La decisión del Tribunal Constitucional que exime a la exconsejera Magdalena Álvarez de prevaricación por el caso ERE se conoció en la víspera. Este primer viernes de verano, una vieja compañera de gobierno autonómico y partido, María Jesús Montero, tenía citas en Chiclana y las aprovechó para ajustar cuentas con un proceso que ha desgastado hasta límites sorprendentes, en lo electoral y en lo personal, a cientos de dirigentes socialistas andaluces.
La vicepresidenta del Gobierno fue directa al reclamar al reclamar al Partido Popular "que pida perdón" por el daño causado, sin motivo según el último pronunciamiento judicial, "a personas injustamente" condenadas por el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos.
"Los socialistas hemos tenido que escuchar de todo, es absolutamente injusto. Todo fue por desalojar al PSOE de la Junta"
La número dos de Pedro Sánchez, exconsejera andaluza, asegura que esta persecución judicial y mediática ha causado "un daño irreparable" y acusa a los populares de "hincharlos a sabiendas de que era falso".
"El Partido Popular sabía perfectamente que todo el caso era falso y ha provocado un daño irreparable a cada una de esas personas, a sus familiares y al propio Partido Socialista en Andalucía. Hemos tenido que escuchar de todo, es absolutamente injusto ¿Ahora quién le repone a estas personas, al PSOE, los años de sufrimiento?".
Montero entiende que sólo hay una motivación política en este proceso: "Todo fue, simple y llanamente, por desalojar al PSOE de la Junta de Andalucía, el caso fue alimentado por un Partido Popular que quiso sacar rentabilidad política".
Como única concesión a la esperanza, la vicepresidenta se limitó a desea que este tipo de casos, con acusaciones, recursos y exculpaciones tardías, "sirvan de enseñanza. Mientras, sólo podemos trasladar nuestra solidaridad a todos los que han sufrido tanto por esta cuestión".