No hay 'turismofobia' en Andalucía. Y si la hay, es residual. Es lo que viene a decir la encuesta presentada este lunes por la Junta de Andalucía sobre la Percepción de los Residentes hacia el Turismo en Andalucía, un estudio que combina la realización de seis 'focus group' para el análisis cualitativo con un total de 3.200 encuestas realizadas presencialmente en 32 municipios andaluces, según señala el Gobierno andaluz.
El consejero de Turismo, Arturo Bernal, ha sido quien ha presentado los números. El objetivo era conocer el verdadero sentimiento de los andaluces, porque, según Bernal, la percepción está "distorsionada", mientras que con la encuesta se palpa "de primera mano a los andaluces que viven en municipios turísticos y saber qué piensan sobre esta actividad que el año pasado generó 26.000 millones de euros y atrajo a 34,2 millones de personas".
El primer dato relevante se plantea casi como una obviedad: el 91% de los encuestados considera que el turismo "genera riqueza y es un motor fundamental de nuestra economía". Y el consejero lo argumentaba: "La inversión hotelera en ejecución de nuevas obras o reformas ha crecido un 85,3%, hasta los 1.421 millones de euros". El 88% de los encuestados considera que el turismo mejora la economía local.
Pero va a más. Porque esa huella, dice el estudio, es percibida como netamente positiva. "El turismo ayuda a mejorar el prestigio e imagen de sus municipios y aumenta su calidad de vida, además de contribuir a la conservación y revalorización del patrimonio cultural (81%) y natural (77%)". Todo, cuando se reconoce en que en ocasiones ese turismo genera "inconvenientes, en los que el Gobierno andaluz, los municipios y las empresas trabajamos de la mano para minimizar".
El consejero, eso sí, ha insistido en que la sensación de que los centros de las ciudades se están vaciando de autóctonos en favor de los turistas es incierto: "No tiene que ver con la tendencia actual generada o motivada por el turismo". Y que cuestiones como el aumento de precios del alquiler tampoco tiene causa en el turismo: "No es justo culpar siempre al turismo, hay una leyenda negra que nos acabará engullendo a todos". Al contrario, el efecto, dice la Junta, es positivo, "para incentivar la recuperación, rehabilitación y dinamización económica de estas zonas".
A este respecto, ha abundado que, si bien un 42% de los andaluces sí lo relaciona, también se culpa al Gobierno central. Bernal habla entre los andaluces de un "amplio consenso existente en los efectos negativos que ha provocado la Ley estatal de Derecho a la Vivienda, que ha aumentado de forma considerable el número de viviendas vacías".
La tasa turística, rechazada
Hay claves que sí apuntarían a esa preocupación sobre el efecto en el centro de las ciudades: el 88% de los encuestados está de acuerdo con promover una mejor distribución de los turistas a lo largo del año, el 65% apoya la distribución de los visitantes en todos los barrios y el 82% respalda la inversión en otros sectores.
La respuesta andaluza es la siguiente: "La estrategia de desestacionalización el Gobierno andaluz y la creación de nuevos focos de atracción turística en todo el territorio que generen empleo, fijen la población al territorio en el ámbito rural y contribuya al desarrollo de Andalucía". Y que "el 31% está de acuerdo con limitar la oferta de apartamentos turísticos", por lo que ha considerado que este asunto, y la tasa turística, "no son temas especialmente relevantes para la ciudadanía"
Una de las conclusiones del informe es que los andaluces, mayoritariamente, no estarían a favor de aplicar una tasa turística, un cargo por cada noche de alojamiento en las localidades andaluzas: "Tan solo el 16% ve bien aplicar un impuesto a los turistas", dice la Junta.
Por todo ello, la Junta se siente respaldada en su política actual con respecto al turismo, con cosas a mejorar, sobre todo en materia de convivencia o en esos otros inconvenientes mencionados por Bernal, pero que todo irá a mejor con la futura Ley del Turismo. "Incidirá especialmente en la sostenibilidad", ha dicho, "a través de una estrategia que responda a un modelo de gestión inteligente y a las actuales demandas del mercado, con una planificación a largo plazo del territorio, sus infraestructuras y servicios".