El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respondió con sarcasmo este miércoles al diputado del PP Rafael Hernando, quien le preguntó a gritos por el estado de su mujer, Begoña Gómez, actualmente investigada en un caso de presunto tráfico de influencias. "La mía muy bien, ¿y la suya?", replicó Sánchez, desviando la atención hacia la vida privada del parlamentario popular.
El intercambio se produjo durante un pleno en el Congreso, donde Hernando, conocido por su tono agresivo en el hemiciclo, lanzó la pregunta sin previo aviso. Sánchez, manteniendo la calma y con una sonrisa, primero bromeó: "¿Qué tal, señor Rafael Hernando? Le teníamos antes en el Senado, ahora está en el Congreso. Le echaba de menos". Tras insistir en que su esposa estaba "estupendamente", cerró el diálogo con un "perfecto, pues así estamos", mirando directamente al diputado, quien respondió con una sonrisa forzada.
Hernando, diputado por Almería y figura polémica por sus enfrentamientos verbales, contrajo matrimonio hace 25 años con Elisabetta Bracco Estrada, una italiana natural de Milán. Sin embargo, recientemente, El Mundo reveló que mantiene una relación con Silvia Perucho Prieto, tripulante de cabina de Air Europa.
El caso Begoña Gómez y la denuncia de Manos Limpias
El episodio ocurre en un contexto delicado para Sánchez, cuya mujer está siendo investigada por el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, a raíz de una denuncia presentada por el sindicato Manos Limpias. El grupo acusa a Gómez de presunto tráfico de influencias por supuestamente avalar a empresarios en licitaciones públicas aprovechando su condición de esposa del presidente.
El magistrado Juan Carlos Peinado admitió la denuncia sin requerir informe fiscal y ordenó diligencias preliminares. Según la acusación, Gómez habría utilizado cartas de recomendación firmadas por ella para favorecer a empresas en concursos públicos, algo que el entorno de la investigada niega categóricamente.
En diciembre de 2024, Gómez compareció por tercera vez ante el juez, aunque esta vez optó por responder únicamente a las preguntas de su abogado, el exministro socialista Antonio Camacho. Negó haberse apropiado de marcas comerciales relacionadas con la cátedra universitaria que codirigió, así como cualquier ánimo de lucro.
Gómez aseguró no tener conocimiento de las licitaciones vinculadas al empresario Juan Carlos Barrabés hasta que fue imputada. Su defensa insiste en que no intervino en procesos administrativos y que las acusaciones carecen de fundamento.