Corría marzo de 1978. La Constitución en España aún no se había aprobado. El Partido Comunista de España llevaba poco más de un año legalizado. Y ese mes, en plena Semana Santa, entre el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección, se reunió en Sevilla durante la I Conferencia Regional del PCE en Andalucía. Las crónicas hablan de asistencias multitudinarias, difíciles de ver hoy en día en actos políticos: entre 20.000 y 35.000 asistentes.
Figuras históricas se dieron cita en la capital hispalense: Santiago Carrillo, Dolores Ibarruri ‘La Pasionaria’ y Rafael Alberti fueron los protagonistas. Aunque los focos se los terminó llevando el poeta de El Puerto de Santa María por unos versos con temática cofrade, dada la fecha de la Conferencia. Aquel encuentro dio paso a la transformación del PCE de Andalucía al Partido Comunista de España.
Pero volvamos a Alberti, insigne poeta de la generación del 27 y exiliado durante el Franquismo. La crónica de ABC de Sevilla, medio conservador, habla de "unos versos polémicos" que desarrolla diciendo, "el poeta comunista Rafael Alberti fue el primer orador, leyendo unos poemas dedicados a Dolores Ibarruri, al pueblo andaluz y, por último, uno escrito durante la conferencia del partido refiriéndose a ciertos aspectos de la Semana Santa sevillana".
Otras crónicas son más asépticas sobre lo sucedido, "el acto comenzó con la lectura por parte del señor Alberti de unas canciones dedicadas a la Semana Santa sevillana, al pueblo andaluz y a la 'Pasionaria'". Esta, a su vez, dirigió un breve saludo a los asistentes afirmando su orgullo y alegría “por ser comunista”.
Y es que algunos de esos versos afectaban directamente a la Virgen de la Esperanza Macarena. La Macarena es símbolo de un barrio entero, obrero y trabajador. Sin embargo, es complicado desligar a la Hermandad de la dictadura de Franco dado que el general Gonzalo Queipo de Llano sigue enterrado en la misma basílica desde la que la Esperanza Macarena y el Santísimo Cristo de la Sentencia realizan su estación de penitencia.
Déjame esta madrugada
lavar tu llanto en mi pena,
Virgen de la Macarena,
llamándote camarada.
Flor del vergel sevillano,
sangre de tu santa tierra,
de la paz, no de la guerra,
jamás de Queipo de Llano.
Que tú no eres generala,
abogada del terror,
sino madre del amor,
lumbre que todo lo iguala.
Camarada, compañera,
de obreros y campesinos,
nunca de los asesinos
del pueblo que te venera.
Tú la representación
pura de la luz serena,
Virgen de la Macarena,
no de la provocación.
Muchacha de Andalucía,
la más clamorosa alhaja
de la sola cofradía,
de la gente que trabaja.
Este poema no sentó demasiado bien al sector conservador de la ciudad, entre los que se encontraba uno de los redactores de ABC de Sevilla, algo esperable, por otro lado. Este periodista, que firma como ‘N. de la R.’ se desahogó en un despiece de la propia crónica del periódico, "por su carácter insólito (…) publicamos en estas columnas unos versos tan desafortunados y fuera de lugar como los que recitó el poeta comunista Rafael Alberti".
Por si fuera poco esta introducción, este periodista continúa en las siguientes líneas arremetiendo contra Alberti, "que hubiera hecho en 1978 un poema a la Semana Santa sevillana con la calidad de la casi totalidad de su obra hubiera sido algo más insólito todavía (…) confundió la clave y se salió por chuflillas".
"Es realmente inédito este mal versificador semanasantero, más propio de las rondas de pescado frito y vino tinto de los peores rapsodas de tertulia que de una de las grandes cimas literarias de la Generación del 27. Los versos de Alberto son malos, hasta para ser versos de Semana Santa, donde circunstancialmente cualquier efectismo cuadra", prosigue la pieza.
Conforme avanzan las frases, el periodista también se va soltando en su crítica, "llamar ‘camarada’ a la Virgen Macarena o rimar los motivos del escudo comunista con la Caridad del Baratillo (¿o era la Piedad?) es, aparte de ripioso, desgraciado y lamentable".
Pese a ello, deja un final del artículo del que se pueden sacar bastantes reflexiones, "máxime cuando hasta ahora el partido para el que trabaja el señor Alberti se había distinguido por su respeto a la religiosidad popular andaluza. ¿Una locura de poeta o una nueva táctica de los comunistas andaluces?". Por si acaso y por si no había quedado claro, N. de R. se reafirma en su opinión, "mejor será pensar lo primero. Una locura de un poeta que hace mucho tiempo no es más que una triste caricatura del mismo".
Durante la pequeña opinión se hace referencia a la Hermandad del Baratillo, con sede en el Arenal. La Virgen de la Caridad procesionó hasta 2019 con un fajín de Franco. Alberti, 40 años antes, también le dedicó unos versos:
La Virgen del Baratillo,
sobre cuarenta costales,
sueña en la hoz y el martillo
para aliviar tantos males
Rafael Albertí también recitó poemas para las hermandades de Triana. Por ejemplo, el que se refiere a la Hermandad del Cachorro y más concretamente a su cristo, no hace referencia a nada que se pueda relacionar con el Partido Comunista. Distinto caso es el de la Esperanza de Triana, cuyo impacto fue mejor que el calificar de “camarada” a la Macarena, pero que también cuenta con su referencia a la izquierda:
Oh, Virgen de la Esperanza,
novia de los marineros,
yo sé que nada se alcanza
sin el cambo y los obreros.
Antes de entrar en Triana,
quiero que mires el sol
que ya sube en la mañana.
Comentarios (1)