Desde hace unos meses, ni el General Varela, ni las palmeras adornan aquella plaza donde los jóvenes se reunían para tomar una cerveza con sus amigos. “Era un lugar de encuentro por donde se salía”, dice Patricia Cavada (1975), isleña y primera alcaldesa de la ciudad que la vio nacer. Sus tacones resuenan en el suelo de la plaza del Rey, donde años atrás también disfrutaba del ambiente y en la que sus ojos han visto manifestaciones y encendidos de árboles de Navidad.
La plaza recién estrenada, tras una remodelación marcada por una fuente con luces de colores, varios toldos en los laterales, bancos y césped artificial, luce imponente frente a las vías del Trambahía. A través de las ventanas del vagón, los usuarios contemplan un símbolo de San Fernando, municipio en el que esta licenciada en Derecho desea volver a tomar las riendas. Su mente ya sobrevuela ese esperado 28M, día en el que conocerá si la vida —y los vecinos— le brindan otra oportunidad empuñando el bastón de mando. Con una sonrisa, saluda a unas niñas que acaban de comprobar que la cara de la mujer de los carteles que presiden el entorno es la misma que la de la que acaba de pasar delante de ellas.
A su espalda, se erige el Ayuntamiento, ese edificio abandonado que quiso recuperar cuando en junio de 2015 llegó a la Alcaldía tras ser la fuerza política más votada. Desde entonces, se propuso poner en valor este Bien de Interés Cultural que, pese a ser el mayor edificio consistorial de Andalucía y el tercero más grande de España, permanecía cerrado. Sin vida, sin trabajadores y sin ese trasiego de turistas que, desde marzo de 2021 merodean por sus entrañas.
No hay cuadros colgados por las paredes en esta casa consistorial de estilo neoclásico que combina su condición de monumento patrimonial con la de sede administrativa. Al entrar, se percibe la abrumadora transformación que este edificio llevaba pidiendo a gritos durante 15 años. Resquicios del pasado fusionados con la actualidad que conviven tras una rehabilitación intensa en la que se han conservado todos los elementos originales.
La piedra ostionera caracteriza la estructura que fue ayuntamiento, sede de la Policía Local, sede del primer Tribunal Supremo de la Historia de España o cárcel. Patricia atraviesa los pasillos por los que anduvieron en 1810 los miembros de las Primeras Cortes Generales y Extraordinarias que, por entonces, ensayaron el juramento.
"Este edificio significa uno de los grandes objetivos conseguidos"
Al alzar la vista, una inscripción en la cúpula de la capilla donde antaño los presos escuchaban misa revela que fue construido en 1778. “Este edificio significa mucho para mí”, comenta la regidora y candidata del PSOE a la reelección desde el antiguo patio de la cárcel, que hoy alberga las oficinas de atención a la ciudadanía. “Ha estado cerrado en el corazón de la ciudad, pero en menos de un año de llegar a la Alcaldía firmamos el acta para su rehabilitación. Este edificio significa uno de los grandes objetivos conseguidos en estos mandatos”, explica Patricia, que mira a su alrededor, satisfecha por haber reorganizado a las delegaciones —antes esparcidas por el municipio-— en un mismo lugar.
El patio donde permanece no estaba cubierto y presentaba una solería de pavimento. Ahora, hay losas y no entran las gotas de lluvia cuando el tiempo hace de las suyas. También acoge una reja originaria de la cárcel que evoca a otras épocas. “El mejor espacio, el más amplio, y uno de los más significativos iba a ser para la ciudadanía, para que el tiempo que tengan que esperar o hacer gestiones con nosotros se sientan cómodos”, comenta la alcaldesa.
Bajo sus pies, hace años dormían aquellos hombres y mujeres que acababan encerrados por sus fechorías. Civiles que respiraban el aire que entraba por pequeños orificios por los que hoy se cuela la luz. Los calabozos mantienen sus bóvedas originales y esas pinturas que hacían los prisioneros quizá para entretenerse. Ellos dejaron una huella que Patricia observa tras adentrarse en el espacio de uso meramente turístico. Su voz hace eco en aquel lugar rebosante de historia en el que estuvo el mismísimo Camarón de la Isla una vez que se fue a pescar sin licencia.
El mítico cantaor no solo está presente por ser el nombre de su décimo álbum el del proyecto de arquitectura. El cuerpo del hombre de La leyenda del tiempo también estuvo en la Sala Capitular donde hace 30 años se emplazó su capilla ardiente.
En la primera planta, el edificio descubre rincones con encanto que Patricia recorre a diario. Una escalera imperial bajo unas claraboyas de madera arropadas por motivos azulados y trampantojos protagonizan una escena con la que alucinan cientos de visitantes. “Rompe con el estilo pero le da un aspecto de modernidad, que es un poco lo que tiene que ser este edificio. Respetar su historia pero tener la mirada puesta en el futuro”, explica Cavada. Después, se detiene frente a una mesa que no pasa desapercibida. Fue la que estuvo en la sesión de las Cortes y, sobre ella, hoy reposa una réplica de la Constitución de 1812 que está abierta por una página concreta.
El dedo de la alcaldesa señala el artículo 13, que recuerda que “el objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen”. “Nos gusta tenerlo presente y que la gente lo lea cuando viene de visita”, expresa mientras mira a un techo con “motivos preciosos”.
El enorme Ayuntamiento esconde salas, oficinas y el despacho, el lugar donde Cavada pasa más tiempo. Una impresionante sala mudejar que encandila a cualquiera por sus colores y por esas puertas secretas que más de una vez Patricia atraviesa para sorprender a los turistas y locales que conocen la sala capitular.
Entrar en este monumento histórico, digno de una de esas leyendas que envuelven a San Fernando, es “el reto del día” para esta isleña que concibe este emblema como el lugar “donde sé que todo se puede hacer realidad”. Con solo pisarlo, siente el trabajo que le queda por hacer desde su despacho y en el salón de plenos, totalmente circular y atípico presidido por una imagen que evoca al conocimiento. “A mí me recuerda a una escena de la película Yo Robot”, comenta al entrar en la sala donde las propuestas se llevan a debate.
La alcaldesa se sienta delante de un panel con “simbología masónica”. Es en ese salón donde se habla de la ciudad, que está a punto de desgranar tras colocarse una chaqueta verde a juego con el color del PSOE de Andalucía. “El verde identifica a San Fernando porque está rodeada de parque natural y es el color de Andalucía”, explica antes de detallar proyectos acabados y otros, que, si la ciudadanía se lo permite, finalizarán bajo sus siglas. Eso sí, pondrá toda su ilusión para que San Fernando funcione.
El proyecto siempre ha ido en serio. Yo me comprometí a que teníamos que dar una respuesta a una situación incómoda que se viene produciendo hace muchos años de esa convivencia entre el atletismo y el fútbol, porque al final ninguno tiene la autonomía en su propio espacio. Yo en el anterior mandato dije que teníamos que dar un paso firme en relación con el nuevo estadio, pero evidentemente dando una respuesta también al atletismo, que también tiene un número importantísimo de personas que lo practican. Es cierto que el grupo que dirige el club, un grupo de inversión árabe, decidió plantearme la propuesta de construir ellos mismos el estadio. Es cierto que iniciamos los trabajos de los que ellos se harían cargo, pero vino la pandemia, se paró. En el tercer año de mandato, nos trasladan que el grupo de inversión prefiere apostar en su financiación por una ciudad deportiva en relación al estadio. Entonces, es cuando yo le digo al San Fernando Club Deportivo que el Ayuntamiento asumirá la construcción del estadio para dar esa respuesta y además que le propone la cesión de 30.000 metros cuadrados en los suelos de Polvorines de Fadricas que hemos adquirido al Ministerio de Defensa para desarrollar Ciudad Deportiva. Ya estamos redactando el proyecto, está adjudicado y se está redactando tanto de atletismo como el de fútbol.
Bueno, simplemente es cuestión de poco tiempo. Ya hemos superado gran parte de los trámites que establece la normativa para hacer una modificación, en este caso del propio contrato adjudicado y de la solución constructiva que se va a aplicar. No se está cambiando el proyecto, se está cambiando una solución constructiva en relación al suelo para evitar tener problemas en el futuro. Una vez que se ha puesto al descubierto al realizar las demoliciones por la cuantía del contrato, pues los trámites son un tanto más complejos y farragosos, incluso con autorización del Consejo Consultivo de la Junta Andalucía. Espero concluir los trámites en breve y que este verano se renueven las obras de lo que será una de las obras de transformación urbana más importante, como uno de los parques más grandes que pueda tener la Bahía de Cádiz.
Bueno, yo espero que este verano se reanuden y a partir de ahí, 14 meses de obra en la que un descampado en un lugar privilegiado se convierta en un parque, zona verde para ocio, zona deportiva y también un edificio que llamamos El Astillero, porque es un homenaje a las antiguas naves industriales de construcción naval. Que sea un espacio para conciertos, para actividad lúdica, para realizar congresos, para realizar premios y también que se convierta en la caseta municipal cuando llegue la feria. Esta es una de las singularidades del parque, se transforma en recinto ferial, está diseñado como recinto ferial, además de parque.
En absoluto. San Fernando puede ser la ciudad que tenga un mayor número de bolsas de aparcamiento gratuitas por metro cuadrado y por habitante de toda Andalucía, sin ningún género de duda. En San Fernando tenemos dos aparcamientos subterráneos por los que hay que pagar. El resto son grandes bolsas de aparcamiento. Pero ahí está el reto. San Fernando aspira a ser una ciudad sostenible, peatonal y amable. Queremos ser la primera ciudad en aplicar el concepto de supermanzana en todo el municipio. Y para eso también es necesario poner en marcha, no solamente vías principales para los vehículos y liberar la mayoría de las calles para la peatonalización, sino también tener una potente red de aparcamientos tácticos que de alguna manera inviten a ir por vías principales, llegar a un aparcamiento táctico, aparcar fácilmente y a 15 minutos estar en tu destino caminando. Eso libera coche de las calles, pero facilita el aparcamiento. No prohíbes la circulación de coches pero sí facilitas que estén menos tiempo circulando por las calles, menos contaminación y sobre todo que también invitas a caminar. Vamos a convertir gran parte de descampados, muchos en nuestro actual PGOU con vocación de ser zona residencial, en aparcamientos.
Bueno, claro, San Fernando no tiene las suficientes plazas hoteleras porque ha sido una ciudad dormitorio que fue condenada por gobiernos anteriores, que prefirieron tener ingresos inmediatos y ser una ciudad donde se dormía, pero ni se vivía ni se invertía. Una ciudad que cada vez era menos atractiva. Lo que hemos hecho en estos ocho años es hacer una transformación profunda, dinamizando desde el punto de vista del turismo, utilizando lo que nosotros llamamos el meridiano cultural, en la que apostamos por equipamientos culturales. Hemos conseguido a través de los eventos, dinamizar la ciudad. Junto a eso, el turismo de sol y playa, convirtiendo la playa de Camposoto en un reclamo absoluto, dándole una marca, mejorando los accesos, dándole una identidad en los colores, en el equipamiento, la forma de los servicios. Eso ha hecho que nos ponga en el mapa, eso hace que hoy quieran venir a invertir y eso hace que venga más gente. Y junto con las personas vienen los inversores. A un inversor privado le interesa una ciudad que es dinámica porque vienen a hacer algún tipo de negocio. Antes, las cadenas hoteleras no tenían ningún interés en San Fernando. Hoy hemos revertido esa situación. Grandes cadenas hoteleras se interesan y ahora, permanentemente, mantengo reuniones con ellas y estoy segura de que una de esas dará frutos y San Fernando conseguirá tener equipamiento hotelero, no solamente en el centro.
"Queremos duplicar el número de metros de zona verde por habitante"
Queremos duplicar el número de metros de zona verde por habitante. Y lo vamos a conseguir, el desarrollo de la Magdalena son 125.000 metros cuadrados, el desarrollo del parque en Fadricas, el parque en la avenida Constitución, que se suma al de Villa Maruja, que son 30.000 metros cuadrados. Y por supuesto, también los polvorines. Estamos hablando de un gran parque que tiene aspiración de ser un parque para la bahía, por el enclave, por las vista, por la historia. No solamente se trata de plantar árboles. Los parques llevan infraestructuras, canalizaciones para las aguas pluviales, llevan la mejora de los senderos y la adecuación de los mismos. Hemos ampliado las praderas, hemos cambiado el mobiliario urbano, más cómodo más sostenible, hemos ampliado el número de árboles, parques infantiles. Todo eso al final hace que haya una mejor calidad urbana, una mayor amabilidad de la ciudad, la gente sale más, hacen más convivencia.
La cavadaneta es una herramienta que tenemos para poder llegar a la ciudadanía. Yo llevo meses tomando cafés con grupos de personas que me invitan en sus casas en cafeterías. Ellos mismos se interesan, hacen un grupo, nos reunimos y hablamos de la ciudad. Hemos hecho balance de todos los proyectos que hemos realizado y hemos ido contando los nuevo. Cuando ha llegado ya la campaña, hemos utilizado una furgoneta de food truck que llevamos a los distintos barrios donde nos sentamos y trasladamos cuál es el proyecto de ciudad que queremos.
Si alguien sigue la política que he hecho durante estos ocho años o sigue las campañas que hago, yo creo en la política en positivo. Cuando estoy en la administración gobernando, creo en generar alianzas con otras administraciones, sean del color político que sean. Y cuando hago campaña creo que lo que debemos hacer es contarle a la ciudadanía qué es lo que vamos a hacer por esta ciudad y por qué queremos que nos apoyen. Entrar en la confrontación, en la denuncia, en la crítica fácil o que simplemente persigue buscar un hueco quizás en los medios porque no tengas una propuesta atractiva que ofrecer, no le hago caso, la verdad.
Comentarios