El asesinato de dos guardias civiles en Barbate ha puesto el foco en el Ministerio del Interior y más concretamente en Fernando Grande-Marlaska. Las dudas han surgido los medios con los que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado hacen frente al narcotráfico en la provincia de Cádiz después de que quedara en evidencia la inferioridad de la embarcación de los dos agentes con respecto a las de los narcos.
Marlaska no ha tardado en protegerse de una situación que toma aún más relevancia por su condición de diputado por Cádiz. De momento, el ministro confía en seguir en el cargo. "No me planteo dimitir, son unos hechos gravísimos, dramáticos, que no van a quedar impunes; pero reiterar el esfuerzo importante en inversiones, en medios materiales y personales, realizados durante estos cinco años".
Las imágenes hablan por sí solas y, quizás por eso, tan solo han salido a defenderlo compañeros de partido como es el caso de Margarita Robles, Pedro Fernández, delegado del Gobierno en Andalucía, o Juan Carlos Ruiz Boix. Mientras que la primera lo ha definido como "un hombre serio, comprometido, riguroso y con valores"; el segundo cre que "todo lo que sea desviar el foco en este momento hacia otras situaciones, que habrá que ver, mejorar, investigar y todo lo que haya que hacer, es ciertamente algo mezquino", en referencia a las primeras manifestaciones contra Marlaska.
Por su parte, el secretario general del PSOE de Cádiz ha defendido que la llegada de Grande-Marlaska al ministerio y los planes que ha puesto en marcha supusieron el fin de la impunidad en un tiempo en el que campaban a sus anchas, no había principio de autoridad y los narcos entraban en los hospitales a rescatar a detenidos, precisando que "de esa situación veníamos cuando era delegado del Gobierno, Antonio Sanz quien ahora exige mucho pero no recuerda que en su mandato no había reposición de efectivos".
En cualquier caso, todo hace indicar que, si no hay una decisión radical en estos días, al ministro del Interior le quedan varias semanas soportando un chaparrón por parte de la oposición y de las administraciones directamentes afectadas por el suceso del pasado viernes en Barbate donde una narcolancha de 15 metros y 5.000 kilos pasó por encima de la zodiac de la Guardia Civil de cinco metros y sólo 500 kilos. El final, como ya se sabe, fue trágico.
Este lunes, Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, ha visitado la localidad gaditana para pedir lo que ya había manifestado un día antes en Galicia: la dimisión de Marlaska. No obstante, el líder de la oposición ha aumentado la dureza de su tono apuntando también a Pedro Sánchez y exigiendo que asuma responsabilidades. En concreto, Feijóo ha pedido al presidente del Gobierno, ante la negativa de Marlaska de dimitir, que impida que el ministro del Interior participe este mismo martes en el Consejo de Ministros.
El respaldo de Juanma Moreno no ha tardado en llegar. En un acto junto al presidente de Melilla, el presidente de la Junta de Andalucía también ha solicitado la marcha de Marlaska como ministro del Interior tras las preguntas de los periodistas. Previamente había sido más ambiguo solicitando que se depuren responsabilidades al más alto nivel. "Es el momento para que Pedro Sánchez tome una decisión de pedirle la dimisión o cesar al ministro del Interior", ha señalado. A la postura del PP se han sumado el alcalde de Barbate (AndalucíaxSí), Podemos o Vox.
No es la primera vez que el papel de Marlaska está muy discutido por diferentes formaciones políticas. El propio Feijóo se ha encargado de recordar algunos "asuntos muy oscuros sin resolver" como la valla de Melilla, la información al entorno de los presos de ETA o la ausencia de medios para luchar contra el crimen organizado en Cádiz.
Ofensiva en el Congreso y en el Senado
La presión del Partido Popular para que Sánchez prescinda de uno de los ministros que le acompañan desde su llegada a Moncloa no se limitará a las declaraciones en los medios de comunicación. Alberto Núñez Feijóo ha anunciado un plan para que la cúpula de Interior dé explicaciones aprovechando la mayoría absoluta que los populares tienen en el Senado, algo que ha pactado con Juanma Moreno.
"Llevamos tiempo insistiendo en la falta de autoridad en la que se ven envueltos los agentes de la Policía y de la Guardia Civil", ha indicado el líder del PP, que ha mostrado su preocupación por las "situaciones límites y dramáticas" a las que se ven expuestos. Ha apuntado que el programa del PP contempla la declaración de la provincia de Cádiz como Zona de Especial Singularidad y como un "punto negro" para las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado de toda España.
Otra propuesta del PP será la modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial para que la Audiencia Nacional se haga cargo de los sumarios sobre casos de especial gravedad que se produzcan en la provincia de Cádiz relacionados con la delincuencia organizada y el narcotráfico. Ha apuntado que la Audiencia Nacional tiene medios, experiencia, recursos, personal judicial y magistrados que están acostumbrados a actos de kale borroka, de terrorismo y delincuencia organizada.
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