Espadas y el "ahora eso no toca": los críticos se mueven sin liderazgos claros tras el derrumbe del 'susanismo'

Los dirigentes que quieren fuera al actual secretario general tienen el reto de encontrar un liderazgo alternativo, que contente a sensibilidades muy dispares y a Ferraz. Espadas tiene opciones de ser el candidato en 2026

Juan Espadas, en una concentración por la sanidad, esta semana.
Juan Espadas, en una concentración por la sanidad, esta semana.

El tuit de Mario Jiménez, parlamentario andaluz, en el que pedía abiertamente la renovación de la dirección andaluza este lunes, no fue un 'calentón' tras el barómetro del Centra que sigue situando al PSOE muy lejos de la Junta de Andalucía, cuyo Gobierno perdió hace ya seis años. La pregunta era si había agua en la piscina. Y la hay. Pero aún necesita ponerse en pie, una gran estrategia. Este jueves, en Huelva, ha pedido que no se manden "mensajes en el aire", y que los dirigentes eviten "el ruido". Siete alcaldes y una decena de ex altos cargos en Córdoba reclaman cambios.

El actual contexto del PSOE-A es que ve a día de hoy casi imbatible a Juanma Moreno. No imposible, aunque mucho por hacer. Quedan menos de dos años para las elecciones y por más que los socialistas intentan señalar los evidentes problemas en sanidad, educación o dependencia, y por más que el mensaje cala —el barómetro del Centra sitúa la sanidad como el segundo problema que más preocupa a los andaluces—, no se capitaliza. Incluso cuando más andaluces se declaran de izquierdas que de derechas en el mismo barómetro. 

Todo eso, lógicamente, genera frustraciones en el PSOE en diferentes niveles. Tras las derrotas electorales de las municipales y las europeas, solo salvadas por la estrecha victoria de Pedro Sánchez hace un año para lograr mantenerse en La Moncloa, el panorama sigue siendo negro en las capitales y principales ciudades andaluzas. Sin un PSOE andaluz fuerte, muchos entienden que le esperan más derrotas en el futuro en sus respectivos territorios, así que por propio interés en sus agrupaciones, en sus localidades, en sus provincias, necesitan un nuevo acicate, algo que detenga una posible nueva mayoría absoluta de Juanma Moreno y arrastre hacia la victoria popular en otros procesos electorales. 

La cuestión es que esos descontentos particulares, esa actitud crítica hacia el liderazgo de Juan Espadas, se traduzca en una candidatura alternativa de cara al congreso regional. Pero Manuel Chaves, en un acto en Jaén, lanzó un mensaje que es la gran clave: hasta que no se celebre a finales de noviembre el congreso federal, nada. Ahora no toca. Una vez que Pedro Sánchez vuelva a ser proclamado secretario general del PSOE a nivel estatal, y renueve su dirección, hoy en manos de Santos Cerdán, habrá que ver cuánto poder tienen los críticos.

Por eso, por el momento, Juan Espadas es intocable. Mantiene apoyos importantes de líderes del partido. Y mientras Pedro Sánchez no manifieste lo contrario, Espadas también tiene de su lado al presidente del Gobierno. Eso puede cambiar en cualquier momento y los socialistas de toda Andalucía lo saben. 

Asimismo, hay que recordar que los críticos se mueven en un terreno inestable. Están obligados a unir fuerzas, pero provienen de multitud de orígenes, y algunos incompatibles entre sí, con cuitas o desavenencias históricas dentro de cada provincia. Para prosperar, esa corriente crítica necesita un liderazgo claro, que se proponga un nombre como alternativa a Juan Espadas. Y ese nombre no existe actualmente. Faltan caballos ganadores para hacer frente a Juanma Moreno. 

Además, para conformar una lista que abroche liderazgos a lo largo de las provincias, hay que contentar a Ferraz. No cuadra ningún movimiento que moleste a Pedro Sánchez. Los militantes y los cargos socialistas así lo piensan. A día de hoy, más allá de declaraciones en tertulias televisivas, lo cierto es que el susanismo no es una corriente en el PSOE andaluz. Nada de susanismo sin Susana, ni una candidatura que cuente con el apoyo de la trianera. Los críticos no se moverán en esa clave, que forma parte de un pasado que pocos querrán rescatar. Eso es lo que dificulta más el escenario, que todo está por construir.

Es difícil prever qué ocurrirá. Pero la mala perspectiva electoral, sentir que quien dé el paso a presentarse en 2026 tiene las de perder, descarta muchos liderazgos. Con eso, la posibilidad de que Juan Espadas sea el candidato dentro de dos años es completamente real. Sánchez solo tendrá que no hacer nada para que eso suceda. Podría darse el caso de que, directamente, al congreso andaluz de febrero se acudiera con una sola lista, la de Espadas, por la incapacidad de los críticos de conformar una lista propia y con opciones reales. Sánchez ha demostrado ser impredecible. Así que, seguramente, ni siquiera él sepa aún qué pasará. Y, en principio, Espadas se comerá las uvas como líder del PSOE-A. Y entre medias, seguirá pidiendo a sus compañeros que se centren en la oposición y no en el ruido, en "estar con los problemas de la gente". Porque de lo otro todavía no toca.

Sobre el autor:

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Pablo Fdez. Quintanilla

Subdirector de lavozdelsur.es. Graduado en Derecho por la Universidad de Cádiz, licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria en cabeceras de Grupo Joly, con varios años de experiencia también en empresas de marketing.

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