Juan Espadas salió del 41º congreso federal del PSOE, que el pasado fin de semana albergó su Sevilla natal, cariacontecido, con más dudas que certezas ante su futuro al frente de la dirección andaluza del partido. Aunque algunos se jugaran un meñique por su continuidad, lo cierto es que su futuro no pasa por sus funciones actuales. Al menos para la cúpula federal del partido.
Ni tuvo apoyos explícitos de sus secretarios generales más destacados en la comunidad —léase Javier Fernández (Sevilla) y Paco Reyes (Jaén), más allá de valorar su trabajo tras haber asumido las riendas de aquel partido hecho jirones en 2020—, ni tuvo por descontado el refrendo público y notorio que cabía esperar del líder Pedro Sánchez con vistas al congreso regional que se celebrará en Armilla en febrero próximo. Jugaba en casa y, en ese sentido, perdió.
Ferraz —es decir, Pedro Sánchez— acudió a Sevilla con hoja de ruta a corto plazo trazada para Andalucía, la federación más nutrida y feudo electoral histórico de los socialistas. Ferraz ha decidido ya, según apuntan fuentes socialistas destacadas a lavozdelsur.es, y la alternativa a Espadas, que seguiría en todo caso en el Senado y cabe esperar que pelee su continuidad al frente del regional, se llama Juanfran Serrano (Bedmar, Jaén, 1988).
"Algo teníamos que hacer, nadie nos perdonaría no intentarlo al menos en 2026; y la realidad es que todo el mundo ve, con mejor o peor tono, con mayor o menor benevolencia sobre su hoja de servicio, que Espadas está amortizado", confirman otras fuentes consultadas. Descartan, del mismo modo, que esto recuerde a aquella maniobra de Felipe Sicilia, también jienense, como alternativa a Susana Díaz en las primarias de 2020, en las que finalmente irrumpió Espadas. "Esto está amarrado, no tiene nada que ver con aquel momento, ni con aquel nombre que estuvo en liza, pero que no estaba cuajado", afirman sobre un perfil que sonó para renovar en profundidad el partido en la comunidad más poblada de España.
Serrano —por cierto, paisano de Paco Reyes, secretario general del PSOE de Jaén y presidente de la Diputación jienense— es actualmente diputado socialista en el Congreso, pero no solo eso. El pasado fin de semana fue ratificado como mano derecha de Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE y hombre de máxima confianza de Pedro Sánchez.
Ha estado a su lado incluso en tensos momentos de negociación de la Ley de Amnistía y volverá a ser secretario adjunto de Organización en la Ejecutiva federal. Aseguran estas mismas fuentes, de hecho, que en estos momentos solo le separa de dar el paso el encaje familiar que tendrá la decisión de dejarlo todo para volcarse en el reto de liderar el PSOE en Andalucía. No será fácil: su objetivo inicial es tratar de mejorar las pobres expectativas electorales actuales ante las autonómicas de mediados de 2026.
La designación de Serrano como secretario general y, consecuentemente, candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía en 2026 tendrá que pasar necesariamente por un equilibrio de fuerzas a nivel orgánico andaluz con Sevilla, la agrupación provincial más potente y nutrida que comanda Javier Fernández, presidente de la Diputación de Sevilla y jefe de los socialistas sevillanos. "El Real Madrid —en alusión al peso específico del PSOE sevillano— nunca es un convidado de piedra en la Liga", advierten otras voces socialistas consultadas sobre un relevo que muchos dan por hecho y otros aún ponen en cuarentena.
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