"Fundarte podrá llevar a cabo la gestión del Centro Cultural Lola Flores mediante una empresa explotadora cuando se considere que resulta más eficaz, eficiente y económicamente sostenible la gestión y explotación del Centro Cultural, debiendo tramitar el procedimiento de contratación oportuno".
Es la letra pequeña que recogen tanto el convenio suscrito entre Ayuntamiento de Jerez y la familia Flores, como el que suscribieron Ayuntamiento y Fundarte, la fundación universitaria de las artes escénicas que, entre otras cosas, gestiona y explota el Teatro Villamarta.
Desde el pasado 31 de marzo, justo antes de las elecciones municipales del 28 de mayo, el espacio cultural de la plaza Belén abrió sus puertas con tres empleados, subcontratados por Fundarte a través de una Empresa de Trabajo Temporal (ETT), y según ha podido saber lavozdelsur.es, el contrato con esta ETT vence a final de este año. Antes de ese momento, el actual gobierno municipal debe decidir cómo afronta la gestión del proyecto estrella del anterior equipo de gobierno.
En el último patronato de Fundarte, celebrado el pasado 16 de junio —un día antes de la constitución de la nueva Corporación—, fuentes municipales aseguran que la exalcaldesa vino a reconocer que le encomendaron la gestión del Centro Cultural a Fundarte porque, "de cero, ninguna empresa se iba a presentar a licitación". Del mismo modo, montar una licitación para esa gestión y explotación habría dilatado aún más la apertura —que ya se retrasó, de hecho, varios meses—, por lo que difícilmente podría haber sido inaugurado con los fastos con los que se inauguró el pasado Viernes de Dolores, en la precampaña de las pasadas municipales.
La idea que se expuso en dicho patronato, corroboran las mismas fuentes a este periódico, es que una vez estuviera ultimado el que se conoce como tablao de Lola Flores —una inversión pública en una finca aledaña al Centro Cultural—, se sacara a licitación ambas concesiones, tanto la de la gestión del propio museo como del tablao, cuyas obras prevén estar acabadas en agosto y podría estar listo para su inauguración antes de final de año.
En el acuerdo entre Ayuntamiento y familia Flores, sus hijas Rosario y Lolita, como contrapartida a la cesión de patrimonio de Lola, solo se recoge una cláusula en la que las herederas ingresarán el 25% de los beneficios que se obtengan con el equipamiento, y una vez que este sea autosuficiente. Esto es, que equilibre ingresos y los gastos que corren por cuenta de Fundarte.
Hasta el pasado 7 de junio, en una nota que envió el todavía ejecutivo de Mamen Sánchez, por el museo de Lola habían pasado 7.085 visitantes, lo que reportó 53.153 euros de ingresos. Los ingresos por ventas de entradas en abril ascendieron a 23.017 euros, situándose los de mayo por este mismo concepto en 23.141 euros. Por su parte, los ingresos en concepto de venta de merchandising se situaron en 3.698 euros en abril y los 3.297 euros en mayo.
Pero los pingües beneficios pueden estar realmente no solo en el tablao (negocio hostelero con patio al aire libre) que levanta el propio Ayuntamiento con recursos públicos, sino también en un hotel en la misma plaza Belén que se construirá a partir de un solar ruinoso que Urbanismo metió en el registro de solares para su venta forzosa en subasta pública.