Inmaculada Nieto (Algeciras, 1971) es uno de los rostros visibles de Izquierda Unida en el Parlamento de Andalucía. Portavoz de Adelante en la Mesa, fue la encargada de tramitar la solicitud de baja de Teresa Rodríguez y el grupo de diputados del sector de Anticapitalistas. Tiene un importante peso de opisición andaluza junto al coordinador de la formación, Toni Valero, y la encargada de poner en marcha un proyecto de Unidas Podemos en Andalucía que abre el nuevo tiempo tras la salida de Rodríguez. Parlamentaria desde 2012, esta licenciada en Ciencias Políticas, sigue formándose para graduarse en Derecho próximamente.
Primeros compases de 2021. ¿Cómo ve a la Junta?
Muy superada por la pandemia. La Junta no asume que no existe el binomio economía o salud. Si no salimos de la parte dura de la gestión sanitaria, no hay manera de remontar. Las medidas que se van relajando luego se endurecen, con perjuicio para los sectores económicos que soportan las restricciones. Hay que tener una garantía de que la pandemia deje de ser un problema de salud pública para luego iniciar la recuperación. Y tienen que poner a disposición de esos sectores las ayudas disponibles tras este año tan duro. Recursos tienen, porque presumen de cerrar el año con superávit.
¿Nota que hayan mejorado los recursos sanitarios? ¿O lo que le falta a la Junta es cierta incapacidad de adaptarse a situaciones de emergencia, como por ejemplo la suspensión de clases presenciales?
Podrá percibirse de forma diferente en cada zona, pero la visión general de Andalucía es que la consejería de Salud ha llegado muy mal a la tercera ola. La presión de UCI y en hospitalización no la hemos tenido ni en la primera ola ni en la segunda. El personal sanitario está reventado. En términos asistenciales hemos llegado a peor. Es cierto que hay más caballos de batalla. El principal problema de la Junta es que no quiere tomar medidas drásticas y aguantarlas un tiempo suficiente. Ellos hablan de decisiones quirúrgicas que se ven que no han servido para nada. Hacer un destrozo de cierre perimetral y cerrar la actividad no esencial mientras mantienes las monterías y que pueda ir a esquiar. O mantener los exámenes presenciales universitarios. O se corta la cadena de movilidad o no se corta. Los hospitales han estado muy comprometidos, pero es que la hoja de ruta muestra que parece que no hemos aprendido nada. Si no limitas las situaciones de riesgo, no hay manera.
"No sé si el Gobierno central debería de haber recentralizado competencias, pero accedió a una petición de comunidades autónomas de todos los colores, incluyendo Andalucía, éstas no han estado a la altura"
¿La tercera ola era evitable?
Yo creo que no. También por esta nueva cepa que parece que ha entrado. Ahora, sí podría haberse evitado que fueran tantos contagios, tantas muertes y tanta presión en los hospitales. El número de contagios está muy por encima del que cabría esperar un año después. Dicho esto, es inconcebible la irresponsabilidad individual de algunas personas. Pero eso es una minoría, quien más falla es la autoridad sanitaria.
¿Cuánto de esta tercera ola está en el tejado del Gobierno de España?
Mucho. La cogobernanza del actual estado de alarma implica a todas las administraciones. La cuota de responsabilidad, eso sí, de las comunidades autónomas es mayor. No tienen perdón porque pidieron y exigieron que le devolvieran las competencias. Que no dejaron de tenerlas del todo. Andalucía, la primera, que querían tomar todas las decisiones. Y lo han hecho muy mal. Andalucía, especialmente. Cabe afearle más los errores a aquellos que con más vehemencia pidieron hacerse cargo. Quizás el Gobierno debió ser más reacio a hacer esa redistribución de tomas de decisiones. Ahí están los datos y las prioridades, que cuando las tomaba un tercero, se veía capacitados para tomarlas.
¿Cómo habría valorado que hubiera tomado el Gobierno central las riendas, por ejemplo, para cortar la actividad? Si tan mal lo hacía la Junta de Andalucía lo estaba haciendo, ¿no tenía sentido?
No solo la Junta lo ha hecho mal. Las comunidades no han hecho un uso diligente del decreto de estado de alarma, de la cogobernanza. Son muy porosos a las presiones de los sectores castigados por la pandemia. Nadie quiere asumir el coste de decirle a una pequeña empresita, con el año que llevan, que igual le queda un mes o le quedan dos. Por eludir esas noticias, por decir que aunque era Navidad no podía hacerse lo que otras Navidades, por eludir esa impopularidad, se ha deado hacer en un margen mayor. Ha fallecido mucha gente. No sé si el Gobierno central debía haber recentralizado. Porque accedió a una petición de comunidades de todos los colores. Lo que sí está claro, visto lo que ha pasado, que no han estado a la altura. Hablamos de cierres perimetrales con tasas a partir de 500. La cifra que la OMS considera que una comunidad tiene un contagio crítico es 50 por cada 100.000 habitantes. Aquí, para cerrar un municipio son 500 y cerrar lo no esencial, 1.000. Toleramos de mejor grado enterrar personas que cerrar bares.
Es decir, en parte es un problema de la ciudadanía.
Hay sectores muy castigados. Este año ha destrozado muchas empresas. Esa ansiedad de ver acabar esto ha pesado a muchos gobiernos autonómicos. Han sido menos firmes en restricciones para salvar vidas, para no colapsar hospitales... Es un problema no solo de covid, sino un infarto, un parto difícil, un accidente de tráfico, que pudiera atenderse.
¿Habría suspendido las clases?
Ha habido municipios con una tasa muy alta y muy temprana, con 2.000, como La Línea, y las familias que podían evitaban llevar a los niños y las niñas. Han ido un 5%.
¿Usted misma los dejaría de llevar?
Yo, sí. 2.000 por 100.000 es dos de cada cien personas infectadas de covid.
¿Qué estado de salud ve a la izquierda que está a la izquierda del PSOE en Andalucía?
Bien. Hemos pasado unos meses difíciles. Hemos hecho una separación, desvinculando el espacio político de IU y Podemos a los Anticapitalistas, que habían hecho una apropiación unilateral de ese espacio. Ahora a trabajar y seguir adelante.
"Los informes de los letrados han sido conforme a criterios jurídicos de todos los grupos políticos. Son decisiones de la Mesa asistida por el letrado mayor"
¿Cómo se precipitaron aquellos días y los meses anteriores de verano?
Los meses previos fueron los de la nueva direción de Podemos, un relevo, un traspaso de poderes de la dirección antigua, surgieron dificultades que finalmente no fueron salvables. Teresa Rodríguez se negó a mancomunar el partido que había registrado, a devolver las claves de las redes sociales donde se volcaba la información de la actividad de todo el espacio... Cosas que ya han publicado. Eso constató que ella no estaba en las indicaciones del partido ni en su código ético. Así, se me pidió como portavoz que saliera del grupo parlamentario, y fue lo que hicimos.
¿Fueron días tensos a nivel personal?
Sin duda, no fue fácil. Mi organización ha hecho mucho por que Teresa Rodríguez tenga el grado de conocimiento del que disfruta. Izquierda Unida, de hecho, fue quien le hizo la campaña, porque Podemos, como usted sabe, no tenía una implantación territorial en Andalucía. Es doloroso. Hemos pedido disculpas a nuestra militancia y a la gente que nos vota. Compensaremos ese roto con el trabajo político que vamos a hacer.
¿Cómo valora que los votantes, tanto los que lo hacen por unos como por otros, se queden con la idea de que otra vez, de nuevo, hay otra pelea en la izquierda? No es la única, ya en las municipales se había dado un cisma con las candidaturas tipo Ganemos en Jerez. ¿No genera un hartazgo en el votante?
Esperemos que no. El votante de izquierdas quiere un proyecto solvente que le dé garantías frente a la derecha. Eso, a la izquierda del PSOE, lo representa la estrategia de trabajo compartido de Podemos e IU. Sin desmerecer a nadie, Anticapitalistas es un espacio pequeñito, y las sensibilidades andalucistas de ese entorno. En comparación con el grueso de quien consesuó y puso en marcha un proyecto de confluencia para Andalucía y el Estado, que es Izquierda Unida y Podemos.
"¿Que constituyera en el Ministerio un partido en su nombre, que cambiara sus cuentas a sus socios? De eso, en el vídeo de Teresa Rodríguez y Pablo Iglesias no había nada"
¿Qué le parecen esos dos informes jurídicos que hablan de que podría ser inconstitucional?
Los dos informes ya los ha valorado el Parlamento que en base a ellos ha tomado sus decisiones. Han sido conforme a criterios jurídicos de todos los grupos políticos. Son decisiones de la Mesa asistida por el letrado mayor.
Puede tener consecuencias ante el Constitucional, pero también penales, como han dejado caer los propios afectados.
A todo el mundo le asiste el derecho de ir a los tribunales. Decidirán y habrá que respetarlo, por supuesto. Pero una persona que se va de una organización y se quiere asistir de su nombre, y se niega a devolver su acta, no sé qué recorrido judicial tendrá. Política y jurídicamente, en este país, es transfuguismo.
¿No entraba dentro de lo que decía el famoso vídeo de separación amistosa de Iglesias y Rodríguez?
¿Que constituyera en el Ministerio un partido en su nombre, cambiara sus cuentas a sus socios? De eso, en el vídeo no había nada. No era esperable.
Se dice que esto es algo "arreglado en los despachos de Madrid".
Sí, porque hay gente que piensa que once partidos en el Congreso le dedican seis o siete meses de trabajo a una cosa en Andalucía, porque saben que esos partidos están encantados de hacernos favores a Podemos, Izquierda Unida... Bueno, no. Es verdad que les cae como un guante el pacto antitransfuguismo, es que es transfuguismo. Es normal que le venga bien. Lamentablemente, Andalucía no tiene esa relevancia para que a lo mejor, que esto lo abrió Ciudadanos-, porque a lo mejor en Andalucía pasaba. No, es muy descabellado.
¿Han mejorado sus relaciones con el PSOE desde que salió el sector de Rodríguez?
Son iguales que antes. Nuestra relación es buena con todos porque es nuestra obligación en la Cámara. En ese sentido, iguales.
¿Facilita esas relaciones gobernar en España o lo empeora el hecho de que Susana Díaz pertenezca a otra corriente diferente a Pedro Sánchez?
Los interlocutores de otras organizaciones no los pones tú. Hablas con el que hay.
¿Reeditaría ese pacto nacional en Andalucía?
No. Eso no es momento de hablarlo. A pesar de lo que algunos trasladan, esa decisión es de la militancia, como siempre. Aquí lo que hay es un Gobierno de derechas y una extrema derecha que se está normalizando en el sistema de partidos y unas decisiones que son muy malas para el interés general. Ahora tenemos que hacer bien nuestro trabajo. Cuando la gente vote, y se vea el resultado, nuestra militancia decidirá qué hacer con ese apoyo. No es momento ni está en la mano de la dirección decidir.
De los pactos municipales, hay gobiernos como Cádiz donde existe una relación entre el sector de Rodríguez con Podemos e Izquierda Unida. ¿Eso está en peligro?
Son decisiones del ámbito de Podemos. Aunque compartimos espacios, hablamos de gente que pertenecía a su organización.
Está Martín Vila, de IU, en Cádiz.
Martín Vila va a estar donde está porque está haciendo lo que se espera de un cargo público: que respete las palabras a sus votantes y las directrices de su organización. Pase lo que pase en el Ayuntamiento de Cádiz, si es que podemos decir que pueda pasar algo, no le va a afectar a Martín Vila en modo alguno.
"(Moreno Bonilla) tiene un discurso amable, pero pasará por no decir ni una mala palabra ni una buena acción. Ya tiene gente con ese rol en su Gobierno para tensionar el debate"
¿Qué nota le pone al Gobierno de España?
Con la que está cayendo, y yo soy muy empática con todos los gobiernos por la pandemia, creo que en cuanto a la protección social, las decisiones valientes de tratar de proteger a las personas por las consecuencias sociales de esta pandemia, por un camino que no tiene que ver con la derecha en la anterior crisis, que la echó sobre las espaldas de trabajadores y trabajadoras y pequeños empresarios, creo que por la comparación y por el alivio para las familias, un notable alto.
¿Y la Junta?
Suspende. Sin hacer de menos el esfuerzo que están haciendo, porque ya digo, empatizo con todas las personas a las que les ha tocado tomar decisiones en este contexto, en un ayuntamiento, en un gobierno autonómico o central. Pero me parece inaudito que la Junta presuma de cerrar el año con superávit. Con más de 800 millones de sobra. Y haya metido este año un fondo de 450 reservado por si hace falta. Es incomprensible. Si hace falta el dinero es ahora. Ahora es cuando hay que sacar el dinero. Cuando nos vacunemos, podremos ir recuperando poco a poco. Me parece una frivolidad por parte de la Junta dárselas además de buenos gestores.
Un activo positivo de Moreno Bonilla como presidente.
Tiene una forma muy amable. En cuanto a lo discursivo, no es provocador. Tiene otras personas en el Gobierno que le hacen ese papel. Lo que pasa es que puede pasar a la historia por el dicho de "ni una mala palabra, ni una buena acción".
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