Casi a la misma hora en la que Juan Carlos Cueto, el considerado por los investigadores como cerebro del caso Koldo, declaraba ante el juez de la Audiencia Nacional este miércoles, la sesión del control del Congreso echaba fuego ante el cruce de acusaciones entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.
La tensión va en aumento y el primero caso de corrupción que salpica al Ejecutivo Sánchez se ha convertido en una nueva grieta en el Gobierno de coalición, por si no tenía ya bastante con su ultradependencia de Junts y la controvertida ley de amnistía.
En la Audiencia Nacional, Cueto ha defendido que "el precio que cobraron por la compra de mascarillas era justo y acorde a mercado" y ha negado que pagase comisiones irregulares ni que cometiese ninguna ilegalidad. El fiscal ha solicitado que se le prohiba salir del país sin una autorización judicial.
Soluciones de Gestión, que en la pandemia obtuvo 9 contratos con varios ministerios y autonomías socialistas por 54 millones, con beneficios de más de 9 millones y medio, estaba controlada por Cueto, y ahí se sitúa el epicentro de esta presunta trama criminal.
En el Congreso, el rifirrafe ha venido en la sesión de control, donde Feijóo ha acusado a Sánchez de conocer los tejemanejes de su antiguo número 2 —Ábalos fue secretario de Organización del partido, aparte de ministro de Fomento—, y le ha pedido no activar el "ventilador".
En su réplica, el presidente ha hecho caso omiso pues ha empezado por el caso Bárcenas y ha acabado por la salida de Pablo Casado tras denunciar el caso de presunta corrupción también en la compraventa de mascarillas por el hermano de Isabel Díaz Ayuso.
A todo esto, Ábalos ha seguido con su ronda de entrevistas por los medios nacionales. Aun así, el Gobierno ha sostenido que no tiene miedo a que pueda desvelar informaciones comprometedoras para miembros del Ejecutivo o del partido, y atribuyen las intervenciones públicas y entrevistas de los últimos días a un intento de defenderse. En todo caso, el exministro ha afirmado este mismo miércoles que no hay "manta" de la que tirar y que no pretende desvelar nada de sus excompañeros.
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