El presidente de Nuevas Generaciones de Sevilla, Pedro González Rodríguez-Albariño, ha comunicado a la dirección del PP su renuncia al cargo. En su carta de dimisión, recogida por Europa Press, alude a las "faltas de respeto y deslealtades de la dirección provincial" del PP sevillano. Un conflicto interno que sigue latente y que solo la abrumadora mayoría absoluta lograda por Juanma Moreno el pasado junio consiguió atemperar.
En su carta, expone que ha tenido "la inmensa suerte de haber sido concejal de gobierno en Tomares durante dos legislaturas", con José Luis Sanz —impuesto en su momento por Pablo Casado a la carrera por la Alcaldía de Sevilla, frente al criterio de Moreno— como alcalde, "o concejal en oposición en Alcalá de Guadaíra en el presente mandato", mientras en el plano orgánico ha "desempeñado responsabilidades a todos los niveles: local, provincial, regional y nacional, destacando la Vicesecretaría de Organización de Nuevas Generaciones de España o la Presidencia de Nuevas Generaciones de Sevilla desde 2017 tras ganar con un amplio respaldo el último congreso provincial".
En 2021, hay que recordar, el PP celebró un convulso congreso provincial, en el que se enfrentaron la candidatura de Virginia Pérez a la reelección como presidenta y la candidatura alternativa del alcalde de Carmona, Juan Ávila, conservando Virginia Pérez la Presidencia y negociando in extremis la vicepresidencia para Ávila. Un equilibrio que se mantuvo hasta el congreso provincial del pasado mes de octubre, que giró en torno a la candidatura única de Ricardo Sánchez, actual delegado del Gobierno andaluz en la provincia, tras la histórica victoria del PP andaluz en las elecciones autonómicas de junio.
Según prosigue en su carta, en octubre del año pasado, "la directriz, tras unos tiempos movidos, era coser y conseguir un partido fuerte y unido" y tuvo "la oportunidad de compartir un café con Ricardo Sánchez donde comentó su proyecto para la nueva dirección provincial" y le "emplazó a una llamada tras el congreso, para hablar sobre el futuro de Nuevas Generaciones y del partido en Alcalá de Guadaíra donde, por desgracia, hay una situación de mucha tensión con asuntos que se encuentran, incluso, en los juzgados".
"Llevo más de cinco meses sufriendo faltas de respeto y deslealtades por parte de la dirección provincial"
"Más de cinco meses después de aquel café no he recibido llamada alguna del presidente y solo tuve una conversación con el secretario general, José Ricardo García, quien también es secretario de NNGG. En esa reunión le propuse reactivar el funcionamiento de Nuevas Generaciones pese a la nula comunicación con el partido. Sin embargo, no solo recibí la negativa por respuesta, sino que me comunicó que iba a ser despedido de mi empleo en la Diputación de Sevilla para meter a un alcalde de Ciudadanos", señala, trascendiendo recientemente la salida de Cs del alcalde de Almadén de la Plata, José Carlos Raigada, para su incorporación al Grupo popular en la Diputación.
"Llevo más de cinco meses sufriendo faltas de respeto y deslealtades por parte de la dirección provincial, como que el partido se adueñe de la campaña de recogida de juguetes de Nuevas Generaciones y, tras el fracaso y la suspensión de una campaña con 16 años de antigüedad, hayan intentado hacerme responsable del fiasco", señala.
También señala una estrategia para "generar una dirección provincial alternativa" en las NNGG "a la que ganó un congreso y colocar a su nuevo delfín al frente sin escuchar a las bases". "Esto, entiendo, no sólo es una falta de respeto a mi persona, sino a toda la organización", asevera.
"En los últimos días he podido hablar con compañeros de muchos municipios donde el malestar es evidente. Compañeros de muchos años han visto como ni siquiera han sido escuchados y se han tomado decisiones en sus municipios sin consultar a las estructuras locales", asegura exponiendo que ante esta "humillación", su única salida es "dimitir".