La Cumbre de la OTAN que comenzó este pasado miércoles y se cierra este jueves en Madrid deja numerosos titulares de alcance global. Entre ellos, un pacto de los países aliados —a los que se suman Finlandia y Suecia después de que Turquía les levantase el veto— para el mayor rearme de la historia ante la amenaza de Rusia y China.
Sin ir más lejos, la cumbre obliga al Gobierno de España a duplicar en dos años el gasto militar —entre 10.000 y 12.000 millones de euros—, algo que ya de entrada ha censurado duramente el socio minoritario del Gobierno, Unidas Podemos, pero que es probable que PP y Vox apoyen en el Congreso.
En paralelo, flanco sur ha sido uno de los conceptos más repetidos. Reforzar el flanco sur, sin que nadie entienda eso como amenaza. Aquí entran el anuncio de la ampliación de la marina estadounidense en Rota con dos destructores más, y la nueva estrategia de la OTAN que considera ataque a su territorio el uso agresivo de los flujos migratorios ilegales o las cancelaciones en el suministro de gas, cuestiones que tocan de lleno a España.
En este contexto, no es de extrañar la dimensión que ha ofrecido de la cumbre el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, considerando el momento como el más crítico "desde la Guerra Fría".
Mientras las acompañantes de los líderes de la OTAN han visitado la Granja de San Ildefonso o el Centro de Arte Reina Sofía, y Pedro Sánchez ha intervenido ante los 30 líderes de la alianza presentes en Madrid con la bandera de España al revés —descuido por el que los organizadores ya han pedido disculpas—, Rusia pasa a ser considerado enemigo y China mantiene el estatus de amenaza sistémica. "El mundo nos está mirando, demostremos nuestra cohesión", ha instado Sánchez en el arranque del encuentro.
Si Joe Biden, presidente de Estados Unidos, asegura que su superpotencia defenderá "cada centímetro de territorio de la OTAN", el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha inaugurado formalmente la cumbre de líderes de Madrid, de la que espera "importantes decisiones" para reforzar la capacidad de la Alianza Atlántica y marcar el camino a seguir durante la próxima década.
Uno de los principales hitos de la cumbre será la adopción de un nuevo marco estratégico, con el que Stoltenberg ha señalado que la OTAN estará más preparada para hacer frente a los desafíos derivado de "regímenes autoritarios" como Rusia y China.
Stoltenberg ha llamado a trabajar para "mantener la Alianza fuerte" y a "la población segura", dentro de una política de "puertas abiertas" que quedará de manifiesto con la próxima incorporación de Suecia y Finlandia, ya una vez solventado el veto de Turquía. El jefe de la OTAN también ha aprovechado sus breves palabras inaugurales para alabar la "valentía" de la población y las autoridades ucranianas. "Los aliados de la OTAN siguen estando del lado de Ucrania"; ha señalado.
Foto de familia ante 'Las Meninas'
Las Meninas de Velázquez ha sido el escenario elegido, en la noche del pasado miércoles, por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para inmortalizar la foto de familia de la primera Cena Euroatlántica de la historia, a la que han asistido todos los líderes de la OTAN y los de la UE.
Con un menú del chef José Andrés y un concierto de la Orquesta Sinfónica de Kiev, el encuentro ha sido una iniciativa personal de Sánchez, que quería reunir por primera vez en torno a una mesa a los 30 aliados, la mayoría de los cuales también son miembro de la UE, y a los seis países del bloque que actualmente no forman parte de la Alianza —Austria, Irlanda, Malta, Chipre, Suecia y Finlandia, aunque estos dos últimos lo serán próximamente—.
Con ello, el presidente ha querido visibilizar la unidad y la cooperación entre la Alianza y la UE frente al desafío de Rusia y las consecuencias de su invasión de Ucrania. Como anfitrión junto a su mujer, Begoña Gómez, Sánchez ha sido el encargado de recibir uno a uno a todos los jefes de Estado y de Gobierno junto a sus acompañantes. Todos ellos se han ido concentrando en la sala, charlando entre ellos y contemplando, algunos con visible interés, como el primer ministro británico, Boris Johnson, los cuadros exhibidos en sus paredes.
A muchos metros de allí, un centenar de manifestantes ha secundado este pasado miércoles por la tarde la manifestación convocada por el Movimiento Antirrepresivo en la Plaza de Tirso de Molina, en el centro de Madrid, donde se han lanzado consignas contra la OTAN y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. La protesta se ha llevado a cabo sin incidentes bajo la vigilancia de un amplio dispositivo policial.
Pasadas las 20.00 horas, los manifestantes han desplegado una pancarta en la que se podía leer '¡OTAN criminal, Gobierno cómplice!', coreando consignas a continuación en las que calificaban de asesino al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y llamaban a Zelenski "puto nazi". También ha habido menciones a la muerte de migrantes en la valla de Melilla, culpando de ello a la Alianza Atlántica coreando "en Melilla la OTAN asesina".
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