La Junta de Andalucía va a mantener el nivel 3 de emergencias, según fuentes del Gobierno andaluz. Esto significa que Fernando Grande-Marlaska seguirá siendo la persona que esté al frente de la gestión y coordinación del apagón que azotó a todo el país durante el lunes y que ha provocado que en Andalucía haya determinados municipios que sigan sin suministro eléctrico 24 horas después.
Desde el Ejecutivo trasladan que, de momento, no está sobre la mesa la opción de pedir que se rebaje el nivel de emergencias al dos al considerar que todavía no se ha recuperado la normalidad tras el incidente eléctrico. Durante la mañana se han llevado a cabo varias reuniones a diferentes niveles dentro de la Junta de Andalucía en coordinación con otras administraciones para seguir adoptando medidas.
Andalucía fue una de las ocho comunidades que pidió al Gobierno de España que asumiera el control de la crisis. Una de ellas, Galicia, ya ha solicitado que se rebaje el nivel de emergencias al 2 tras recuperar el 97% del suministro eléctrico en la comunidad gallega.
¿Qué supone el nivel 3?
Según recoge el BOE, el artículo 28 de la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil, establece que son emergencias de interés nacional, entre otras, aquellas en las que sea necesario prever la coordinación de diversas administraciones públicas porque afecten a varias comunidades autónomas y exijan una aportación de recursos a nivel supraautonómico, así como las que por sus dimensiones efectivas o previsibles requieran una dirección de carácter nacional.
En estos supuestos, corresponde la declaración de interés nacional "a la persona titular del Ministerio del Interior, bien por propia iniciativa o a instancia de las comunidades autónomas o de los Delegados del Gobierno en las mismas". Dicha situación surtirá efectos hasta que se declare su finalización una vez restablecida la normalidad.
En la orden del Ministerio del Interior recogida en el BOE, consta que a consecuencia de la intensidad de la caída del sistema eléctrico se ha interrumpido gravemente el normal funcionamiento de infraestructuras, comunicaciones, carreteras, trenes, aeropuertos, colegios o hospitales, entre otros.