Alguien dijo que una ruina bien administrada dura toda la vida. Si fuera una empresa, hace décadas que estaría en liquidación. En cambio, el Ayuntamiento de Jerez va camino de batir récords mundiales de empleo de todos los recursos de ingeniería financiera a su alcance para seguir con las puertas abiertas, cumpliendo con la nómina multimillonaria de su plantilla antes de que acabe el mes y hasta invirtiendo lo poco que le queda en actuaciones y servicios para sus administrados.
Al frente de la delegación de Hacienda, donde sus tres últimos inquilinos políticos cayeron enfermos por el desgaste, se encuentra la socialista Laura Álvarez, una mujer que debe llevar la procesión por dentro, pero que de puertas para fuera parece no inmutarse por haber asumido la ingente losa de gestionar las cuentas de la administración local, junto a Jaén, más endeudada de España.
Este pasado martes, en rueda de prensa, con la habitual parsimonia de la que no se despeina ni en Tarifa, Álvarez ha hecho público que había una última pirueta más para refinanciar a interés cero la hacienda pública jerezana, lastrada por deudas que se remontan, según ha dicho, a 1990 —gobiernos de Pacheco preExpo 92— y en un 64% al gobierno del PP entre 2011 y 2015.
La operación financiera debe aprobarse en pleno este jueves y, en concreto, se trata de traspasar deuda financiera —la inmensa mayoría de deuda que actualmente tiene el Ayuntamiento— al Fondo de Ordenación —un mecanismo del Estado que permite dotar de liquidez a determinadas entidades locales en apuros— para saldar los 91 millones de euros del fraccionamiento de pago de la deuda histórica del Consistorio con la Seguridad Social y Hacienda que finalizaba en 2024.
De otra manera, cumplir con el plan de pagos que amarró el PP en 2014 supondría llevar al colapso a la tesorería. No en vano, aquel acuerdo a diez años incluía fraccionamientos progresivos, reservando para los últimos años las mayores cargas de amortización. Una manera como otra cualquiera de dar patadas adelante a los problemas y que el que venga detrás, que arree.
Con 2024 a la vuelta de la esquina, la nueva operación que asume ahora el gobierno local socialista implica un alivio de la Tesorería de 98,9 millones de euros correspondientes a los pagos fraccionados pendientes de 2021 (unos 15 millones de euros), 2022 (otros 29,7 millones de euros), 42,8 millones de 2023, y otros 11,4 millones de euros de 2024. La operación, asimismo, implica un ahorro de gastos financieros en concepto de intereses que superan los 6 millones de euros (6.077.090 euros). Aparte de los 91 millones para saldar la deuda histórica con Seguridad Social y Hacienda, se incluyen 3 millones más para pago de otra serie de facturas pendientes, elevando la ventajosa operación hasta los 94 millones de refinanciación a diez años, con dos de carencia y 0% de interés.
Sobre el contexto previo a esta operación, que da oxígeno al gobierno de Mamen Sánchez hasta final de mandato y despeja el horizonte del siguiente, Laura Álvarez ha señalado que “fue en el año 2014 cuando el PP firmó el pago fraccionado de la deuda con estas dos Administraciones que ascendía a 142.870.255 euros, de los cuales 115.317.623 euros correspondían a la Seguridad Social y 27.552.631 euros a Hacienda. El origen de la deuda municipal con Hacienda y la Seguridad Social, data del año 1990, si bien destaca la deuda dejada por el gobierno del PP de García Pelayo y Saldaña”, ha señalado la responsable municipal, subrayando a continuación que, "de esta deuda de 142 millones, 91.143.090 euros corresponden a la deuda generada por el gobierno del PP, es decir el 64%".
“Cuando nosotros llegamos al gobierno municipal, en junio de 2015, nos encontramos con que el Ayuntamiento tenía que empezar a afrontar el pago mensual del fraccionamiento, de una deuda generada en su mayor parte por el gobierno del PP, explica la responsable de Economía, de este modo el gobierno de Mamen Sánchez ha abonado 78.366.859 millones de euros de deuda histórica —en los últimos casi seis años— y, además, hemos ido pagando puntualmente las cuotas del corriente”.
El PP endosó deuda de La Barca con Hacienda y Seguridad Social al Ayuntamiento de Jerez
Además, la delegada ha indicado que “el PP metió por la gatera en ese fraccionamiento de pago 2.304.923 euros del Ayuntamiento de La Barca. El gobierno de García Pelayo, haciendo un uso partidista de las instituciones, hizo que el Ayuntamiento de Jerez asumiese la deuda de La Barca con la Seguridad Social y Hacienda, algo sobre lo que el Ayuntamiento no tiene ninguna obligación y que claramente se perseguía ayudar a la gestión de su compañero de partido”.
La responsable de Economía ha hecho aquí un capítulo aparte para explicar “cómo el PP endosó la deuda del Ayuntamiento de La Barca al Ayuntamiento de Jerez”. “La señora Pelayo y el señor Saldaña usaron la institución del Ayuntamiento de Jerez para que la ELA de La Barca no tuviera que pagar su deuda con Hacienda y la Seguridad Social, que ascendía a 1.651.923 euros más 653.000 euros de intereses”, ha afirmado ante la prensa. En este punto, ha recordado que el resto de las ELA jerezanas "asumieron sus respectivas deudas, por lo que la única explicación es el uso partidista que siempre hace el PP de las instituciones".