A estas alturas, hablar de que el Museo del Flamenco de Andalucía en Jerez es un museo 'maldito' ya suena casi a broma. Hace dos décadas, el proyecto era el de la Ciudad del Flamenco que acabó en el historial de los 'pudo ser y no fue'. Un ambicioso proyecto del que todo se ha escrito, del prestigioso estudio suizo Herzog & de Meuron. Por eso, que las obras del Museo del Flamenco hayan quedado paralizadas, sumando un nuevo retraso, no puede más que ser asumido como parte de la historia.
La adjudicataria de las obras fue Díaz Cubero SA, una empresa de Alcalá de Guadaíra que había llevado a cabo actuaciones en museos de toda España, y habitual en concesión de proyectos patrimoniales de esta índole. Pero ha comenzado una cascada de rescisiones contractuales. En Sevilla, Urbanismo rompió en mayo el contrato de la Torre de las Agujas; en la propia Alcalá de Guadaíra, como señala La Voz de Alcalá, dos contratos; en Cádiz, con Incubazul, de Zona Franca. La web de la constructora ha dejado de estar operativa. Casi del día a la mañana, una empresa puntera con un futuro, como poco, incierto.
La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, señalaba este martes, en una visita al Palacio Riquelme y las obras de la plaza del Mercado, que las obras del Museo del Flamenco están al 80%. No es el mismo barrio realmente, porque el Museo del Flamenco es el de la Catedral, el Barranco, Belén. Pero ambos son un todo, esa parte del centro de Jerez que necesita un impulso. Riquelme, el futuro hotel de la antigua Comisaría del Arroyo, el Centro de Interpretación Lola Flores... todos serán acompañamiento, en el fondo, a lo que se espera sea la joya de la corona, que Jerez cuente, al fin, con el centro de referencia del flamenco, su museo.
Y en todo esto, llega el momento de la política. La recién nombrada consejera de Cultura, Patricia del Pozo, fue quien puso la primera piedra a este espacio (con la entonces alcaldesa, Mamen Sánchez), durante la pasada legislatura de Juanma Moreno. Tras dos años en los que las competencias del área han estado unidas bajo una misma cartera con Turismo, la Cultura vuelve a tener carácter protagónico. Y Moreno ha contado con quien sostuvo aquellos primeros años de cambio en el Gobierno andaluz.
El objetivo es que antes de que lleguen las futuras elecciones andaluzas, el Museo del Flamenco haya echado a andar. El problema es que ahora viene la parte que no es solo política, sino también burocrática. La rescisión con Díaz Cubero lleva aparejada una nueva licitación. Pero no solo para el 20% restante de la obra que queda del inmueble, sino otra parcela más. Así que eso conlleva revisión, trabajos, que por más que se puedan acelerar suponen no pensar en lanzar las campanas al vuelo. 2024 (lo que queda) será el año de la reactivación, claro, pero asumiéndose de que es un asunto que está parado.
Patricia del Pozo tendrá ese asunto sobre la mesa una vez vuelva a aterrizar en la Consejería. Hay más frentes, pero para Jerez, este asunto será clave, porque puede suponer un empuje definitivo para una zona que empezó a cambiar el día en que se reabrió la plaza Belén. Una obra quizás poco ambiciosa, pero que ha mandado un mensaje a los jerezanos: venid.
Un museo, por cierto, donde ya ha habido alguna dotación de contenido, que es la clave. Su primera pieza, una guitarra del siglo XVIII elaborada por Juan Pagés, un Stradivarius de la guitarra barroca. No hay muchas más claves en este punto. Si efectivamente arranca el Museo del Flamenco en esta legislatura, el esfuerzo tendrá que llegar por parte de Patricia del Pozo. En ella ve la esperanza Jerez. La alcaldesa agradeció lo aportado en estos dos años por Arturo Bernal. Hay sintonía entre ambos. No hay que olvidar que Bernal recuperó en tiempo record las Superbikes, y que se firmó el nuevo convenio para MotoGP cuando más crudo parecía tenerlo Jerez por eso de la rotación de circuitos.
Y, a la vez, Pelayo ha valorado que dividir de nuevo en dos consejerías Turismo, por un lado, y Cultura, por otro, es buena noticia. "Y la mejor noticia que tenemos es que el Museo va a terminar siendo inaugurado". Nadie puede decir fecha. Pero si hay alguien que la tiene que acabar sabiendo es Patricia del Pozo. Por más que el presunto malditismo de la historia de este espacio quiera sugerir. La hora del Museo del Flamenco es ya.