Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía, habla en esta entrevista para lavozdelsur.es de la situación de pandemia que azota al país y los retos de la comunidad. La entrevista se realizó en la mañana del viernes 8 de mayo, horas antes de que el Gobierno anunciara que mantenía el confinamiento en las provincias de Granada y Málaga, contra el criterio de la Junta. Durante la primera parte de la entrevista, Marín habló del impacto que tendrá el coronavirus en el turismo andaluz. Esta es la segunda:
Esta semana, el Tribunal Constitucional ha suspendido la vigencia del decreto de simplificación de procedimientos administrativos. Hay quien indica que esto permitirá un nuevo pelotazo urbanístico andaluz.
Yo no soy comentarista de lo que dice la gente. Atiendo a los actos. El Gobierno de España lo que ha impugnado es un artículo del decreto, que nada tiene que ver con el sector turístico. Los medios pueden decir lo que crean conveniente. No comento esas decisiones. El Gobierno ha llevado al Constitucional una impugnación por competencias, que afecta a la Ley de Patrimonio, a los BIC, como iglesias o monumentos, y otra impugnación porque cree que invade competencias en materia de medios de comunicación, de contratos con emisoras locales y su adjudicación. Este decreto es algo que estaba esperando Andalucía desde hace 14 o 15 años, para que la gente tuviera menos problemas para abrir un comercio. ¿Quién está en contra de no tener que esperar nueve meses? No sé quién puede estar en contra. O para hacer una rehabilitación en casa, que baste con una declaración responsable.
Pero el modelo andaluz, el cambio de modelo económico, ¿pasa por ese decreto?
No, para nada. El modelo económico pasa por una reestructuración, por agilización de trámites, por inyectar incentivos con rebajas fiscales a los autónomos, emprendedores, por un plan de empleo que por cierto el Gobierno nos ha retirado… Es muy ambicioso, que tú mañana vayas a cambiar un tabique y hagas una declaración responsable lo es. Eso es lo que están pidiendo todos, no el sector inmobiliario. Y también cuando hablamos del sector turístico. Que la Junta emita un informe no vinculante y tarde meses, un año, para la autorización o no de un campo de golf... Si no es vinculante, ¿para qué esperar? Ahora, si se van a recalificar en suelo urbano, para convertirlo en uso residencial, yo sería el primero en contra. Lo que se quiera comentar, lo dejo a criterio de cada uno. Lo relacionan con cosas que nada tienen que ver. Léase el decreto, vea la impugnación del Gobierno.
El modelo económico andaluz pasa por una reestructuración, por agilización de trámites, por inyectar incentivos con rebajas fiscales a los autónomos, emprendedores"
¿Hay un plan b para evitar la dependencia del turismo en la economía andaluza? Le pongo el ejemplo del PTA de Málaga, con una enorme fuerza del sector tecnológico, no sé si replicable a otras provincias como Cádiz, que tiene un parque en Jerez, por ejemplo.
Creo que hay que realizar un cambio de mentalidad para ver qué sectores son capaces de dar músculo, como el agroalimentario, el aeroespacial, el tecnológico, y poner a trabajar la sociedad del conocimiento, desde el ámbito de la universidad. Y desde lo público pero con colaboración privada. Si no, no tenemos futuro. Hay que aplicar políticas de países del centro y el norte de Europa. Andalucía no puede tener ocho millones de funcionarios, hay que adaptarse, estamos en el siglo XXI. Y ahora, si no apostamos por la investigación, por estas actividades productivas, creo que nos estaremos confundiendo. Esta crisis nos tiene que enseñar que no íbamos por el buen camino. En el caso del PTA de Málaga, está lleno de empresas punteras desde hace muchos años, se han dado condiciones urbanísticas y fiscales. Paco de la Torre ha hecho bien su trabajo. En otros puntos se han llevado a cabo proyectos no viables. Para estos proyectos hacen falta buenas comunicaciones, como el ferrocarril. Hay provincias especialmente perjudicadas, como Cadiz, con el segundo puerto de mercancías de Europa y para la que no se ha invertido, ni antes Rajoy ni ahora Sánchez. Mire, el dinero no tiene patria ni color. Los inversores invierten para ganar dinero. Si no apostamos por las empresas, ¿quién lo genera? ¿Quién paga? Ha llegado el momento de racionalizar, saber lo que funciona. Y más ahora, que gran parte del gasto va a ser sanitario.
¿El gasto va a ser sanitario?
Confío en que esta situación sea un punto y seguido, y probablemente muchos vuelvan a la normalidad. Pero nos ha hecho ver a todos lo vulnerable que es el ser humano ante un enemigo invisible, y eso nos tiene que hacer tomar decisiones.
Entre ellas, apoyar o no un estado de alarma. ¿Qué habría decidido usted? ¿Hay que negociar algo si se piensa que es bueno para la ciudadanía?
Hubiera apoyado en la misma dirección, con el mismo sentido, que Inés Arrimadas. Llevaba 17 días sin hablar con Pedro Sánchez porque él no quería.
Entiendo la especulación y la demagogia, pero en Ciudadanos hay unanimidad"
Esta semana se quejó de que el Gobierno hablaba de consenso con las autonomías cuando les habían mandado unos borradores apenas unas horas antes y no tuvieron tiempo de decidir. En ese contexto, ¿había algún plan por si no había acuerdo?
Hoy me han hecho lo mismo. Me han llegado a las 11 para una reunión por la tarde. Por eso, ¿hay posibilidad al menos de expresar una opinión? Sobre el estado de alarma, nosotros estábamos preparados por si el 9 de mayo se acababa. Es nuestra labor, ¿para qué ibamos a esperar? Estábamos preparados, y luego, que cada uno explicara su voto y por qué. Esto es Andalucía. En Madrid, el Gobierno lo conforman no sé ya cuántos partidos: el PSOE, Podemos, el PNV... Que cada uno explicara su voto, pero aquí estábamos preparados. No conozco el lenguaje de las señas. Las reuniones de los domingos en las que está el señor Moreno Bonilla son del presidente delante de una pantalla diciendo que va a hacer algo y "me importa un pimiento".
¿Había plan para una llegada de personas a segundas residencias, por ejemplo?
Hubiéramos estado preparados para todo, con las camas UCI establecidas. Este grupo, Cs, sí entendía que no existían garantías suficientes para no prorrogar el estado de alarma, pero en Andalucía estábamos preparados.
Una decisión que ha generado divisiones y hasta renuncias en su partido. ¿Echará de menos a Juan Carlos Girauta?
En el plano personal, lo echo de menos. Hablo con él a menudo. Dicho eso, es una persona y sus decisiones personales son suyas. Va a seguir colaborando con el partido. Otra cosa es que haya tomado una decisión sobre ser afiliado. No hay ruptura porque se den de baja. La asamblea de Cs aprobó el pasado fin de semana todo por unanimidad. Entiendo la especulación y la demagogia, pero hay unidad.
Juan Marín. FOTO: Juan López-Cepero - Cs
El caso más trascendente quizás sea el de Juan Cassá, candidato de Ciudadanos a la Alcaldía de Málaga que se da de baja y amenaza con acabar con la Alcaldía de Francisco de la Torre. Ustedes incluso le han pedido el acta, pero no la ha entregado.
Pero no se la pedimos ahora. Es que cualquier cargo de Cs firma una declaración jurada para dejar su cargo público si abandona el partido. A mí él no me ha dicho nada. He escuchado por la prensa que dimitía. Por qué lo ha hecho, no lo sé, si por A o por B.
Por otro lado, hay tensión pública en Madrid por la prórroga de la alarma, o desde el día en que se votó. ¿Peligra el pacto andaluz?
No. Es un pacto muy sólido y serio. Con las diferencias entre los dos partidos, que somos distintos, pero buscamos lo que nos une. El pacto goza de una salud a prueba de bombas. Cuando veo alguna diferencia, hablamos y lo resolvemos, buscamos una alternativa. Algunos están en elecciones permanentes, yo no. Tras la noche electoral, siguen mirando las encuestas, yo nunca. De haberlo hecho, nunca me habría presentado.
¿No capta en la sociedad cada vez más desafección, cabreo, posiciones más enquistadas?
No tengo esa sensación. Creo que a los españoles hoy les interesa más la política que antes, valoran cada decisión. Si no, no se producirían alternancias. He visto mucha cercanía. Nunca pensé que recibiría los mensajes de ánimo y apoyo que recibo, aunque también las criticas, que no son malas. Me enorgullece que haya una población exigente.
Hay un asunto que ha salido a la palestra por unas declaraciones de su consejero de Educación, Javier Imbroda, sobre el MIR educativo, sin oposiciones. Parece que es ahora cuando se plantea ponerse en marcha.
Javier es un crack. En este momento lo que toca es que hay oposiciones convocadas. Hay que reforzar la educación, hay que cambiar ese índice de fracaso escolar. Pero Javier es una persona que lo hace desde el consenso con la comunidad educativa, esa es su línea. Algunos entienden la educación como herramienta política. Cada vez que hemos planteado un pacto educativo, nos dicen que no. También en el Parlamento antes con el PSOE y con el PP. Javier es un tío muy comprometido, siempre abierto al diálogo.
¿Pero se viene una revolución?
En absoluto, no es una revolución. Es un cambio permanente, dialogado y que sea inteligente.
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