Ha pasado algo más de un día desde que el PP provincial tratara, al menos por ahora, de neutralizar las consecuencias del aciago episodio que protagonizó su líder en Jerez el pasado jueves y de momento siguen sin producirse valoraciones oficiales, ni pronunciamientos públicos desde el partido. A la espera de que Antonio Saldaña comparezca públicamente tras su renuncia a la portavocía de Diputación de Cádiz –que no del grupo provincial del PP, por lo que tendrá 310 euros por asistencia a pleno y 154 euros por asistencia a comisiones informativas— y dé las oportunas explicaciones tras triplicar la tasa de alcoholemia y golpear conduciendo ebrio varios coches, hay cada vez más inquietud y movimientos en el seno de los populares jerezanos. El próximo 28 de mayo hay pleno municipal y las explicaciones tienen que estar sobre la mesa antes de esa fecha.
A nadie escapa que el castigo a Saldaña ha sido fundamentalmente económico, pues dejará de percibir la sustanciosa nómina de Diputación para cobrar del Ayuntamiento de Jerez, lo que provocará que alguno de los actuales beneficiarios de las liberaciones en el pleno municipal tengan que dejar de percibirlas. En octubre pasado, no sin cierto lío interno y después de garantizarse la portavocía en la Diputación de Cádiz el verano pasado, el dirigente del PP de Jerez comunicó, como está publicado, que la persona que pasaba a ser portavoz municipal era la edil Almudena Martínez del Junco, que también es diputada provincial. El portavoz del grupo municipal en la oposición cobra 40.100 euros por una dedicación total, pero en el caso de Martínez del Junco, que ejerce como abogada, esta cantidad se reducía al 80%, unos 32.000 euros brutos al año.
Ni dos meses después, a finales del pasado año, Del Junco, que apenas había tenido actividad ni un papel destacado en lo municipal, era relevada por Antonio Montero. Una crisis en el PP de Jerez que fue comunicada al Ayuntamiento de Jerez, demandando que el cambio tuviese efectos a 1 de enero de 2020, según adelantó lavozdelsur.es. Saldaña, que apenas percibía 236 euros menos que Mamen Sánchez gracias a su puesto en Diputación, valorado en más de 64.000 euros brutos al año y que también incluía chófer y coche oficial, tiene ahora un problema en el grupo, independientemente de que esté por ver cómo se digiere la eterna reunión del pasado domingo y la desconfianza que ha generado los movimientos a la desesperada para no dimitir de sus cargos públicos.
Desde enero pasado, Antonio Montero, que en el caso de que Saldaña hubiese dimitido estaba llamado a liderar la transición del partido tras la grave herida abierta, percibe el 80% del salario para permitirse seguir compatibilizándolo con su puesto como administrativo en el Departamento de Administración del Obispado de Jerez. En este tiempo tras las pasadas elecciones municipales, los populares jerezanos han exigido al gobierno municipal del PSOE más financiación para su grupo político, asegurando que existe un “pacto oculto” entre socialistas y Cs para discriminarles y que perciban menos recursos.
En medio de todo esto, este periódico ha podido saber por fuentes del partido que hace meses que Saldaña tiene sobre la mesa la petición de renuncia de su acta de concejal, y la consiguiente dimisión, de la edil Susana Sánchez Toro, que fue delegada municipal en el gobierno de María José García-Pelayo. La renuncia de Sánchez Toro, que lleva postergándose en el tiempo sin saber muy bien por qué, supondría en principio la entrada en la Corporación de Francisco Zuasti, número 10 en la lista con las que el PP se presentó a las municipales de hace ahora un año, aunque éste indica que ha renunciado, por lo que su puesto lo ocuparía Nausika Botamino, número 11. La mala tarde de Saldaña y los sucesos que han venido después han dinamitado el grupo municipal y van a precipitarse muchos acontecimientos que el partido en la ciudad había ido dilatando en el tiempo, caso del congreso local, que se celebró por última vez hace siete años y que debería renovar la ejecutiva y los liderazgos dentro del partido.
Pesos pesados del partido en la ciudad, a todo esto, asisten atónitos a los giros de guion que ha tenido el caso Saldaña. Miembros destacados del partido, que prefieren guardar el anonimato "para no hacer más daño", han asegurado que no entienden cómo se ha podido permitir una marcha atrás después de que la decisión estuviese comunicada el pasado fin de semana, "lo que demuestra que hay una dirección provincial cogida con pinzas, muy débil, y que es incapaz de asumir decisiones de calado". Asimismo, no entienden cómo Antonio Saldaña "puede mantenerse en el puesto como si nada, con la que está cayendo y con la imagen tan lamentable que está dando el partido". El líder de los populares en la ciudad, que ha entendido que "algún castigo" debía tener, ha aceptado la oferta del viernes pasado y, en cierto modo, ha salido refrendado por el partido a todos los niveles, tal y como pretendía. Otra cosa será si puede mantener esta situación o si realmente la gente tiene tan poca memoria que es capaz de olvidar un episodio de este calibre.
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