No ha habido cambios de opinión ni transfuguismo, por lo que se ha cumplido lo esperado en el Congreso de los Diputados. El candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha fracasado en su primer intento de ser investido como presidente del Gobierno de España tras no alcanzar la mayoría absoluta de 176 diputados necesaria.
Tras este resultado, donde a Feijóo lo han respaldado PP, Vox, Coalición Canarias y UPN, los diputados volverán a votar el próximo viernes. Será entonces cuando las exigencias para que el líder popular alcance La Moncloa serán menos estrictas. Dentro de 48 horas, Feijóo necesitará una mayoría simple, más síes que noes. Sin embargo, tampoco parece posible que con ello pueda lograr ser presidente.
En cualquier caso, el debate ha permitido poner en marcha el reloj hacia una repetición electoral que, si nadie consigue la confianza de la Cámara, se celebrarán durante la segunda semana del mes de enero.
Si la primera jornada del pleno de investidura estuvo marcada por la decisión del PSOE de sacar a la tribuna a Óscar Puente, un diputado raso que provocó la indignación del Partido Popular, este segundo día lo ha protagonizado el enfrentamiento de Feijóo con los partidos vascos. Más allá de los constantes recordatorios del PP de haber sido la fuerza más votada en las elecciones del pasado 23 de julio.
Al igual que hiciera con los nacionalistas catalanes, el líder popular ha hecho una réplica conjunta a PNV y EH Bildu con mensajes muy agresivos hacia los segundos, a los que ha exigido que pidieran perdón por los asesinatos de ETA; y muy tajantes con los primeros, a los que ha acusado de hacer lo mismo que los abertzales en el Congreso pese a la competencia que tienen en Euskadi.
Lo cierto es que si quedaba alguna opción de que hubiera reconciliación entre PP y PNV, el intercambio de este miércoles ha acabado con ellas. Feijóo ha querido mostrar las contradicciones de los nacionalistas vascos a falta de unos pocos meses de que el País Vasco acuda a las urnas y la hegemonía del PNV esté más amenazada que nunca por EH Bildu.
En cualquier caso, Esteban ha mandado mensajes a los populares con su tradicionales metáforas. En una de ellas ha pedido a Feijóo que mirase al largo plazo porque esto es una carrera de fondo. Unas palabras que sonaban a la petición de que se desprendiese de Vox. "Si quiere contar con PNV y Junts tiene que empezar descontando 33", ha comentado en referencia a los votos de la extrema derecha.
La respuesta del ex presidente de la Xunta tampoco ha tenido desperdicio. "Estoy convencido de que usted nunca me diría que he usado al PNV como un clínex y, en cambio, se lo dice al señor Sánchez. ¿Quieren seguir siendo ustedes el clínex en los próximos años?, ha preguntado Feijóo al portavoz del PNV. Pese a ello, ha querido dejar claro que tiene distinta consideración del PNV y Bildu. Sobre estos últimos ha afirmado que se alegra de no tener sus votos.
El resto de la mañana ha sido más plácida para el líder popular porque ha sido el turno de tres de los cuatro partidos que han mostrado su apoyo. Los intercambios con PP, UPN y Coalición Canaria no han tenido demasiada historia aunque estos dos últimos han rechazado situarse en alguno de los dos bloques que se observan en el Congreso.
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