Cuando el pasado 16 de marzo las escuelas infantiles de Andalucía no podían abrir sus puertas por el estado de alarma decretado por Pedro Sánchez dos días antes, pocas podían prever que tres meses después y con ese estado tocando a su fin, fuesen de los pocos sectores que seguirían cerrados a cal y canto y con un futuro incierto por delante. A pesar de las buenas cifras en nuestra comunidad, de que otros sectores ya llevan funcionando más de un mes y de que son centros privados que cumplen una importante labor para la independencia de los padres de cara a reincorporarse a sus trabajos, las guarderías públicas, concertadas y privadas no tienen noticias sobre su fecha de reapertura, algo que pone en peligro miles de puestos de trabajo en toda Andalucía.
Aída Troya y Lorena Lara son las portavoces de la plataforma ‘La escuela que eliges', que empezó aunando en Sevilla a 32 guarderías que demandan la apertura de sus centros o una respuesta de la Consejería de Educación para poder afrontar su situación actual. A día de hoy, ya son más de 200 escuelas infantiles quienes se les han unido en toda la comunidad andaluza y reclaman medidas concretas para sus centros por parte del consejero de Educación, Javier Imbroda. “No nos imaginábamos bajo ningún concepto que a 15 de junio nuestras escuelas seguirían cerradas”, nos dice Aída Troya. Matiza la diferencia entre guarderías de titularidad completamente privada y escuelas infantiles concertadas, que están sujetas a un programa de ayudas de la Junta por el que reciben 180 euros por alumno, que antes del estado de alarma eran 278. Todas acogen en horario lectivo a niños de 0 a 3 años. El requisito de la administración para que las concertadas pudieran acogerse a estos 180 euros es simple: mantener en sus puestos de trabajo a las trabajadoras y no llevarlas al ERTE.
“Nosotras [en referencia a las escuelas completamente privadas] nos acogimos al ERTE y en esa situación están actualmente nuestras trabajadoras”, señala Aída. “Enfocamos todas nuestras energías en el 25 de mayo, que fue cuando el presidente del Gobierno anunció que podríamos abrir coincidiendo con la llega de la fase 2”. Pero en ese momento llegó el revés por parte de la Junta. “Cuando creíamos que podríamos abrir, el señor Imbroda anuncia en el Parlamento y a través de sus redes sociales que en Andalucía no volverían a abrir las aulas este curso”. Aída se queja del agravio comparativo entre Andalucía y otras comunidades, recalcando que en muchas de ellas ya se pueden abrir las guarderías, aunque no todas con las mismas condiciones. “Lo que le pedimos al consejero desde nuestra plataforma es abrir, que quien quiera y pueda, abra. La crisis sanitaria por la que cerramos, y más en Andalucía, ya no es tal. Hasta va a finalizar ya el estado de alarma”.
Aída no le encuentra sentido a que haya cerrados más de 200 centros que son pequeñas empresas privadas y no cuentan con ningún sustento económico. “El consejero ha dicho en prensa que podremos abrir como ludotecas”, y especifica que las ludotecas no pueden acoger a menores de 3 años sin que sus padres permanezcan en el recinto, tampoco pueden abrir en horario lectivo (algo que quedaría resuelto porque a partir del 22 de junio se terminan las clases) y tampoco pueden dar de comer a los niños porque son unos centros exclusivamente dedicados al juego, al menos en Sevilla, ya que esta normativa se establece a nivel municipal. “Cada ayuntamiento da las licencias de apertura de un modo completamente distinto, unos ponen más requisitos que otros, pero por supuesto todos para niños mayores de 3 años”, aclara. “Ya nos vamos a la parte emocional de todo este asunto, a pesar de que nos dejen abrir como ludotecas, ¿cómo vamos a abrir y dejar fuera a niños de familias que nos han estado apoyando con una cuota todo este tiempo?”.
En la propuesta que han registrado hoy en el Parlamento a través de la socialista Beatriz Rubiño, han solicitado abrir cuanto antes, y al ser preguntada por si han ofrecido alternativas como turnos entre grupos de alumnos o un número menor de estos, aclara que el ratio ya lo marca la propia Consejería. “En la educación infantil, estos protocolos que se han establecido en España con el coronavirus ya los llevamos cumpliéndolos desde hace años porque convivimos con los virus y no queremos que nuestros alumnos ni nosotras causemos baja”. Y apunta a que por las exigencias sanitarias no tendrían problema, algo que sí ocurriría con una supuesta bajada en el ratio de alumnos, ya que desde septiembre pasado están escolarizados y no pueden dejar a ninguno fuera. Recuerda los casos en los que el BOE autoriza a los padres a llevar a sus hijos a escuelas infantiles, que son cuando ambos trabajen o cuando no se superen los 10 alumnos en un aula más el monitor.
“Javier Imbroda no responde a nuestras peticiones, yo creo que ni siquiera sabe que existimos”, se queja Aída sobre el vacío que de momento están obteniendo por parte de la administración autonómica, la encargada de regularizar la actividad de estos centros. Y hace mención a las declaraciones del consejero de Educación en las que afirma que Andalucía volverá a las aulas con total normalidad y con su ratio completa, lo que significa que no firma la propuesta de la ministra de Educación, Isabel Celáa, de reducir el ratio en las aulas. “No entiendo nada, en julio cerramos pero en septiembre volvemos todos, el consejero se cree que en ese plazo van a pasar 6 ó 7 meses y vamos a estar vacunados todos ya”, apunta Aída mostrando su descontento con las decisiones de la Junta en esta materia. “Él piensa que ha solucionado el problema en Andalucía con las escuelas infantiles con la ayuda que ha proporcionado a estos centros adheridos, pero es que hay otros centros totalmente privados que dependen de las mensualidades que abonan las familias, que él no ha tenido en cuenta. Creemos que ni nos conoce”.
Al asesor de la delegada del Gobierno en Andalucía le hicieron llegar ayer la propuesta de que se mantengan los ERTE en el sector de la educación infantil, pero cuentan con el problema de que esa medida se lleva a cabo a nivel estatal. “Somos de las pocas comunidades que no permite la apertura de las guarderías, y esta sería una solución que se toma desde el Gobierno central, por lo que no se podría llevar a cabo solo para una comunidad concreta”, se queja. “Ya ha cerrado una escuela en Marbella, no podía seguir pagando la renta. A pesar de que la hemos animado, no ha podido aguantar”. Aída recuerda que los centros más pequeños, en los que sus directoras son también las monitoras, lo tienen muy difícil para continuar. “Estos centros con menos capacidad, de mujeres emprendedoras que han generado empleo, si no se hace nada pronto, van a caer”. Otros de los puntos fuertes de las escuelas infantiles se encuentra en que son un factor de conciliación. “Tenemos una labor asistencial, un padre no me trae a su bebé de 5 meses porque yo lo vaya a estimular, lo hace porque se tiene que ir a trabajar. Las familias usan nuestro sector porque es la única forma de conciliar que tienen”.
“Ya a los centros concertados les ayuda poco la Junta, para pagar el seguro social y nada más. Y ahora se está hablando de que les han pagado solo la mitad y la otra lo harán en septiembre. ¿Cómo pagan sueldos y demás mientras?”. Y pone la voz de alarma sobre los puestos de trabajo que corren peligro. “Solo con las escualos de nuestra plataforma, son 2.000 puestos de trabajo y contabilicé hasta el domingo 4.297 familias que se quedan sin el servicio, que no saben qué van a hacer con sus hijos para poder trabajar”. Aída pone el foco sobre la protección que debemos hacer de los mayores desde que llegó la pandemia, y ve un problema en que sean ellos, precisamente, quienes tengan que cuidar de los menores mientras sus padres trabajan, con el consiguiente peligro para su salud. “Una madre desesperada me vio en la puerta y me dijo “dime que estáis preparando el centro para abrir”, y le tuve que decir que de momento la respuesta que hemos obtenido es un no”. Aída apela como última estrategia a hacer ruido mediático para llegar a la administración, y aparte de intentar contactar con la prensa, han llevado a cabo protestas como poner en las fachadas y logos de los centros un cartel con las palabras “se cierra, razón: Juanma Moreno Bonilla”.
La portavoz socialista en la comisión de Educación, Beatriz Rubiño, recuerda que 1.800 de las escuelas infantiles andaluzas están acogidas al Plan de Familia, que son las antiguas plazas concertadas que tenían las escuelas infantiles. Aparte, existen unas 200 escuelas en toda la comunidad que no se acogen a este Plan por diversos motivos. “Estas escuelas reclaman que se les permita la reapertura, y el Gobierno andaluz no se lo permite, pero no es una decisión económica puesto que en ellas no ponen ni un euro, por lo que es una decisión política”, aclara la parlamentaria del PSOE-A. Beatriz hace un llamamiento ya que “la mayoría de estas escuelas están ahogadas, llevan 6 meses sin ingresos”. Ya han pedido cita también con la presidenta del Parlamento, por lo que, en no más de un mes, debería despejarse la incógnita que a día de hoy se cierne sobre el futuro de estas escuelas.
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