La amante del rey Juan Carlos I, Corinna Larsen, ha desvelado en una denuncia ante la Justicia del Reino Unido que el monarca le pidió matrimonio en mayo de 2014, un mes antes de abdicar, y cuando ya era conocida la relación entre ambos. De hecho, el emérito le enseñó planos de "un palacio en Madrid" donde podrían irse a vivir tras el enlace, según indica Vozpópuli, que ha tenido acceso a la denuncia.
Según la citada demanda, ella dijo que no porque estaba casado, a pesar de que llevaban ya una década juntos. La primera petición de matrimonio se produjo unos meses antes de la famosa donación de 100 millones de dólares de la familia real saudí a Juan Carlos I, objeto de la investigación.
En 2009 habrían roto la relación porque, según Corinna, el rey tenía más amantes. Entre los regalos que hizo posteriormente se encunetran los préstamos para que se comprara una mansión en el centro de Londres. El rey insistió en que volvieran juntos de forma clara -aunque no oficial, porque no trascendió- y le manifestó su intención de incluirla en el testamento.
"A finales de agosto o principios de septiembre de 2014, la demandante dejó claro al demandado en Londres que ella no quería retomar una relación romántica o íntima con él. Fue educada a la par que firme. Al principio, la reacción del demandado fue de desesperación y confusión. Luego se sintió irritado e indignado cuando rechazó las insinuaciones de la demandante", señala la demanda.
Entre tanto, ante la negativa de Corinna Larsen, con una relación que volvía y no volvía, acabó el rey pidiéndole que le devolviera los 65 millones. De hecho, la acusó de robar joyas en el entorno de personas en común.
La demanda de Corinna, según adelantó días atrás el Financial Times, se refiere a una presunta "vigilancia ilegal, encubierta y abierta" a la princesa alemana, en la que habrían participado incluso agentes del CNI. Por ello, asegura que perdió "decenas de millones de euros" como consultora por el rechazo del entorno a involucrarse en ella debido a esta vigilancia.