La Junta de Andalucía, a través de la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha reclamado desde el Parlamento andaluz al ministro de Consumo del Gobierno de España, Alberto Garzón, la "retirada inmediata" de la campaña presentada el miércoles "contra el consumo de carne", a la que ha calificado de "auténtica aberración".
Del mismo modo, la titular del ramo ha pedido al Ministerio de Alimentación, Pesca y Alimentación que también exija su retirada. "Nosotros nos sentimos muy orgullosos de la ganadería andaluza, la mayoría de nuestros ganaderos ha hecho un esfuerzo por realizar una actividad ecológica y podemos defender una producción saludable, con sabor y sostenible que exportamos al resto del mundo", ha afirmado la consejera.
Al mismo tiempo que inicia esta cruzada, la Junta de Andalucía mantiene en su web, dentro del área de la Consejería de Salud y Familias, una información titulada Carnes rojas, con moderación, en la que, como hace el ministro Garzón, se hace eco, por ejemplo, de las recomendaciones de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre el efecto en la salud del consumo de carnes rojas y procesadas.
"Parece mentira que un ministro malagueño, provincia en la que hay un gran sector cárnico, ataque la viabilidad de un sector fundamental para la economía de Andalucía y de España", ha añadido la consejera Crespo, quien ha lamentado "el ataque" a un sector que "da muchos puestos de trabajo y que se visto muy afectado con el Covid y el cierre del canal Horeca". El consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, también se ha pronunciado en sus redes sociales: "Yo como carne para apoyar a nuestros ganaderos y a los 25.000 trabajadores del sector en Andalucía. Que se entere de una vez el ministro de consumo, el señor Garzón. ¡Enseña tu plato!".
La Junta de Andalucía, en su web, recoge que "seguir una dieta mediterránea, con más alimentos ricos en fibra y menos grasas y azúcares, y llevar un estilo de vida activo, con 30 minutos de actividad física diaria en personas adultos y 60 minutos en niños y niñas, es la mejor forma de prevenir problemas de salud". Y añade: "Reducir el consumo de carnes rojas a un máximo de 2-3 veces por semana y aumentar la ingesta de verduras puede ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer".
"Una forma de poner en perspectiva el efecto del consumo de carne procesada es considerar el impacto que puede tener en la aparición de tumores en relación al de otras causas de cáncer", reseña la Junta en su web. "¿Si comemos estos alimentos con más frecuencia y en más cantidad de lo recomendado tendremos cáncer? No necesariamente. Lo único que podemos afirmar es que incrementamos nuestro riesgo de padecerlo. El cáncer es una enfermedad en la que influyen múltiples factores entre los que se encuentran el tabaco, el consumo excesivo de alcohol, la exposición al sol o la dieta, entre otros factores medioambientales", explica.
"Llevar una dieta equilibrada y variada como la mediterránea es fundamental para prevenirlo (el cáncer). Estas pautas de alimentación saludable pasan por incluir en nuestro menú diario más alimentos ricos en fibra como los cereales, preferentemente integrales, al menos dos raciones diarias de lácteos, pescados, legumbres, aceite de oliva, frutas y verduras, y también la carne roja, que tiene beneficios para la salud por su contenido en proteínas de alto valor biológico, hierro, zinc y vitaminas, pero de forma ocasional y con moderación (no más de 500 gramos a la semana). Son más recomendables las carnes blancas (pollo, pavo o conejo). En cuanto a los embutidos, pueden seguir consumiéndose según se recomienda en la pirámide de la alimentación saludable: de una a dos veces por semana", insiste la Junta.