Miguel Ángel Revilla, expresidente de Cantabria, ha calificado como "injusto y mezquino" que el rey emérito, Juan Carlos I, demande a un "ciudadano de a pie" como él. En su declaración, Revilla se ha mostrado sorprendido por la querella y se ha preguntado por qué el rey no había emprendido acciones legales contra otras personas, como Bárbara Rey o Corinna, quienes también han realizado declaraciones comprometedoras sobre su figura.
Revilla ha relatado que, al enterarse por los medios de comunicación de la reclamación judicial del rey emérito, pensó inicialmente que se trataba de un "bulo". No obstante, ha afirmado que fue su esposa quien le confirmó que la información era cierta. Hasta el momento, el expresidente no ha recibido ninguna notificación oficial sobre el proceso legal.
El líder del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) asegura que, debido a su malestar con esta situación, ha decidido designar al abogado José María Fuster Fabra para que se encargue de su defensa. Fuster Fabra, abogado de origen catalán, es descrito por Revilla como un amigo personal y un militante del PRC desde hace años. A partir de ahora, será el encargado de comunicar cualquier novedad en el caso.
Revilla ha ofrecido estas declaraciones en una rueda de prensa convocada específicamente para abordar el acto de conciliación solicitado por la abogada del rey emérito, Guadalupe Sánchez. La abogada, que también representa a Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha solicitado 50.000 euros a Revilla por manifestaciones que considera "injuriosas". Este acto de conciliación es un paso previo a la posible interposición de una demanda.
Aunque el expresidente aún desconoce los detalles exactos de la reclamación legal, sospecha que podría estar relacionada con su reciente libro "Por qué pasa lo que pasa", en el que dedica un capítulo al rey emérito. En dicho capítulo, Revilla aborda temas de corrupción y menciona de manera crítica a figuras como Rodrigo Rato, Eduardo Zaplana y Juan Carlos I.
Las críticas en el libro
A pesar de las duras críticas realizadas en su libro y en otras ocasiones, Revilla asegura que no ha mentido ni inventado nada en sus declaraciones. Reconoce que, en el pasado, consideraba al rey emérito un "mito" y lo veneraba, pero que, con el tiempo, ha conocido aspectos de su vida que, a su juicio, no son "nada ejemplares". Revilla destaca que el hecho de que Juan Carlos I se haya declarado "apátrida fiscal" le parece especialmente reprochable, dado su papel como exjefe de Estado.
El expresidente de Cantabria ha incidido en que, para él, ser patriota no se limita a exhibir una bandera, sino que incluye responsabilidades cívicas como el pago de impuestos. Sin embargo, ha evitado profundizar demasiado en sus críticas durante la rueda de prensa, con el fin de no avivar más el conflicto en torno al acto de conciliación.
Revilla, visiblemente molesto por el proceso legal en su contra, reitera que no ha incurrido en falsedades en sus declaraciones. Aunque aún no tiene claridad sobre las bases exactas de la reclamación de Juan Carlos I, el expresidente considera que la querella podría estar motivada por su postura crítica hacia el monarca, especialmente a raíz de su libro y otras intervenciones públicas.