Calor y ruido. Son las dos palabras que mejor definen el debate electoral de las elecciones andaluzas celebrado en la noche de este lunes 13 de junio en Canal Sur. Los candidatos a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP); Juan Espadas (PSOE), Juan Marín (Cs), Macarena Olona (Vox), Inmaculada Nieto (Por Andalucía) y Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía) han acudido al plató de RTVA con los trabajadores del servicio de bomberos del Infoca concentrados a pie de calle el día más caluroso del año, y con el incendio de Pujerra aún activo.
"Andalucía avanza a pasos agigantados. Es una nueva forma de gobernar, más cercana, transparente y eficaz", dice el todavía presidente de la Junta de Andalucía en el primer minuto del programa, que Canal Sur ha titulado como El Debate Decisivo, si bien poco de decisivo parece haber tenido. El encuentro, presentado por Blanca Rodríguez y Fernando García, con una duración total de 110 minutos —igual que el celebrado el anterior lunes en RTVE—, se estructuró en tres bloques: políticas sociales (sanidad, educación e igualdad), economía, empleo y política fiscal y gobernanza (política territorial, financiación autonómica, pactos, desafíos de Andalucía y regeneración.
Los candidatos, con un tiempo máximo de cinco minutos en cada bloque, sucedieron sus intervenciones con continuas interpelaciones, que fueron más reposadas en el caso de los dos grandes favoritos a presidir San Telmo. Tanto el socialista Juan Espadas como el popular Juan Manuel Moreno Bonilla prefirieron centrar sus esfuerzos en evitar la réplica continua y presentarse como garantías de la moderación. No obstante, se replicaron entre sí. "Si quiere usted, me visto de vaca, así usted me escucha mejor", le dijo un Espadas naíf al presidente andaluz. Al otro lado, una Macarena Olona aún más agresiva que en la primera cita electoral televisiva, que confrontó directamente en varias ocasiones con la candidata de Adelante Andalucía, mentándole a Kichi, a quien llegó a acusar de "gastar en comilonas". "Tiene muy mal gusto", le respondió una Teresa Rodríguez que en alguna ocasión llegó a perder los nervios.
Despierta y con intervenciones directas hacia el presidente de la Junta, Inmaculada Nieto se encontró mucho más cómoda en un debate en el que Juan Marín (Cs) volvió a intentar marcar la diferencia. "Imbroda decía que nada está perdido hasta el último cuarto", llegó a decir, en recuerdo al ex consejero de Educación, fallecido hace unas semanas. Acertado en sus intervenciones, pero silenciado por el resto de candidatos, el cabeza de lista de la formación naranja no desaprovechó la oportunidad para desmarcarse de la ultraderecha. "Parece que la he tomado con usted señora Olona pero, ¿qué va a hacer con Canal Sur? Debería verlo. Dan toros, caballos y tradiciones populares. Es también para los suyos y es una empresa pública que está en el Estatuto de Autonomía", espetó. Algo diferente fue la defensa de la televisión pública de Teresa Rodríguez, que apeló a Arrayán y a La Banda en uno de sus alegatos de andalucismo, vestida con la camijeta de Lorca.
"¿Qué es la masturbación?", o cómo acabar con la educación sexual con tópicos y prejuicios
En el primer bloque del debate, relativo a las políticas sociales, la candidata de Vox volvió a sacar la educación en las aulas, bajo el fantasma del pin parental que la formación ultraderechista quiere establecer con el pretexto de que "los padres deciden". Con la excusa del libro que hablaba sobre la caza en el anterior debate y que reprochó al presidente de la Junta en plena intervención, Olona increpó a Moreno a leer un libro escolar que hablaba de educación sexual. “¿Qué es la masturbación? Es para llamar a la Policía Nacional. Han metido a la gente del parque en las aulas andaluzas”, dijo la candidata, refiriéndose a exhibicionistas, acosadores y violadores, con un discurso que además estigmatizó a la educación pública. “Es lo que le sucede a aquellas familias que no pueden pagar colegios privados”.
El candidato popular respondió tímidamente a Olona, a quien no llegó a corregir pese a una mirada que delataba la diferencia que les separa. "No, gracias, no quiero el libro. Lo que nosotros defendemos es la libertad para que las familias escojan sus centros. Usted me ataca con libros descontextualizados y la izquierda me ataca. Somos la moderación”, dice el mandatario andaluz. Fue Teresa Rodríguez quien citando a Woody Allen sacó a la palestra la masturbación “niños también”, para hablar de la educación sexual: “Lo que usted echa de menos son los colegios de curas diciendo que los niños si se masturban se quedan ciegos”.
El cerco hacia la candidata de Vox fue unánime, incluso por los candidatos de Cs y PP. "Usted no sabe lo difícil que es gobernar", le dijo Moreno, que intentó evitar que manejara los tiempos. "Señora Olona, haga usted su debate que yo haré el mío. Esto es un bolígrafo y no un camión", replicó hasta en dos ocasiones el candidato popular, que rechazó el intento de "destruir la autonomía" del discurso de Vox, acusando de "delirio" una posible vicepresidencia suya con Olona al frente de la Junta. Más cómico fue Juan Marín, que viendo que no tenía nada que perder —lleva así toda la campaña electoral—, respondió a Olona en mitad del debate sobre la financiación autonómica y la unidad territorial ante el ataque de esta sobre el buen hacer de las torrijas de Marín: "¿Usted sabe hacer torrijas, señora Olona?".
Teresa le pidió que guardara algunas para Kichi. No entraron mucho más al trapo Espadas y Nieto. El candidato socialista reprochó a Moreno Bonilla el “intento de eliminar la gratuidad en la universidad”, si bien no se entendió hacia dónde quería ir con el reproche, ya que la universidad sigue teniendo la bonificación del 99%, fruto del cambio del anterior Ejecutivo socialista. Espadas, que comenzó el debate algo nervioso fue de menos a más, desmontando lo que a su juicio es "propaganda" de Moreno Bonilla.
El despido de los 8.000 sanitarios del Ejecutivo PP-Cs volvió a salir en el debate, si bien en este caso las acusaciones fueron cruzadas. Mientras que el candidato popular puso el dedo acusador hacia PSOE y Por Andalucía y su cogobierno entre 2012 y 2015 —IU forma parte de la coalición—, la crispación y el ruido enturbecieron con datos de uno y otro lado la preocupante situación de la sanidad pública en la comunidad.
Los 246 'whatsapp' de Espadas y el deseo de gobernar de Nieto
Con gran acierto, el candidato socialista puso sobre la mesa por primera vez la cultura y abordó algunos casos problemáticos en el seno de la sanidad pública. No obstante, lo hizo de una forma muy particular. "246 personas me han escrito por WhatsApp para que le traslade sus problemas a usted, señor Moreno. Hay un hombre que vive en un tercero sin ascensor y le han dado cita para clínica del dolor para dentro de un año", explicó. Ante las acusaciones de una Olona que buscaba una y otra vez la crispación —prostitutas y burdeles, mediante—, Espadas fue tajante. "Respeto y un poco de educación".
En el ámbito económico, el protagonismo recayó sobre las diferentes lecturas de los datos de empleo, que Moreno Bonilla vendió como emblema de una recuperación económica solo comprada por Ciudadanos. Mientras que Juan Espadas e Inmaculada Nieto atribueron los buenos datos al Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos, Teresa Rodríguez puso el foco en la falta de industrialización y excesiva dependencia del turismo. "Enchufados, activistas y amiguetes" para Olona gran parte de los trabajadores de la televisión pública —y de la Administración andaluza dio a entender—. La candidata de Vox no fue capaz de aportar nada a las evidencias de las izquierdas: "Andalucía tiene el 18% de la población señor Moreno, pero el 26% de los desempleados. Más que cuando usted entró en el Gobierno", afirmó la candidata de Adelante, que llamó "negacionista" —del cambio climático— y puso de sobrenombre Iberdrolona a Olona, por sus acciones en la compañía energética.
Obviando de nuevo el discurso ultra de Olona, en política territorial parecían más las semejanzas que las diferencias. Ante un Moreno Bonilla que defendió una mejor financiación para Andalucía, Espadas reivindicó lo mismo en unas acusaciones mutuas que hablan más de intereses y reproches partidistas que de política real. El debate, superfluo y manido entre el socialista y el popular, fue bien resumido por Rodríguez: "Tienen razón los dos. No podemos confiar en aquellos que defienden los intereses de los partidos". Nieto tampoco dudó en recordar a Moreno Bonilla el superávit en la Junta: "Esto no es una maravilla de gestión. Si no hubiera habido un Gobierno central que aplicara recursos como los ERTE, habría habido lo mismo en la calle que hace diez años cuando estaba el PP en Madrid. Usted es un mal gobernante". En pactos, Nieto no dudó en su intención de querer entrar en un Gobierno andaluz —a lo Sánchez y Díaz en Madrid—, de igual forma que Marín y Olona hicieron lo propio con Moreno. Ambos no tuvieron respuesta.
En el ámbito territorial y próximo al final llegó uno de los momentos más surrealistas del debate, en el que Moreno Bonilla dijo que solo él y la candidata andalucista Teresa Rodríguez no tenían tutela en Madrid. "No dependo de ellos"; dice el actual presidente de la Junta, que busca distanciarse de la marca del PP para conseguir una mayoría que le lleve a San Telmo sin fisuras y problemas —a la derecha—. Ni Juan, ni Maca, ni Tere, ni Inma. Juanma Moreno, el nombre que hasta Canal Sur ha rotulado en el debate, ante el resto de candidatos con nombres y apellidos completos. Tal vez por eso de que Juanma suene más suavón, aunque esa música —que diría Olona— no sea del agrado de todos.