Una profesora de pilates de 75 años le ha deseado suerte. Otro señor que camina junto a su esposa le comenta que él nació en Barbate, pero que se ha empadronado en Cádiz después de encontrar trabajo en Las Flores y que cuente con su voto. En un cartel de un bar cercano al Ayuntamiento, donde hemos improvisado el sitio para concretar esta entrevista, reza algo así como: “Kichi gobierna de maravilla, pero mejor es nuestra ensaladilla”. Las encuestas prevén una subida de diez a once concejales de Adelante Cádiz, la opción que ahora lidera y que es la suma de Podemos (versión andaluza) e Izquierda Unida, además de otros movimientos ciudadanos surgidos del 15M.
Pero José María González Santos ‘Kichi’ (Rotterdam, 1975) mantiene la prudencia, aun con voz ronca de tanto mitin y las manos cansadas después de remover y dejar reposar un arroz que preparó él mismo un día antes para 200 personas en una convivencia de campaña. Fan de Calamaro —“aunque el otro día la lió con lo de los toros y Vox”— y Sabina, la entrevista se produce apenas un puñado de días antes de la repentina muerte de un gran amigo suyo, el ya inmortal Juan Carlos Aragón. Su recuerdo del Capitán Veneno pueden leerlo aquí.
De cuando en cuando, surgen alcaldes que son casi estrellas de rock, ¿no? Hace poco le sorprendieron con una serie de caricaturas de apoyo realizadas por un grupo de artistas anónimos de la ciudad. ¿Esperaba algo así?
(Risas) No, hombre, no creo…, de vez en cuando surgen alcaldes que son honrados, que son honestos y que son gente normal y sencilla, y eso genera cierta expectación y sensación de extrañeza. No me tengo como una estrella del rock, ni muchísimo menos, ojalá, ojalá…
Según las encuestas, la marca ‘Kichi’ cotiza al alza.
Bueno, pero porque decimos lo que hacemos y hacemos lo que decimos, y eso no es lo normal. Estamos acostumbrados a que cualquier representante público haga unas promesas en campaña electoral que después se quedan en simples promesas y campaña. Ya lo decía el consejero de Cs de Empleo en Andalucía, que lo de crear empleo era una metáfora… Es de locos. Y claro, cuando surgen personas y equipos que están comprometidos con la realidad y con sus vecinos, pues eso es lo verdaderamente, si me apuras, extravagante en política.
Una anomalía que hemos asumido…
Claro, claro, evidentemente. Nuestro objetivo precisamente es el contrario: es devolver a la palabra política todo lo que significa, un arte que vuelva a escribirse con letras de oro. Esos son nuestros supuestos de partida: devolver el valor y el significado a palabras que están tan denostadas actualmente como política. Hay mucha gente que lo utiliza con términos peyorativos, como si fuera sinónimo de embaucar por parte de la persona mentirosa. Es muy difícil luchar contra esa idea generalizada de que la política es un oficio y un modo de vida, que busca el beneficio personal…
¿Sabe que el otro día una destacada militante socialista dijo a un amigo común que le votará el próximo 26M? ¿El mayor logro en política es persuadir al imposible de convencer?
Indudablemente. El mayor logro en política es convencer al mayor número de personas posibles y si en ese ejercicio logras convencer a gente que, a priori, postula en otras organizaciones políticas, el éxito es ya enorme. Precisamente nosotros, Podemos, llegamos a la política porque las fórmulas tradicionales de toda la vida, la política y los partidos de toda la vida, habían dejado de servir para solucionar los problemas de la gente. En ese clima de impugnación, de la propuesta y la alternativa, y la posibilidad de gobernar de otra manera, en ese sí se puede, es en el que nosotros nos gestamos y crecemos. Ahí hay un elemento de vencer y convencer, fundamentalmente lo segundo, al oponente.
Luego es posible gobernar para la inmensa mayoría.
Por supuesto que es posible. De hecho, el ejercicio del gobierno en la ciudad de Cádiz se basa fundamentalmente en eso, en que hay que intentar no ser solo alcalde de la gente que te vota, sino intentar ser alcalde de todos. Creo que en estos cuatro años lo hemos intentado y lo hemos puesto de manifiesto en innumerables ocasiones.
Subida en las encuestas: "Más que vértigo, lo que uno siente con más fuerza todavía es lo bonito que está siendo esto"
Las encuestas auguran una victoria aún más amplia que en 2015. ¿Vértigo?
No, no, no da vértigo. Las encuestas hablan, sí, de una victoria más consolidada, pero eso hay que pelearlo y construirlo. Nos jugamos mucho en esta campaña y por eso estamos tan electrificadas todas y tenemos tanta ilusión. Somos conscientes del desafío al que nos enfrentamos, la posibilidad de solidificar un proyecto político que nace hace cuatro años, y la verdad es que, más que vértigo, lo que uno siente con más fuerza todavía es lo bonito que está siendo esto. El tremendo orgullo y privilegio que significa ser alcalde de la ciudad que amas.
Asegura que en estos cuatro años ha mirado a los ojos a los gaditanos. ¿Qué visión le devolvían al inicio del mandato y qué ve ahora?
La gente, cuando me miraba a los ojos al principio del mandato, me quería decir: no me falles, tenemos muchas expectativas puestas en ti. Cuatro años después, veo miradas de complicidad, de lo estás consiguiendo, tienes a toda la oposición en contra, os ha costado trabajo encontrar la posición y buscar ese espacio político y estoy orgulloso de vosotros. Evidentemente, también hay gente que te mira con ojos de desaprobación, pero curiosamente son las mismas personas que también te miraban con esos mismos ojos hace cuatro años, no decírtelo sería estar mintiéndome a mí mismo.
Cuando llegamos teníamos la sensación de que ciertos poderes fácticos de la ciudad, y los partidos de la oposición en bloque, nos intentaban hacer sentir como intrusos, pero eso ya no está
¿Sintió que al principio muchos iban a matar, con las polémicas con las corbetas, la medalla a la Virgen…?
Lo del cónsul alemán, imagínate (risas)…
¿Cómo se protege uno ante tantos ataques?
Mira, cuando llegamos teníamos la sensación de que ciertos poderes fácticos de la ciudad, y los partidos de la oposición en bloque, nos intentaban hacer sentir como intrusos, ¿ustedes qué hacéis aquí? Las instituciones no son para vosotros, las instituciones son nuestras porque es a nosotros a quienes pertenecen: a la gente formada, a la gente solvente, que lleva chaqueta y corbata… El establishment comunicativo nos lo recordaba permanentemente, pero claro, eso ya no está. Hemos demostrado, con muchísimas horas, trabajo y esfuerzo, que no solamente somos capaces de gobernar, sino que, además, somos capaces de gobernar mejor que ellos. La reducción de la deuda, la mejora considerable del periodo medio de pago a proveedores… son dos imágenes muy claras.
¿Eso ha afectado a la prestación de servicios públicos?
No solo no ha mermado el acceso de la ciudadanía a los servicios públicos, sino que los ha incrementado. Se ha logrado de una forma muy sencilla: poniendo el dinero, como en una economía doméstica, en las prioridades, en lo que los gaditanos y las gaditanas necesitan. Con responsabilidad, austeridad, y eliminando la propaganda y el autobombo. Eliminando toda esa especie de decorado que era el Cádiz sonríe, que la gestión de la anterior alcaldesa (Teófila Martínez, PP) quiso poner en pie en esta ciudad. Un Cádiz de cartón piedra donde todas las miserias y problemas se escondían bajo la alfombra, mientras algunos bebían Campari y se gastaban un dineral en comilonas o campañas publicitarias de cantidades casi indecentes de dinero público.
Mientras que esta ciudad atravesaba una de las alertas sanitarias más importantes de su historia, los que dirigían Aguas de Cádiz se gastaban una enorme cantidad de dinero en hacerse tesis pagadas por los gaditanos, en gambas y viajes
¿Cuál de esas barbaridades le llamó más la atención de lo que ocultaban las alfombras?
Sobre todo, ver cómo, mientras que esta ciudad atravesaba una de las alertas sanitarias más importantes de su historia, como fue el tema de Loreto, en el que la gente se lavaba como hace sesenta años, los que dirigían Aguas de Cádiz, una empresa pública, se gastaban una enorme cantidad de dinero en hacerse tesis pagadas por los gaditanos, en gambas y viajes. En cambio, se ha comprobado que no solo dejando de hacer eso mejora la gestión, sino que, además, es posible lograr el suministro mínimo vital por el cual Cádiz es una de las pocas ciudades españolas en las que no se le corta el agua a nadie. Eso es fuerte, tío, es muy fuerte.
Han tratado de sentarle en el banquillo en incontables denuncias que no han prosperado. ¿Hay que frenar de alguna manera esta judicialización de la vida política, se ha ido de las manos?
Bueeeno… La oposición en bloque ha tomado como estrategia la judicialización de la vida política gaditana de forma sistemática. Nos han abierto catorce causas judiciales y se han archivado. Es tremendo. Y lo que es más tremendo es que a la señora Martínez en veinte años no le lloviese ninguna, ¿no? Nosotros estamos muy orgullosos de que este acoso no haya llegado a buen puerto porque pone aún más de manifiesto que vamos absolutamente por el buen camino. Cuando intentan utilizar la treta de la querella para ganar en los juzgados lo que no ganan en el salón de plenos o entre la opinión pública, pues es una doble derrota para ellos: no ganan políticamente y pierden judicialmente.
Entrar en ese fango es una gran derrota ciudadana, al final, de todo el sistema democrático, ¿no cree?
Evidentemente. Es en el fondo triste comprobar cómo determinadas formaciones políticas optan por esta vía, en lugar de vencer y convencer con las mejores ideas y proyectos.
¿Qué autocrítica hace de estos cuatro años, qué ha faltado?
Existen amplios vectores de mejora y hemos cometido errores, por supuesto. Mi relato de estos cuatro años no es, por supuesto, autocomplaciente. Principalmente, lo que nos ha quedado como ciudad por conseguir es la aprobación del bono social eléctrico. Un proyecto que surgía de una necesidad de unas 2.000 familias gaditanas y, sí o sí, lo implantaremos en esta ciudad. Es una de mis primeras prioridades para el próximo mandato.
La inmediatez de lo electoral, te impide poner en pie los proyectos que son verdaderamente estratégicos e importantes para la ciudad. Parece que cada cuatro años se reinventa una ciudad y eso no es cierto
Y aparte, ¿qué más ideas, qué más proyectos?
Creo que tener la posibilidad de poner sobre la mesa un gran pacto por el empleo de la ciudad de Cádiz donde estemos todos los agentes, todas las administraciones, colectivos sociales, es una de las máximas prioridades para los próximos años. Y en el plano urbanístico, la reorganización del PGOU. Porque hay que revisarlo después de ocho años y porque nunca respondió a las expectativas y a las verdaderas necesidades de la ciudad de Cádiz. Ten en cuenta, y esto no lo digo yo, lo dice el propio PGOU, que hay miles de unidades de ejecución sin ejecutar y eso es la prueba de que está mal diseñado. ¿Qué va a permitir revisarlo? Va a permitir, por un lado, seguir consolidando ese suelo industrial que tiene la ciudad para generar empleo, creo que la experiencia demuestra cómo no íbamos por mal camino cuando defendimos que Altadis siguiera siendo suelo industrial, pues ahora va a abrir ahí Torrot; y por otro, seguir acometiendo proyectos relativos a la ciudad sostenible, la ciudad amable, poniendo en pie el trazado del carril-bici, medidas de peatonalización, de derribo de barreras arquitectónicas… Lo que nos quedan en estos cuatro años, básicamente, es seguir desarrollando lo que ya hicimos en estos cuatro años.
Hemos marcado la hoja de ruta para el Cádiz que viene porque creo que hay un error en política, y un error del que no se han enterado los políticos tradicionales, y es que los planes de ciudad no se circunscriben a marcos electorales. La política es otra cosa, no se escribe cada cuatro años, hay que tener en la cabeza proyectos a medio y largo plazo. La inmediatez de lo electoral, te impide poner en pie los proyectos que son verdaderamente estratégicos e importantes para la ciudad. Parece que cada cuatro años se reinventa una ciudad y eso no es cierto. Ese es el decorado mediático sobre el que los partidos tradicionales orquestan sus campañas, pero la realidad es que cuando pasa esa campaña electoral, la mayoría de esos proyectos se guardan en un cajón y nunca más se sabe. Para nosotros, en estos cuatro años hemos trabajado en lo fundamental para tener la piedra angular sobre la que basaremos ese proyecto de ciudad que tenemos en la cabeza y queremos seguir mejorando y desarrollando. Los mimbres ya están puestos.
¿Qué Cádiz ve en su cabeza?
(Exclama) Veo un Cádiz en el que el empleo no sea el principal problema de la ciudad como ha sido durante estos cuatro años, pero como viene ocurriendo desde hace 40 años ya. Cádiz se merece ese pacto por el empleo del que te hablaba que nos permita remar a todos los gaditanos y gaditanas en la misma dirección. Ese empleo y ese futuro viene por la apuesta en valor de dos elementos fundamentales: la apuesta por las energías renovables, que ya hemos empezado a andar el camino de la producción de energía, con una instalación fotovoltaica que es tan grande en superficie como la plaza de Candelaria; y el turismo, otro elemento fundamental.
¿Cómo se articula el gran caudal turístico de la ciudad con hacerla sostenible y combatir la amenaza de la turistificación?
Hay que reordenar, regular, el sector turístico en nuestra ciudad. Ya hemos comprobado tristemente cómo el auge, el desarrollo y el fortalecimiento del sector turístico, al final se ha traducido en precariedad laboral o en amenazar la propia habitabilidad de las ciudades. Para nosotros, regular las viviendas turísticas a través de ordenanzas municipales va a ser un desafío. Vamos a necesitar a la ciudadanía y al resto de fuerzas políticas, pero es indudable que, o regulamos el sector turístico de la ciudad, o lo que hoy son alegrías, mañana pueden ser llantos.
Es indudable que, o regulamos el sector turístico de la ciudad, o lo que hoy son alegrías, mañana pueden ser llantos
La especulación es la gran enemiga de las ciudades, decía Giulio Carlo Argan, catedrático comunista que llegó a ser alcalde de Roma a finales de los 70. ¿Cómo se combate? ¿A su despacho llegan propuestas tipo ‘privatizar parte de la playa de la Victoria’?
Por supuesto. La lógica capitalista es la que, de alguna manera, ha llevado al municipalismo y a la ciudadanía a atravesar los problemas que atraviesan actualmente. Para nosotros, la lucha contra la especulación pasa por construir ciudades más amables y sostenibles, y eso se consigue con la peatonalización y la movilidad como elementos fundamentales. Hay ahí dos retos en esta ciudad que acometer. El primero, la cohesión entre el Puerto de Cádiz y la ciudad, una integración amable aprovechando las ventajas que tenemos; y la regulación del servicio de transporte urbano. Fíjate sobre esto último que llevamos en Cádiz desde los años 40 con un acuerdo de transporte que se ha ido renovando durante décadas, sin ser un pliego, ni haber habido una licitación. Desde los años 40, y eso es cierto y verdad, no tenemos un contrato público de transporte urbano. Eso dará la oportunidad, y ha sido muy complicado ponerlo en pie, de acometer un nuevo paradigma de movilidad en la ciudad de Cádiz, que esté asentado por unos nuevos vehículos que ayuden a combatir la lucha contra el cambio climático y con unos itinerarios y trazados que permitan a la ciudadanía realmente moverse de forma fácil por la ciudad sin necesidad de utilizar el coche privado.
¿Es posible que Cádiz capital vuelva a recuperar habitantes?
Es posible, eso es lo que perseguimos. Cádiz debe volver a ser ese sitio, como decía el coplero Antonio Martín, en el que es posible vivir, en Cádiz hay que vivir. Y evidentemente, ahí está el problema de lo que decías antes de la especulación y de los propios márgenes y limitaciones del sistema capitalista que no solamente están defendidos y apoyados por postulados privados, sino que, además, hay ciertas organizaciones políticas que son voceros o defensores de los intereses de estas lógicas que intentan quitar lo que el entorno urbano tiene de común y público.
No nos llevamos mal con la Junta, pero sí es cierto que tiene una deuda histórica con los gaditanos, espero que esa relación histórica cambie
¿Diría que han mejorado las relaciones con este nuevo Gobierno de la Junta?
Las relaciones con la Junta mejoraron ostensiblemente cuando llegamos, ya desatascamos proyectos que llevaban años bloqueados. Nos relacionamos lealmente antes con la señora Susana Díaz y ahora con el señor Moreno Bonilla. El otro día con el señor Marín (Juan, vicepresidente de la Junta) avanzamos en el proyecto de la Ciudad de la Justicia. No nos llevamos mal con la Junta, pero sí es cierto que tiene una deuda histórica con los gaditanos, espero que esa relación histórica cambie.
¿De alguna manera pueden establecer nuevos puentes con Jerez, la otra ciudad principal a este lado de la provincia? Un estudio de viabilidad del Puerto de Cádiz como puerto base para cruceros destacaba la importancia de establecer conexiones con Jerez y su aeropuerto. ¿Alguien debería liderar este camino, no cree?
No sé si es a mí a quien corresponde eso, pero si fuera a mí, no dudaría en hacerlo. Te recuerdo que hay marcos como el de la mancomunidad que son propicios para esto. Que la Bahía de Cádiz y Jerez empiecen a pensar en clave de mancomunidad es clave para esta provincia porque sí es cierto que históricamente los municipios han vivido de espaldas unos de otros. Puede ser que sea más peregrino intentar conectar el Campo de Gibraltar o La Janda, pero en este caso no parece tan complicado. Tendríamos acceso a mayores potencialidades, con un núcleo poblacional de casi medio millón de personas, e históricamente estamos unidos. No parece un dislate plantearse trazar un eje de futuro entre las grandes ciudades de la provincia, pero ninguna administración se lo ha tomado en serio.
¿Por qué cree que Cádiz recordará su paso por la Alcaldía?
Espero que como alguien bueno y honesto, alguien que peleó por los intereses de los gaditanos y las gaditanas. Espero ser recordado como uno de nojotro, el Kichi era uno de nojotro (Ríe).
Para mí no ha sido difícil resistirme a los encantos del poder; mi jefe de gabinete me dice que es porque soy antipoder. Pero creo que es que ya veníamos vacunamos de casa
Se ha empeñado en que la papeleta del 26M ponga ‘Kichi’. ¿No dejarse seducir por las mieles del poder es complicado? ¿No le ha dado por irse a un chalé en Puerto Real?
No, no, (risas). Ni en Valdelagrana. Para mí no ha sido difícil resistirme a los encantos del poder; mi jefe de gabinete me dice que es porque soy antipoder. Pero creo que es que ya veníamos vacunamos de casa. Para nosotros era muy importante tener los pies en el suelo y el hecho de limitarnos el salario y el mandato es precisamente por eso. Nadie está exento, porque es humano, de sucumbir a los encantos del poder y la moqueta, pero por eso mismo debemos irnos antes de que eso ocurra y dejar el sitio a compañeros y compañeras que sigan levantando la bandera de nuestro proyecto. Pero lo del nombre también obedece a una estrategia lógica. Con todos estos cambios de nomenclatura de los partidos y movimientos políticos, era importante que en este mareo de nombres, a la ciudadanía se le dejase claro dónde está ‘el Kichi’. Una cosa sencilla era hacerlo así. No hay más.
¿Y ‘Kichi’ en Podemos dónde está?
‘Kichi’ está en el Podemos que sigue pensando que sí se puede, y en el Podemos que necesariamente tiene que seguir representando ese brillo en los ojos del 15M, de las mareas, en el brillo que vemos en las mareas de las feministas y pensionistas… ‘Kichi’, y un montón de compañeras, está en el Podemos que no se rinde aunque nos asesten mil golpes. Y ese Podemos es necesario.
Esa reflexión no casa, por ejemplo, con gobernar de modo gregario en el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Bueno, no comparto la estrategia de mi compañero Pablo Iglesias, pero aquí en Cádiz y en Andalucía estamos en otra dinámica porque es otro PSOE el que conocemos, y no sé si tiene mucho que ver con el que lidera el señor Sánchez, pero creo que hay otras estrategias más adecuadas que permiten no homologar al PSOE como fuerza de cambio. Precisamente en los orígenes de Podemos hablamos del régimen del 78 como responsable de los problemas que tenía nuestro país y, evidentemente, en ese régimen no estaba únicamente el PP, también el PSOE. El PSOE debe demostrar que es una fuerza homologable de cambio y, si lo demuestra, introducirlo en ese escenario. Aun así, invitamos a toda la gente que votó al PSOE en las generales a que nos voten como ese voto útil que invocaba el señor Sánchez para batir al enemigo real de la ultraderecha. Hay que impedir que el franquismo vuelva a las instituciones y tenemos una responsabilidad histórica. Y más en Cádiz, donde se aprobó la Constitución del 12; tenemos una deuda con nuestro pasado y esa alternativa útil para frenar a ese espectro del pasado es Adelante Cádiz.