Juan Espadas le advirtió a Juanma Moreno en el Parlamento este pasado mes de octubre de que el PP acabaría fuera del Gobierno andaluz por la situación de la sanidad. Los próximos presupuestos de 2025 de la Junta incorpora 1.000 millones respecto a 2024. La mitad de lo que se incrementa el global de las cuentas andaluzas. De la tarta completa, el 31,22% de los recursos andaluces irán destinados a la Consejería de Salud: 15.247 millones de euros.
El PSOE insiste en que la sanidad pública nunca ha estado peor. La sensación en la ciudadanía es esa. Porque a la pregunta de cuál es el primer problema de Andalucía, la segunda respuesta espontánea más común es la sanidad, solo por detrás del paro, según el barómetro del Centra, elaborado por la propia Junta. Y los socialistas dicen que son el partido más útil y que mejor conocen las necesidades de los andaluces. Pero, por primera vez, este mismo mes de octubre, se han abierto dos grandes frentes que pueden empezar a calar en la opinión pública andaluza: dos acusaciones contra la Consejería de Salud. Uno, impulsado por una denuncia del PSOE, ha acabado con la imputación de la gerente del SAS y los otros dos predecesores que han formado parte de la etapa de la presidencia de Juanma Moreno. El otro, el abuso de la contratación menor en 2021.
Con estas acusaciones de mala gestión, cuando no directamente de corrupción, muchos socialistas creen que, al fin, tienen algo de calado para convencer a los andaluces de que Juanma Moreno no es un buen presidente. En las últimas elecciones, el PP barrió con mayoría absolutísima. El PSOE, antes de estos dos casos, estaba lejos de dañar esa mayoría: el PP no pierde apoyos en la Junta, y si no lograra la absoluta, aún quedaría la posibilidad de un pacto con Vox. O sea, que dos derechas sumarían más que tres izquierdas y Moreno, en 2026, por una vía o por otra, repetiría como presidente. Pero, viene a preguntarse el PSOE, ¿qué pasa cuando además de que la sanidad pública no funcione, además hay una causa judicial? ¿Servirá para cambiar la tendencia?
Con ese contexto, el PSOE andaluz se acerca al momento en que deberá elegir secretario general. O Juan Espadas repitiendo, o una lista alternativa. Los críticos se mueven. Lo confirmaba el parlamentario Mario Jiménez, exportavoz del grupo: "Efectivamente, Noel, el equipo en el que trabajo ya es la alternativa". Esto le respondía a Noel López, también parlamentario, en redes sociales cuando éste le venía a afear a Ruiz Boix que pidiera una "reflexión" sobre el liderazgo de Juan Espadas. lavozdelsur.es ya explicó hace semanas que había llegado el tiempo de los 'fontaneros', de las llamadas fugaces y los encuentros para palpar entre las distintas familias de cada provincia y agrupaciones locales si, en el momento en que tocara pronunciarse para el congreso regional, iban a apoyar a Espadas o no.
Y aunque las sucesivas derrotas electorales anticiparan desazón en el socialismo andaluz, lo cierto es que Espadas no está solo. En Cádiz, justo donde Ruiz Boix se convertía en el primer secretario provincial en realizar una contestación pública a Espadas, eso es lo que ha servido para que otros se alineen.
El alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana, en la cadena SER, se alineaba con el secretario general, en contra de su líder provincial: "Creo que no ayuda en nada. Reflexión sobre el modelo y proyecto, sí. Reflexión sobre quién debe ser el líder, ahora mismo está claro quién tiene que ser el líder". Ruiz Arana es vicesecretario provincial, y con esta entrevista avisaba que Cádiz no está alineada.
La parlamentaria Irene García, exalcaldesa de Sanlúcar, se sumaba a ese apoyo: "Es el momento de afianzar el proyecto político liderado por Juan Espadas, que está siendo capaz de poner contra las cuerdas a un gobierno indolente con la ciudadanía, con una gestión opaca y dañina para nuestra tierra". Desde el mismo grupo parlamentario, Rafa Márquez, compartía que justo ahora empiezan a hacer mella en Juanma Moreno. "Cuando empieza a ser eficaz nuestra labor de oposición, hemos recuperado la interlocución con los colectivos y estamos construyendo un proyecto alternativo para Andalucía, ¿vamos a empezar de cero?". Y aunque sea propio de un lenguaje virtual, de redes sociales, el alcalde de Chiclana, José María Román, retuiteaba estos mismos mensajes. Román es un histórico, un peso pesado, un alcalde consolidado, y cuando habla, unos y otros escuchan.
A todo esto, existe en Cádiz un nutrido grupo de representantes que prefieren esperar para ver qué ocurre y pronunciarse, que no están cómodos pensando en batallas internas cuando aún quedan meses para el congreso provincial, y que están centrados en gestionar desde Alcaldías o de plantar una batalla de la oposición más que en cuitas. Serán fundamentales para movilizar a los más de 4.500 militantes del partido en la provincia.