[Estamos también en WhatsApp, en Telegram y en Bluesky. Síguenos]
Antes de centrar sus esfuerzos en Andalucía, María Jesús Montero tiene el reto de sacar adelante el Presupuesto de 2025 y dar cierta estabilidad al Gobierno para garantizar que la legislatura llegue a su fin. No es tarea complicada porque el Ejecutivo se sujeta en varios actores y algunos de ellos tienen intereses contrapuestos. Como ocurre en cada votación, será una partida de ajedrez muy larga. Y cada una de las piezas ya va tomando posiciones.
Al principio de la legislatura el Gobierno de España no contaba con tener que negociar con Podemos gracias a su integración en Sumar, pero los morados decidieron marcharse y desde entonces sus votos no se pueden dar por hecho. De ahí a que Irene Montero e Ione Belarra hayan marcado este lunes varias líneas rojas para votar a favor de las cuentas de 2025.
Montero ha sido tajante en una entrevista a RNE y ha dejado claro que para que Podemos apoye el Presupuesto, el Gobierno tendrá que ilegalizar organizaciones como Desokupa. Precisamente, su líder, Daniel Estévez, amenazó hace unos días con irrumpir en la presentación del libro de la que fuera ministra de Igualdad, aunque finalmente no se presentó. Los morados también piden romper relaciones con Israel, bajar un 40% el precio del alquiler por ley y prohibir la compraventa de vivienda a extranjeros en zonas tensionadas.
Tras los anuncios de Sánchez en materia de vivienda, dirigentes de Podemos han señalado en rueda de prensa que otra condición es expropiar el uso de la mitad de los inmuebles en manos de fondos de inversión para ponerlos en alquiler social. "Lo decimos muy claro, el Gobierno está jugando con fuego en materia de vivienda y se va a terminar quemando. La gente no soporta más esta situación", ha apostillado Pablo Fernández, también secretario de Organización del partido morado.