opciones tiene la menor pinta de prosperar, ni PSOE ni con AxSí.
Ahora mismo la situación es esa. La propuesta es gobernar en minoría. Hay que hacer política de verdad, en cada pleno, en cada punto. Hay que pelearlo, consensuar, buscar pactos, hablar con la gente que está en la oposición y llegar a puntos de encuentro.
PSOE y Andalucía x Sí han gobernado juntos, tienen costumbre de entenderse ¿Teme que se alíen en la oposición para tumbar cada iniciativa de la Alcaldía, la suya, que tendría un concejal menos que esa oposición?
Me gustaría ver ese entendimiento entre los dos grupos en la oposición [sonríe irónicamente].
"No soy una política profesional. No he dado discursos en los mítines. Soy médica, tiendo a la cercanía"
¿Qué conclusiones saca del resultado electoral del 28 de mayo? El PSOE de la exalcaldesa retrocedió. Su coalición con base de Izquierda Unida, sin Podemos, resistió.
Hace cuatro años, con otro modelo porque nos presentamos como Adelante Andalucía, éramos gente de Podemos y de Izquierda Unida. El candidato era Antonio Romero. Y entonces ganamos las elecciones con ocho concejales también. Lo que pasa es que la suma del PSOE con Andalucía x Sí alcanzaba los once ediles de la mayoría absoluta. Ahora sólo llegan a nueve. Yo creo que la gente que votó Adelante Andalucía nos ha vuelto a votar ahora. Ha vuelto a creer en nosotros con conciencia de que somos las mismas personas en otro formato. Por ejemplo, Antonio Romero ya no es de Podemos, es independiente. Está también Iván Canca, de Equo. Creo que la gente nos ha creído, ha visto que somos un espacio sociopolítico que va más allá de unas elecciones y que lo que intenta es construir mentes de izquierda por un bien común. Yo no soy una política típica profesional. De hecho, no he dado discursos en los mítines. Soy médica, tiendo a la cercanía, a charlar contigo. Si hay 20 ó 30 personas tiendo a ir de una en una, como una consulta. Tiendo a la simpleza, a la cercanía y no he atacado a nadie. No he desprestigiado ni despreciado las ideas de nadie. Solamente hemos defendido las nuestras. Todo eso junto a una gran campaña, con nuestras propuestas.
Programa, programa, programa
¿Qué ideas han sido esas?
Como decía en campaña, mi pueblo sufre depresión. Voy a recetarle antidepresivos porque necesitamos darle esa alegría. Necesitamos creer en lo que somos. Volver a ser lo que este pueblo fue. Somos las mismas personas pero tenemos que volver a creérnoslo. Creo sinceramente que la señora Elena Amaya ha sido la mayor oposición a ella misma. Para mí ha quemado todos los barcos. La considero una mujer lista pero ha estado muy torpe. No es que nosotros seamos ‘superestupendos’ sino que sumadas todas las circunstancias se ha dado este resultado. Evidentemente solo es una opinión personal. Aquí hubo una vez en la que Pepe Barroso siempre ganaba las elecciones. Una de esas veces, Partido Socialista y PP se unieron. Le quitaron el gobierno a Barroso. Tuvo la Alcaldía dos años el PP y dos años el Partido Socialista. ¿Y qué pasó? A los cuatro años: mayoría absoluta de Barroso. Fue como un voto de castigo. Yo creo que Elena Amaya ha tenido su voto de castigo por eso. No ha sido mucho, la verdad. Porque ha pasado de siete a cinco. Andalucía x Sí ni se ha movido. Otra vez cinco. Pero ha sido el cambio suficiente para que no alcancen la mayoría juntos.
"Es legítimo dudar entre defender lo que crees o poner en la mesa el pan de cada día. Eso le ha quitado valor a la política"
¿Existe la posibilidad de una alianza entre esas otras fuerzas políticas para que usted no llegue a la Alcaldía? ¿Hay otras combinaciones matemáticas por antinaturales que parezcan?
He escuchado comentarios de una combinación de bipartidismo entre PSOE y Andalucía x Sí, con el apoyo del PP. Dos años gobernaría PSOE y otros dos AxSí. Con el apoyo del PP llegan a once concejales aunque el PP no entrara en la gobernabilidad.
Suena muy antinatural en la política provincial, andaluza y española que el PSOE y el PP lleguen a ese tipo de entendimiento.
Sería muy antinatural. Pero lo son muchísimas cosas. Como cuando hace cuatro años el PSOE pactó con AxSí para gobernar nuestro pueblo. La misma señora Elena Amaya, la misma noche de las elecciones, dijo que ni muerta, y entrecomillo, pactaría con un partido tan pesetero y tan asqueroso. Y que un partido que se considere íntegro no pactaría con ellos ¿Dónde han estado después? Luego han gobernado juntos cuatro años. Así que por eso me resguardo mucho en la prudencia, me guardo mucho de saber qué puede pasar. Esto más que nada parece ‘Los juegos del hambre’ y cuando eso está por medio, cualquier cosa vale.
"Conciertos, baloncesto... Puerto Real era un hervidero, una referencia y ahora casi todos los edificios públicos están cerrados por falta de mantenimiento"
¿Dice que hay muchos concejales y dirigentes de otros partidos que se juegan el pan si están en el Gobierno municipal o no?
Puede ser. Puede ser. Yo lo digo como alegoría pero sí, sí. Tristemente, muchas personas que se dedican a la política lo hacen convencidas de que tienen una valía para hacerlo. Pero es verdad que muchas, luego, no tienen otras opciones. Y eso te impide defender realmente lo que crees. Es legítimo elegir, dudar, entre defender lo que crees o poner el pan de cada día. Se entiende que hay que poner el pan en la mesa. Eso es lo que le ha quitado valor a la política, a la política útil, a la política como actividad noble para ayudar a tu gente. Pierdes el horizonte cuando de por medio hay unas necesidades básicas que cubrir.
¿Demasiados intereses personales, económicos, particulares en demasiados concejales?
Creo que sí. Aunque no quito que la gente entre en política por un interés noble, para hacerlo bien. Pero cuando llega a ser una necesidad básica, entiendo que uno pelea por eso. Lo veo legítimo pero en política llega un momento en el que se pierden los valores y entonces se llega a esta sensación de vacío, de descreimiento ante lo que se le llama vulgarmente buscar un sillón. Y entonces la gente deja de ir a votar, deja de creer en la política… La gente deja, deja y deja. Eso hay que cambiarlo porque perdemos todos.
En su caso no se da. Tiene una carrera como médico con larga trayectoria y experiencia ¿El resto de compañeros de su grupo municipal está en la misma situación?
La verdad es que en mi grupo prácticamente todos tenemos trabajo. De hecho, nuestro problema ha sido el contrario: cómo compatibilizar la vida profesional con la tarea política. Puedo decir que el 90% estamos en esa situación.
Un pueblo con depresión
Ha mencionado antes que Puerto Real es un pueblo en depresión. Como si fuera el hermano apartado de la Bahía de Cádiz, el de menos potencial turístico y de servicios, con el sector industrial en declive. ¿Qué antidepresivo necesita?
En una presentación de la candidatura, me preguntaron que si Puerto Real llegara a Urgencias en un hospital, qué diagnóstico le daría yo. Escucho a la gente y dice ‘qué pena de mi pueblo, qué pena’, ‘cómo está mi pueblo’. Y lo dice prácticamente todo el mundo. Es verdad que veníamos de un esplendor. Puerto Real era mencionado en muchos sitios porque teníamos ese pabellón con esos campeonatos de baloncesto europeos tan estupendos. Esas noches de verano con los mejores conciertos, con lo últimos en música española. Venía todo el mundo. Era un hervidero. Éramos un pueblo de referencia. A Pepe Barroso se le podrían criticar muchas cosas, él también lo dice y lo asume, pero es una persona que llamó muchas puertas y defendió mucho su pueblo. Lo nombraba y lo valoraba en muchos sentidos. Ahora tenemos nuestro pabellón cerrado porque no ha tenido mantenimiento. Tenemos casi todos los edificios municipales cerrados porque no han tenido mantenimiento. Nuestros jardines y calles sin mantenimiento. Hemos tenido reposición cero de personal del Ayuntamiento, sin poder hacer prácticamente nada en nuestro pueblo, solo lo prioritario.
"Airbus funcionaba, precisión, tecnología, sin absentismo, daba la talla ¿qué más podíamos hacer? Eso hace caer en el desánimo"
Y el desmantelamiento de la industria, que era bandera de Puerto Real, no tiene freno.
Un pueblo industrial como el nuestro se ha llevado, desde Delphi, un palo tras otro. Dragados, Airbus… Los astilleros, una empresa pública, son los únicos que están ahí aguantando pero hace unos años tenían 5.000 trabajadores y ahora no creo que lleguen a 350. Dos años con talleres cerrados, vacíos. Parece que los barcos británicos empiezan a hacerse en enero de 2025. Hasta entonces, todo cerrado. Todo eso te da una sensación de que no somos nadie, de que nadie mira por nosotros. Y una empresa como era Airbus, con la logística que tenía a su alrededor, con absentismo laboral prácticamente de cero, con una tecnología tan avanzada, con una precisión brutal. Y la cierran. Eso ha sido un varapalo para todo el mundo porque si algo funcionaba y estaba dando la talla ¿qué más podemos hacer? Entonces eso hace que la gente caiga en desánimo.
¿Un ayuntamiento tiene herramientas, tiene margen, para atraer o conservar grandes empresas, gran industria?
Lo voy a comprobar. Voy a ver si hay poco margen o si es que no se ha hecho lo suficiente, si hay alguna posibilidad. Yo vengo de las asociaciones de madres de alumnos y allí decía que hay que pedir con humildad. Porque vas pidiendo cosas para tu colegio, pero siempre con la decisión firme de que alguien te tiene que dar una respuesta.
La Bahía como idea
La idea de Mancomunidad de la Bahía de Cádiz se diluyó hace años y a Puerto Real, ubicada en el centro, equidistante de todas las demás localidades, parecía convenirle de forma especial ¿Contribuirá a recuperarla?
La verdad es que la Mancomunidad de la Bahía está en cuidados intensivos. No muerta, que ya sería muy difícil de resucitar. La mentalidad de Bahía es algo muy positivo. Igual que creo en las confluencias de la izquierda, la unión hace la fuerza. Creo que cuidar sólo de lo tuyo te aísla del resto. No te permite la diversidad que siempre enriquece. Creo que a Puerto Real se le ha considerado como el centro de la Bahía pero aislado. De aquí se va todos sitios, está igual de cerca de todos sitios pero aquí no se hace nada. Es como un ombligo. Está en el centro pero no tiene ninguna función, ningún papel. Con el segundo puente, incluso, la barriada del Río San Pedro se ha visto más marginada. Allí se les prometió que ese pedazo de puente, en la base de su barriada, iba a proporcionar una serie de recursos, de infraestructuras. No se ha hecho absolutamente nada en la barriada, se han tenido que quedar con ese armatoste sin que se le haya quitado los cables de alta tensión que dijeron que les iban a quitar. Que si un puerto limpio… No han tenido nada. Todo está peor todavía. Yo siempre tuve la sensación de que ese puente sólo lleva a El Corte Inglés.
"Puerto Real se ha considerado el centro de la Bahía. Pero aislado. Es como un ombligo. Está en el centro pero no tiene ninguna función, ningún papel"
¿Cómo ha vivido el convulso proceso para cerrar la confluencia entre Sumar y Podemos?
Si formo parte de un grupo de confluencia de izquierdas es para la unión de todos. De hecho, creo que es vital que lo hagamos. La gente está muy cansada de ver como las izquierdas se pelean entre ellas y no nos ponemos de acuerdo. No vamos a conseguir que la gente confíe en nosotros. Cuando, realmente, todos los grupos llevamos prácticamente lo mismo en el programa. Creo en esto, creo en esa unión. Y si han tenido que sentarse para intentarlo, para que quince partidos fueran juntos, me parece un triunfo. Me parece una victoria y tenemos que vivirla. Estamos cansados de que a la gente de izquierdas todo se nos haga derrota, ya está bien. Vivamos esto como una victoria. Conseguida. Hemos dado a entender lo que realmente importa y hay que hacerle un frente común a esa derecha. Me da igual quien sea el cabeza de lista. Todos somos necesarios y muchas veces la retaguardia es más importante que el que está delante. El riesgo de las derechas está ahí. Lo hemos visto en las autonómicas, lo hemos visto en las municipales. Y el que no lo quiera ver es que tendrá que ponerse unas gafas, no sé si moradas, si verdes y rojas. Y estoy convencida también de que si toda la izquierda vamos junto con Yolanda Díaz al frente, podemos conseguir ganar las elecciones generales.
Durante los últimos años se ha leído y oído con frecuencia que el Ayuntamiento de Puerto Real está embargado. ¿La situación económica que se encuentra es tan cruda como para usar ese calificativo?
Eso es lo que han estado diciendo todos los partidos que han estado gobernando después de Pepe Barroso. Una gran deuda. 140 millones. Aparte de otras que hemos pagado muy recientemente. Todos los que entraban en el Ayuntamiento decían que no se puede hacer nada, que estamos embargados. El plan de ajuste que se puso hizo que no se pudiera contratar a ningún empleado público para nuestro ayuntamiento. Todo eso se ha estado viviendo todos los años. Llegó un momento que tenía ganas de que alguien me lo dijera a la cara. Yo le habría dicho ‘venga, de acuerdo, dámela, me la quedo, yo la gestiono’. Pero si estaba tan mal nuestro ayuntamiento, los que llegaban tenían que ser conscientes de eso. Sí, entran y luego ponen la excusa de que no se puede hacer nada, ¿para qué vas a entrar? Ya lo sabían, ya conocían la realidad. La asumieron. A qué viene estar cada día recordándolo. Yo soy de poco prometer. Yo en esta campaña lo único que he prometido es compromiso y trabajo. Pues otra de las cosas que puedo prometer es que no voy a utilizar esa excusa para mis vecinos y vecinas. Creo que sería insultar a la inteligencia colectiva.