Si hay un buen sueldo como cargo público que, además, no implica desgaste de gestión, ni de visibilidad pública ese es el de presidente de Paradores. Este pasado miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido nombrar a su ex ministra de Transportes —donde colocó al pucelano Óscar Puente—, Raquel Sánchez, al frente del ente público que gestiona la red de hoteles de lujo del Estado.
A esta representante del PSC, sin duda, le ha tocado el gordo, pues serán 200.000 euros brutos al año entre salario (157.507,92 euros) y variables lo que se embolse por gestionar el operador público.
Un organismo en el que releva a Pedro Saura, que se marcha a ejercer la presidencia de Correos —en sustitución de Juan Manuel Serrano—. Tras quedar fuera del Consejo de Ministros, Raquel Sánchez es nombrada en el puesto más apetitoso que puede recibir un exministro.
Según CCOO, la empresa pública hostelera, con unos 4.700 empleados, tiene unos salarios base medios para la gran parte de la plantilla de entre 12.000 y 13.000 euros anuales, por debajo del SMI. A esa cantidad fija se les añade una llamada prima de producción según las habitaciones que se vendan, su precio y la categoría del trabajador, lo cual completa la retribución para que llegue o supere el SMI. La situación en cambio provoca que trabajadores que hacen las mismas funciones tengan diferencias de hasta 500 o 600 euros mensuales dependiendo de en qué Parador trabajen, denuncian los sindicatos.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Andalucía también lamentó que el 25% de la plantilla de Paradores en Andalucía, que agrupa a 16 establecimientos en la comunidad, "es temporal", lo que supone la "vulneración" de la orden de la Unión Europea que exige reducir la temporalidad en el sector público en España hasta el 8% en un plazo que expira en 2024.
La responsable de CSIF Andalucía en Paradores y miembro del Comité Intercentros a nivel nacional, María José Arias, criticaba hace unos meses la "precariedad" laboral a la que están sometidos los trabajadores de esta entidad pública estatal, puesto que "la mitad de ellos tienen contratos parciales y salarios que apenas alcanzan los mil euros netos mensuales". Estos datos, según Arias, sitúan a Paradores como la empresa pública "con las peores condiciones laborales para sus empleados de todo el país".