El segundo mandato de Virginia Pérez al frente del Partido Popular de Sevilla se aproxima a su fin. En concreto será el próximo 2 de octubre cuando deje su cargo en el congreso provincial del partido. Pérez fue elegida en 2017 y reelegida hace poco más de un año, en marzo de 2021. Sin embargo, los acontecimientos internos de la formación han precipitado su adiós.
Como adelantó El Mundo y ha podido confirmar lavozdelsur.es, la política sevillana pactó directamente con el actual presidente de la Junta y líder regional del Partido Popular, Juanma Moreno, antes de las elecciones andaluzas este paso al lado. En concreto, Pérez aceptó renunciar a su cargo como presidenta del PP provincial en Sevilla a cambio de establecerse como número tres en las listas para el Parlamento de Andalucía. Finalmente, Moreno accedió a la petición de Virginia Pérez y la colocó tras Patricia del Pozo y Toni Martín con el visto bueno de la dirección nacional.
Este mismo jueves se celebra la Junta Directiva Provincial con el único objetivo de convocar dicho Congreso con el objetivo de realizar una transicición 'dulce' después de cinco años con los 'casadistas' en el poder. El sustituto será Ricardo Sánchez, una persona mucho más cercana a Moreno que, además, lo compaginará con el cargo de Delegado de la Junta en la provincia de Sevilla.
Desde el entorno de Pérez aseguran que la sevillana lo ha tomado con cierta normalidad y sin oponer resistencia. Su futuro, dicen, está centrado en el Parlamento de Andalucía donde vuelve a repetir como parlamentaria. De hecho, el Partido Popular le ha otorgado la presidencia de la Comisión de la RTVA.
La anterior disputa entre Moreno y Virginia Pérez, como decimos fiel 'casadista', fue para elegir al candidato a la Alcaldía de Sevilla por parte del Partido Popular. En dicha ocasión, Pérez terminó imponiendo a su candidato, José Luis Sanz a pesar de los intentos del presidente de la Junta de Andalucía, de la corriente sorayista, por mantener a Beltrán Pérez. Aunque Pérez declaró en una entrevista para lavozdelsur.es que en ningún momento hubo problemas para la designación, lo cierto es que hasta que Moreno lo aceptó, se produjeron tensiones en el seno del partido. Pese a todo, la salida de Virgina Pérez no supone un riesgo para José Luis Sanz ya que está más que confirmado como candidato para las municipales de 2023.
Todas estas circunstancias no son más que consecuencia del 'motín' que sufrió Pablo Casado durante el pasado mes de febrero. A partir de un conflicto con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el partido estalló por los aires y obligó a cada uno de los miembros de la formación a posicionarse, aunque muchos de ellos no se atrevieron a hacerlo en público.
A pesar de la prudencia de Virginia Pérez, su vinculación a Pablo Casado ya había quedado más que demostrada en los últimos años. Además, la que todavía es líder provincial del partido, ganó el congreso de 2021 pero no sin polémica. En otro de estos 'combates' en el terreno político y en el ámbito de las 'familias', algo muy común, Pérez se volvió a enfrentar a un candidato avalado por Juanma Moreno, Juan Ávila. Pese a que Moreno ya llevaba más de dos años como presidente de la Junta, no logró imponer a su 'apadrinado' por lo que, una vez más, se quedó sin el control del Partido Popular en Sevilla.
La polémica rodeó todo un proceso que estuvo a punto de acabar en los tribunales. El candidato de Moreno llegó a hablar de "pucherazo", pero finalmente el "pucherazo" se acabó cuando Pérez aceptó incluirlo en la dirección como vicepresidente del partido a nivel provincial.
Tras varias disputas ganadas por la 'casadista' la llegada de Alberto Núñez Feijóo como el 'salvador' del Partido Popular en la mayor crisis interna sufrida en su historia reciente ha provocado el fin de su poder a nivel orgánico a pesar de que los populares vienen de ganar por primera vez la provincia de Sevilla en unas elecciones. Ocurrió en junio con la mayoría absoluta del PP en las elecciones autonómicas. Eso no ha sido suficiente para revertir la relación entre Moreno y Pérez que, políticamente hablando, ya estaba desgastada por los envites anteriores. Con ello Moreno logra el control de una provincia clave para hacer frente a una posible 'resurrección' del Partido Socialista.
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